Una familia de Simoca arrancó 2010 apostando a la solidaridad

Una familia de Simoca arrancó 2010 apostando a la solidaridad

Reunió 500.000 tapas de gaseosas para ayudar a 19 hospitales.

ROSARITO. Sufre un raro mal y el Estado le da gratis las drogas importadas. LA GACETA / RODOLFO CASEN ROSARITO. Sufre un raro mal y el Estado le da gratis las drogas importadas. LA GACETA / RODOLFO CASEN
02 Enero 2010
CONCEPCION.- En Simoca, a Rosario Elizabeth Zelaya, de 7 años, la conocen como Rosarito. Su nombre trascendió por padecer una extraña enfermedad hepática y porque su familia fue capaz de movilizar a miles de personas en una campaña solidaria que actualmente beneficia a unos 19 hospitales del país. Juana Rosa Juárez, la mamá de la pequeña, es la encargada de recoger tapitas de gaseosas que le entrega la gente y las destina a un proyecto de reciclado de la Fundación del hospital Garrahan.

En agradecimiento

Con el dinero que se obtiene de la venta de tapitas (a las empresas que reciclan el material) se compra insumos e instrumentales. El Hospital de Niños de la capital es uno de los beneficiados. "Lo hago en agradecimiento a lo que el hospital hace por mi hija que tiene una enfermedad rara e incurable, aunque con dieta especial y controles periódicos lleva una buena calidad de vida", dijo la mujer.
La primera vez Rosa entregó 19.000 tapitas. Y comenzará 2010 enviando a la fundación nada menos que 500.000 unidades en 100 bolsas. "Es increíble la convocatoria de la campaña. Hay gestos que emocionan, como el de los chicos de la escuela de El Oval, ubicada al sur del departamento Chicligasta. Trajeron cientos de tapitas, pese a que son muy pobres y casi no toman gaseosas. Las levantaban de la calle cada vez que salían con sus padres a vender animales a otros pueblos", relató Rosa.

Alimento especial
Rosarito padece de tirosinemia tipo 1, extraña patología que en Tucumán tiene como antecedente un solo caso. En el hospital Garrahan de Buenos Aires le descubrieron el trastorno hepático, que consiste en la incapacidad del hígado para fabricar una enzima especial. Gracias al tratamiento que recibe, la niña no corre peligro. "Debe comer un alimento especial elaborado en Suecia, de donde también provienen los remedios que son caros. Felizmente nos provee el Instituto de Previsión y Seguridad Social de la Provincia, por disposición del gobernador José Alperovich", contó Rosa. La campaña, según la mujer, logró reunir a dirigentes políticos de distintos partidos.
La niña juega y corre de un lado para el otro. Se mantiene activa. Además, pasó a 2º grado con un buen rendimiento escolar. Su madre la mira y está convencida de que Rosarito es amparada por el Divino Niño, del cual es devota. "Para nosotros es un milagro verla así", concluyó.-

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