La cancha no se llenó, pero sobró alegría

La cancha no se llenó, pero sobró alegría

Los hinchas estaban muy nerviosos, hasta que se aseguró la victoria. Vega acertó en la jugada clave del partido y San Martín volvió a sumar tres puntos en La Ciudadela.

RUIDOSOS. Pocos simpatizantes presenciaron el encuentro de la Reserva. LA GACETA / HECTOR PERALTA RUIDOSOS. Pocos simpatizantes presenciaron el encuentro de la Reserva. LA GACETA / HECTOR PERALTA
25 Octubre 2008

El horario, el calor y la racha negativa, en ese orden, fueron las razones por las que La Ciudadela, por primera vez en el torneo, presentó blancos en las tribunas, especialmente en el sector de la Pellegrini y Bolívar y en la tribuna de la Rondeau. "Por favor, no ponga eso porque los primos se van a burlar", imploró Fabián García, uno de los tantos adolescentes que deliraron con el triunfo de San Martín.
El nerviosismo estuvo presente durante todo el partido. Al principio, los cánticos se escucharon en algunos sectores de las tribunas. La algarabía fue en aumento con el tanto de Daniel Vega y, cuando se jugaban los últimos 20 minutos del encuentro, es decir, cuando reinaba la confianza de que la victoria, en esta oportunidad, no se iba a escapar.
"La AFA siempre mata con la televisión. A San Lorenzo lo manda a jugar cualquier día, menos los domingos y a nosotros en horario comercial. Me imagino que los porteños saben que a esta hora, en Tucumán, la gente trabaja", expresó Mariano Pérez.
Francisco García coincidió en que hubo mucho nerviosismo en las tribunas. "No entendíamos por qué no ligábamos una. Venimos jugando bien, pero los resultados no nos acompañaban", comentó el plomero.

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