16 Junio 2009
La visita que realizará hoy Libres del Sur al arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba es una excepción dentro de la izquierda.
Los referentes y candidatos de tres fuerzas que se identifican con este sector señalaron que no prevén visitar al prelado y coincidieron en postular la separación de la Iglesia y la política.
El candidato a diputado nacional por el Partido Obrero (PO) Daniel Blanco consideró que la Iglesia no debe injerir en la contienda electoral. "El PO no visitará a Villalba; la Iglesia debe mantenerse prescindente", afirmó el ex convencional constituyente. Blanco dijo que su partido, en cambio, continuará con el proselitismo que viene realizando. "Visitamos a los trabajadores en las fábricas, en los barrios y al público en general en los lugares de gran circulación, como la peatonal.?Allí manifestamos nuestra propuesta de que la crisis la tienen que pagar los capitalistas y sus políticos", puntualizó.
Clarisa Alberstein, candidata a senadora por Izquierda Unida (IU), también se pronunció porque la Iglesia evite tener participación en la campaña. "Nosotros no vamos a participar de ninguna entrevista con la Iglesia ni con ningún otro sector religioso", señaló Alberstein. La candidata a gobernadora por IU en los comicios de agosto de 2007 agregó: "respetamos los credos pero consideramos que debe haber un rol prescindente de definiciones políticas por parte de las distintas religiones".
El postulante a la Cámara Alta por el Partido de los Trabajadores Socialistas Juan Luis Véliz pidió que la política y la religión transiten sendas distintas. "Nos parece que la Iglesia tendría que estar separada del Estado. Nosotros de ninguna manera iríamos a discutir nuestro proyecto con la Iglesia; lo discutimos con los trabajadores", expresó. El dirigente cargó contra la institución y recordó el caso del sacerdote Christian von Wernich, condenado a reclusión perpetua por su participación en crímenes cometidos durante el Proceso. "Ese no es un caso aislado", manifestó.
Los referentes y candidatos de tres fuerzas que se identifican con este sector señalaron que no prevén visitar al prelado y coincidieron en postular la separación de la Iglesia y la política.
El candidato a diputado nacional por el Partido Obrero (PO) Daniel Blanco consideró que la Iglesia no debe injerir en la contienda electoral. "El PO no visitará a Villalba; la Iglesia debe mantenerse prescindente", afirmó el ex convencional constituyente. Blanco dijo que su partido, en cambio, continuará con el proselitismo que viene realizando. "Visitamos a los trabajadores en las fábricas, en los barrios y al público en general en los lugares de gran circulación, como la peatonal.?Allí manifestamos nuestra propuesta de que la crisis la tienen que pagar los capitalistas y sus políticos", puntualizó.
Clarisa Alberstein, candidata a senadora por Izquierda Unida (IU), también se pronunció porque la Iglesia evite tener participación en la campaña. "Nosotros no vamos a participar de ninguna entrevista con la Iglesia ni con ningún otro sector religioso", señaló Alberstein. La candidata a gobernadora por IU en los comicios de agosto de 2007 agregó: "respetamos los credos pero consideramos que debe haber un rol prescindente de definiciones políticas por parte de las distintas religiones".
El postulante a la Cámara Alta por el Partido de los Trabajadores Socialistas Juan Luis Véliz pidió que la política y la religión transiten sendas distintas. "Nos parece que la Iglesia tendría que estar separada del Estado. Nosotros de ninguna manera iríamos a discutir nuestro proyecto con la Iglesia; lo discutimos con los trabajadores", expresó. El dirigente cargó contra la institución y recordó el caso del sacerdote Christian von Wernich, condenado a reclusión perpetua por su participación en crímenes cometidos durante el Proceso. "Ese no es un caso aislado", manifestó.
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