Tener mucho tiempo en brazos a los bebés no significa malcriarlos

Tener mucho tiempo en brazos a los bebés no significa malcriarlos

Cuando llega al mundo un pequeño, las madres reciben muchos consejos. Los pediatras piden fortalecer el contacto corporal y no sentirse culpables. Los límites aparecen cerca del año.

CONTACTO FUNDAMENTAL. Los médicos sostienen que alzar a los chicos no puede de ninguna forma ser perjudicial. CONTACTO FUNDAMENTAL. Los médicos sostienen que alzar a los chicos no puede de ninguna forma ser perjudicial.
15 Julio 2010
"No se aceptan más consejos". El cartel colgado en la pared del comedor es la forma más sutil que encontró Cecilia Viña para dejar de escuchar que todo lo que hace con su bebé, nacida hace un mes, está mal porque al final de cuentas la va a malcriar. "No soporto ver que llore. Quiere estar todo el día en brazos o prendida en la teta. De noche, me dijeron que la deje llorar y sólo le dé la leche cada dos horas. La verdad es que me parece algo muy cruel", confiesa la joven mamá.

Su preocupación es la misma de muchas madres, especialmente las primerizas. Las preguntas: "¿lo estaré malcriando?" "¿mimarlo o cuidarlo demasiado puede ser contraproducente a futuro?" son cuestiones que desvelan, además de la lactancia, a las mamás. Cada vez son más los pediatras que tiran abajo los prejuicios que hablan de malcrianza en los primeros meses de vida. Aseguran que un bebé no tiene esa capacidad de "manejar" a sus padres, tal como creen quienes dicen que sólo por alzarlos los chicos pueden convertirse en pequeños tiranos de un día para el otro.

La pediatra Marcela Djivelekial, docente de la cátedra de Medicina Infanto Juvenil de la UNT, sostuvo que es imposible que se pueda malcriar a un bebé, mucho menos en los tres primeros meses, que es cuando más quieren estar en brazos de sus padres. La pediatra propone alzarlos y abrazarlos cada vez que lo requieran.

Calor y contacto

"En sus primeros tiempos los bebés necesitan mucho del calor y del contacto con la madre. Se debe acudir siempre que lloran porque el llanto es su medio de comunicación y si nadie lo atiende eso genera una tensión en el niño porque se siente desprotegido", detalló la médica. Añadió que, al mismo tiempo, cuando la madre descubre que el pequeño se calma en sus brazos es un aliciente para ella.

La voz de alguna abuela o amiga supuestamente experimentada en el rubro resuena en la mente de la madre: sostiene que al levantar demasiado al bebé desde sus primeros días puede influir de forma negativa, cuando crezca, en su independencia y seguridad. "Nada que ver: alzar al bebé influye en su autoestima y contribuye a la seguridad en sí mismo que tendrá esa persona en su adultez", remarcó la pediatra, que tiene tres hijos.

La crianza de los niños está plagada de mitos sobre lo que es bueno y lo que es malo. Hoy muchos médicos prefieren que los padres no se dejen influenciar y le brinden mucho amor a sus bebés sin sentirse culpables por ello. "No es malcriado un niño que llora porque quiere estar cerca de su mamá. Ese bebé estaba dentro de la panza, calentito, y de repente pasa a un mundo totalmente extraño y es natural que no quiera estar solo", puntualizó. Según Djivelekial, antes del año el bebé es muy inmaduro como para asimilar normas de educación y, por lo tanto, no es necesario poner límites al contacto con sus progenitores. "Cerca del año ya está en condiciones de entender lo que puede hacerse o no y mientras más crecen se hacen más conscientes de lo que está bien y de lo que está mal. Entonces, ese es el momento de poner los límites. No importa lo que se haya hecho antes", expresó. Al final de cuentas, según dice la experiencia, la crianza de los chicos no suele ser más que un reflejo de lo que son los padres.

Teoría del apego

La necesidad de bebé de estar próximo a su madre, de ser acunado en brazos, protegido y cuidado ha sido estudiada científicamente. La teoría del apego, creada por el psicólogo John Bowlby, es quizás la más conocida. Según esta corriente, el apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad.

La tesis fundamental de esta teoría es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto. Y en la medida en que eso esté garantizado, el niño podrá establecer apego, apoyarse y, a la vez, abrazar a otros a lo largo de la vida. Sin esa figura inicial, es difícil que una persona pueda comprender y ponerse en el lugar de los demás.

Para estar bien cerquita

Mamás canguro.- Entre los accesorios para el bebé que existen en el mercado hay uno que favorece especialmente al contacto cuerpo a cuerpo que tanto promueven los expertos. Se lo conoce con el nombre de "wawita". Es un producto con la forma de un pañuelo portabebés que propone una experiencia similar a la que tienen las mamás canguros que llevan a sus crías muy cerca. Este método, que había dejado de usarse, ahora se ha vuelto a valorar mucho, según contó Liliana Cejo, encargada de un local. La "wawita" tiene un valor de entre $ 100 y $ 400, depende la calidad y la marca.

Cercanía sana.- Un informe elaborado por una revista dedicada a la maternidad observó la importancia de que el niño esté cerca de mamá mientras ella viaja, trabaja o hace las tareas de la casa, aunque sólo en un momento del día. Este bebé, sostienen, será un bebé más tranquilo y seguro. Realizar diversas tareas con un bebé en brazos permite conocerlo más y poder "leer" mejor sus demandas y necesidades. Una madre que conoce a su hijo y apela a su instinto es también una mamá más tranquila y segura, dicen los expertos.

La mejor opción.- La lactancia materna es, por lejos, el elemento que más favorece al contacto piel a piel del bebé con la madre, según los médicos. Además de ser ideal, porque no es costosa y es sana, el acto de amamantar ofrece una comunicación única e irreemplazable entre mamá e hijo.

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