El sueño del bebé y el desvelo de los padres

"¿Hasta cuándo lo dejamos dormir en nuestro cuarto?" es otra interrogación que muchas veces genera incertidumbre en los padres. "¿Está bien que siempre se quiera dormir en brazos?", es una pregunta común que llevan los progenitores a los pediatras.

La doctora Marcela Djivelekial sostuvo que el tema del sueño del bebé es quizás uno de los aspectos más preocupantes para los papás. Cuando los hijos son muy pequeños (menos de tres meses) conviene que estén cerca de los padres porque su alimentación es a demanda y porque se despiertan varias veces en la noche. A esa cortísima edad, según los médicos, no tiene sentido dejarlos llorar en la cuna para que se acostumbren a dormir en ella. Justamente, dicen, protegerlos en ese momento de angustia es lo que más tarde los ayudará a dormir tranquilos y seguros en la cuna.

Después de los tres meses, según la especialista, lo ideal es crear hábitos en el bebé: acostumbrarlo, por ejemplo, a que se duerma solo, incluso si esto significa que tenga que llorar un poco.

"Habituarse a acunarlo para que se duerma puede ser riesgoso porque más adelante el bebé no encontrará otra forma de conciliar el sueño", apuntó la profesional.

Muchos pediatras recomiendan que después de los seis meses los bebés duerman en una pieza separada a la de sus padres porque a partir de esa edad se espera que puedan descansar toda la noche.

Antes de los seis meses es normal que los bebés se despierten varias veces en el medio de la noche porque tienen hambre. Pero después de esa etapa es más común que lo hagan como un hábito. En muchas oportunidades, se mueven o lloriquean pero en realidad están dormidos. Sin embargo, hay madres que interpretan que están llorando y los levantan, les dan de comer, les cambian los pañales y terminan despertándolos. Según los pediatras, a veces, es mejor acariciarlos, ponerles la mano encima y dejar que sigan durmiendo en su cuna.