"Hay que tener mucha fe para caminar sobre brasas"

"Hay que tener mucha fe para caminar sobre brasas"

Encuentro en el barrio Clínica de Concepción.Muchos padres llevaron a sus hijos enfermos con la esperanza de que sanarán. Fogata y un espectáculo folclórico.

UNA TRADICION. Los fieles creen que al pasar sobre las brasas podrán curarse de las enfermedades. UNA TRADICION. Los fieles creen que al pasar sobre las brasas podrán curarse de las enfermedades.
25 Junio 2005
CONCEPCION.- En la noche de San Juan, casi un centenar de devotos del santo repitió en esta ciudad el antiguo ritual de la "pisada de las brasas".
El encuentro, realizado en el barrio Clínica, puso al desnudo el repunte de las enfermedades respiratorias que el frío causó en los niños: madres y padres hicieron largas colas con sus hijos en brazos, o tomados de las manos, convencidos de que, al pasar la senda ardiente, recibirían un atributo de sanación que la medicina no es capaz de brindarles.
Esta virtud terapéutica, aseguraron, descansa simplemente en la devoción. Los chicos fueron paseados rápidamente sobre las brasas, cargados, en la mayoría de los casos, por personas experimentadas en esta práctica. Sólo unos cuantos papás se encargaron ellos mismos de alzar a sus hijos y recorrer descalzos el temible paso.
Tantos fueron los creyentes con niños enfermos que el ritual se prolongó casi una hora más que el año pasado. "Esto es una cuestión de fe. Soy muy creyente de San Juan y hoy traje por segunda vez consecutiva a mi hijo Federico, de 4 años, para que reciba la gracia del santo. El tiene un problema de bronquios. Después de que lo hice pasar las brasas el año pasado mejoró bastante. Ahora creo que va estar mucho mejor", aseguró confiado Gino Acorroni.

Desde hace más de 40 años
La celebración, organizada por vecinos del lugar, fue la fiesta número 43, y se inició alrededor de las 22 con un espectáculo folclórico. Mientras los músicos desplegaban su repertorio, una enorme fogata consumía los leños que se convertirían en brasas. Hugo Nicolás Juárez, poblador de la zona, contó que fue su padre Bartolo, ya desaparecido, quien hace más de 40 años inició en ese barrio la costumbre, cuyo origen desconoce. "El era muy creyente de San Juan y una noche, en víspera de su día, se decidió a cumplir la promesa que había hecho de caminar descalzo por unos carbones encendidos. Con los años, se fue sumando más gente. Yo mismo cumplí esta tradición durante casi 20 años. Ahora ya no lo hago", comentó.La caminata del jueves a la noche se lanzó a las 23.15. Esta vez el camino candente fue de unos cinco metros.
Los preparadores, entre ellos Fabián Toranzo y Adrián Lazarte, se encargaron de instruir a los promesantes sobre algunas condiciones que exige el ritual. "Hay que tener mucha fe y despojarse del miedo. A los pies hay que mojarlos. Después se tiene que gritar, con mucha fuerza y sin parar, ?¡Viva San Juan!?. A veces la gente se quema un poco porque pasa con poca devoción", advirtió Adrián. (C)

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