El ladrón de cobre y bronce roba cables, placas de tumbas y mangueras de incendio

El ladrón de cobre y bronce roba cables, placas de tumbas y mangueras de incendio

En los últimos seis años, los delincuentes, con el robo hormiga de tendido eléctrico, le sustrajeron unas 122 toneladas del metal a EDET. Además de la empresa distribuidora de electricidad, las telefónicas son víctimas frecuentes de estos ataques. En edificios.

CABLES. En febrero de 2007, la Policía decomisó en un corralón112 kilos de alambre de cobre que habían sido robados de transformadores de Los Nogales. LA GACETA/ANALIA JARAMILLO CABLES. En febrero de 2007, la Policía decomisó en un corralón112 kilos de alambre de cobre que habían sido robados de transformadores de Los Nogales. LA GACETA/ANALIA JARAMILLO
08 Junio 2008
Carlos Medina se levantó un día y descubrió que el busto del general Manuel Belgrano ya no estaba en la plaza que lleva el nombre del prócer en Villa Nueva, Lules. Semanas atrás, Roque Suárez, el ayudante del cura de la capilla El Naranjo, no pudo hacer sonar la campana porque desconocidos se la habían llevado. Las fábricas ubicadas en las inmediaciones de La Reducción, Bella Vista y Leales, abruptamente, dejaron de producir porque manos expertas se llevaron al menos cinco kilómetros del tendido eléctrico. Estos tres casos reflejan un mismo problema: el robo de metales como el cobre, el bronce y el aluminio, como ocurre en todo el país, crece día a día.
"Lo más grave del caso es que los que cometen estos hurtos reciben dos pesos; la diferencia la hacen los grandes compradores", explicó un vocero de Edet, que junto a Telecom, son los grandes perjudicados con esta tendencia delictiva.
La empresa que suministra el servicio de energía eléctrica en la provincia, junto a la de teléfonos, son las más perjudicadas. En los últimos seis años a Edet le sustrajeron más de 230 kilómetros de cables de baja y mediana tensión, lo que representa casi 122 toneladas de cobre. Y, lo que es más grave aún, hasta el 10 de abril, le robaron 21 kilómetros, mientras que durante todo el año pasado, se apoderaron de 40 kilómetros. Telecom no brindó información. Se sabe que las zonas que constantemente quedan sin servicio telefónico a causa de los robos de cables son los barrios del acceso norte, de Las Talitas y Villa Mariano Moreno, de Tafí Viejo y de Banda del Río Salí. En 2005 Telecom había sufrido 99 siniestros, que equivalían a 1.100 kilómetros de cable robados.
Este tipo de delitos, por lo general, se produce en el interior. Amparados por la oscuridad de la noche, trabajan en lugares alejados y desolados para que nadie descubra lo que están haciendo.

Cementerios y edificios
Los cementerios y los paseos públicos también son blancos predilectos de los ladrones, aunque en estos casos, el bronce es lo más buscado. "Los changuitos vienen con un destornillador y en cuestión de minutos te arrancan varias placas. Después las venden para comprar drogas", explicó Juliana, encargada de un puesto de venta de flores del Cementerio del Norte.
En Concepción, la Municipalidad tuvo que reforzar la seguridad del cementerio por las constantes profanaciones que se producían. "Actualmente hay cuatro vigías porque no sólo no alcanzaban los dos que había, sino que una vez fueron agredidos por las personas que querían robar", explicó uno de los encargados del cementerio.
En los edificios de la ciudad, los porteros y los agentes de seguridad luchan a diario para que desconocidos no se roben los objetos de bronce que hay en los pasillos. "Es impresionante la habilidad que tienen para llevarse las cosas de metal, especialmente los picos de las mangueras de incendio y las manijas para que pase el agua", dijo José García, portero de un edificio de Rivadavia al 700.
Carlos Medina, encargado de un edificio de barrio Sur, indicó: "acá vive gente y hay oficinas de abogados. Hay mucho movimiento de personas y cada dos por tres se roban cosas. No sé por qué".
Lo que no sabe este portero es que en los mercados internacionales el precio de los metales sube diariamente. Lo que antes era considerado chatarra, a partir de la crisis de 2001 pasó a ser el fruto de un negocio que mueve millones de pesos, a tal punto que en 2003 se prohibieron por tres meses las exportaciones de cobre, con el fin de parar la ola delictiva. Pero el fenómeno se mantiene.
Los valores promedio de venta en el mercado por kilo, según las consultas realizadas por LA GACETA, son los siguientes: cobre $ 19, bronce $ 15 y aluminio $ 2. La compra, en cambio, llega a menos del 50% del costo de mercado. En las afueras de la ciudad, en los últimos tiempos se instalaron corralones dedicados a la compra de bronce, cobre y aluminio.
Luis Medina es un cartonero que recorre las calles en busca de materiales que luego venderá a muy bajo precio. "Siempre nos echan la culpa a nosotros de estos robos -se quejó-. Los que están metidos en eso, saben lo que hacen. Tienen herramientas y todo". Carlos Herrera, su compañero, agregó: "lo más grave de todo esto es que por culpa de esos choros nosotros quedamos mal".

Comentarios