02 Diciembre 2010 Seguir en 
CONCEPCION.- La Sala II de la Cámara Penal del Centro Judicial local condenó a 10 años de prisión al remisero Ramón Donato Ibáñez, al hallarlo culpable del asesinato de Cristina del Valle Carrizo, de Aguilares. La mujer, que vivía en el barrio 40 viviendas, fue encontrada muerta el 26 de agosto del 2008 en un cañaveral del barrio Santa Bárbara de esa ciudad. Permaneció desaparecida cerca de 2 meses.
Ibáñez había sido pareja de la víctima y, según testimonios, antes de la desaparición de ésta, el hombre intentó infructuosamente restablecer la relación que tuvieron. Carrizo tenía un nuevo novio. Ibáñez, antes de escuchar la condena, insistió en que era inocente. "Aquí hubo testimonios falsos porque, por ejemplo, yo nunca amenacé a nadie por mensajes de celular. Eso no se pudo comprobar", dijo.
Por otro lado, puso en duda de que los restos óseos encontrados hayan sido de Carrizo, pese a lo determinado por las pericias. El tribunal, compuesto por Diego Vital Graneros, Carlos Rolando Meschwitz y José Alfredo Garzia, se pronunció en forma unánime por la condena que había requerido la fiscala de Cámara, Alicia De Blasis de Morelli, quien lo acusó de homicidio simple. La defensa, ejercida por Sergio Altamirano, había pedido la absolución del remisero al considerar que no existía ningún elemento que vincularan al acusado con el crimen. El abogado de la querella, Daniel Bulacio requirió la prisión perpetua al sostener que se trató de un homicidio con alevosía.
Para Bulacio, los restos de sangre y un cabello, que las pericias determinaron que era similar al de Carrizo, encontrados en el baúl del auto de Ibáñez, son pruebas que terminaron por acorralar al ahora condenado.
El Ford Galaxi del remisero fue abandonado por a la vera de la ruta 308, que conduce a Graneros, el mismo día en que se encontraron los restos de la mujer. (C)
Ibáñez había sido pareja de la víctima y, según testimonios, antes de la desaparición de ésta, el hombre intentó infructuosamente restablecer la relación que tuvieron. Carrizo tenía un nuevo novio. Ibáñez, antes de escuchar la condena, insistió en que era inocente. "Aquí hubo testimonios falsos porque, por ejemplo, yo nunca amenacé a nadie por mensajes de celular. Eso no se pudo comprobar", dijo.
Por otro lado, puso en duda de que los restos óseos encontrados hayan sido de Carrizo, pese a lo determinado por las pericias. El tribunal, compuesto por Diego Vital Graneros, Carlos Rolando Meschwitz y José Alfredo Garzia, se pronunció en forma unánime por la condena que había requerido la fiscala de Cámara, Alicia De Blasis de Morelli, quien lo acusó de homicidio simple. La defensa, ejercida por Sergio Altamirano, había pedido la absolución del remisero al considerar que no existía ningún elemento que vincularan al acusado con el crimen. El abogado de la querella, Daniel Bulacio requirió la prisión perpetua al sostener que se trató de un homicidio con alevosía.
Para Bulacio, los restos de sangre y un cabello, que las pericias determinaron que era similar al de Carrizo, encontrados en el baúl del auto de Ibáñez, son pruebas que terminaron por acorralar al ahora condenado.
El Ford Galaxi del remisero fue abandonado por a la vera de la ruta 308, que conduce a Graneros, el mismo día en que se encontraron los restos de la mujer. (C)
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