El día empezó bien y terminó muy mal

El día empezó bien y terminó muy mal

El viaje a "Baires" fue un tormento.

ESPERANDO. Barone dialoga con Matías Escobar, mientras Bressán y Longo se ríen. ¿Y Calandria? Muy serio. LA GACETA / HECTOR PERALTA ESPERANDO. Barone dialoga con Matías Escobar, mientras Bressán y Longo se ríen. ¿Y Calandria? Muy serio. LA GACETA / HECTOR PERALTA
19 Septiembre 2009
Si bien a la mayoría de los integrantes de la delegación de Atlético les costó levantar la cabeza de la almohada, cuando todavía la mañana no brillaba con luz propia, cada uno puso lo mejor de sí y se instaló en el ómnibus que los trasladó al aeropuerto. Era la parada previa al Aeroparque "Jorge Newbery".
El sol comenzó a regalar sus primeros rayos anticipando un día de calor, lo que no hizo más que animar a los viajeros. Los "decanos" esperaban encontrar el mismo panorama en Buenos Aires, pese a que el jueves a la noche había caído un aguacero.
Ya en el "Benjamín Matienzo", los 18 futbolistas elegidos por Héctor Rivoira formaron una fila india a la espera de realizar el check-in. Ahí comenzaron las malas noticias. Para lamento de la delegación y del resto de los pasajeros que esperaban ansiosos tomar el vuelo de las 8.45 llegó un mensaje inesperado: "debido a un fuerte temporal que azota la Ciudad de Buenos Aires nos vemos obligados a suspender momentáneamente la salida".
El comunicado cayó como un balde de agua fría. No obstante, los jugadores le pusieron buena cara al mal tiempo y aguardaron con tranquilidad los "minutos" de retraso. Pero la demora se tornó interminable: debieron aguardar cuatro eternas horas antes de que el avión despegara.

Cura al aburrimiento
 Mientras los minutos corrían a contramano de la ansiedad de los "decanos", uno de los pasatiempos predilectos fue la lectura. Otros prefirieron hacerse de un lugar para dormir, y la mayoría optó por charlar, tomar mate y escuchar música.
Cada uno de los remedios elegidos por los jugadores fue acompañado por el mejor humor posible. Hasta que a las 14.15 se produjo el llamado esperado y todos volaron rumbo a "Baires".
La capital no recibió a los "decanos" con su mejor cara. Mucho frío y una tenue llovizna borraron el recuerdo del sol pleno del pago.
El plantel abordó un colectivo y se dirigió al hotel. Los jugadores acomodaron el equipaje en las habitaciones y recién a las 15.30 pudieron reunirse en el comedor para almorzar pastas con pollo, tortilla de papa y postre.
Pasadas las 16, los "decanos" se fueron a descansar hasta las 19, horario en el que se juntaron para planear el choque de hoy. Rivoira fue reporteado por un periodista del programa "Indirecto", de TyC Sports. No había mucho más para hacer.

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