Violencia familiar y mediación.

07 Dic 2016
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Violencia familiar

¿Se puede mediar en los casos donde hubo (o hay) violencia familiar?

Una parte de la biblioteca dice: "sí"; otra parte dice: "no"; y otra dice: "depende". Y ud. querido lector: ¿Qué dice?

Le traigo muchas preguntas y una humilde opinión. Empecemos:

¿A partir de cuándo se considera que hay violencia? ¿Es por un grito? ¿Es por una hostigación? ¿Por un golpe? ¿Es por uno o varios actos de agresión física o psicológica?

¿Tiene sólo que existir o también perpetuarse? ¿Tiene que probarse? ¿Cómo? ¿Es lo mismo una interacción violenta que una relación violenta? ¿Hay violencias estructurales dentro de la familia?

¿Todo maltrato es violencia? ¿Tiene que haber sometimiento? ¿Temporal o permanente? ¿Hay niveles de violencia? ¿Más? ¿Menos? ¿Más o menos? ¿Depende sólo del acto o de la profundidad de la huella? Huella… ¿física o psicológica?

¿Hay violencia sólo cuando aparece un síntoma o también cuando está en gestación? ¿Hay culpables o es una interacción sistémica? ¿Hay víctimas y victimarios? ¿O son todos víctimas? ¿Es del varón, de la mujer o de ambos?

¿Existe por omisión? ¿Por indiferencia? ¿Por rechazo? ¿Existe por negligencia? ¿Quién la inicia? ¿La violencia es causa? ¿Es efecto? ¿Ninguna? ¿Ambas? ¿Es contextual, subjetiva u objetiva? ¿Ninguna? ¿Ambas?

¿Es diferente si se da entre padre y madre; entre madre y padre; entre padre e hijos; entre madre e hijos; entre hijos; o entre abuelos, nietos...etc.? ¿Es la misma en la ciudad, en el campo, en la montaña, en el mar, en la tribu?

Por favor no espere Ud. a que yo responda a todas estas preguntas. ¡No puedo hacerlo! Pero me siento muy seguro adelantándole que quienes excluyen (han excluído) a la mediación para los casos de familias atravesadas por situaciones de violencia tampoco las han respondido.

Hoy en muchos contextos se piensa "ante la duda, mejor no mediar". Imagino que quienes están de este lado de la biblioteca pensarán de buena fe que es lo mejor para todos. Pero...¿Quiénes son "todos"? ¿Lo es realmente para las familias?

No daré muchas vueltas. Estoy muy de acuerdo con intentar llevar a cabo mediaciones y diálogos facilitados en todos los casos de familias atravesadas por situaciones de violencia. Digo intentar porque obviamente quizás en algunos casos "no funcione".

Tengo fuertes motivos para decir lo que digo. Confío en la mediación, confío en los mediadores/as y confío en las partes que arriban a una mesa de diálogo. Y confío sobre todo en que no es buena idea atarle las manos a Dios y evitar que haga de las suyas. Aclaro, además, que considero que la mediación no es el único medio de ayuda efectivo y válido para estos casos. Creo que las redes grandes nos traen más peces.

Por otro lado no comparto el muy utilizado argumento de que mediar "podría significar re-victimizar a la víctima (si hubiera diferencia entre lo que llamamos víctima y lo que llamamos victimario/a)". En los casos de violencia, las personas han sufrido mucho más que una reunión difícil. ¿Quién soy yo para decidir (o diagnosticar), de antemano y sin conocer el caso y a las partes, que alguien no está preparado/a para sentarse en una mesa de diálogo asistido? ¿Quién podría hacerlo? ¿Quién soy yo para excluir? ¿Quién para incluir?

Por suerte no estoy solo en mi opinión. Una reciente investigación* observa que en el veinte por ciento (20%) de los casos en los cuales se identificó con claridad la existencia de violencia crónica se ha podido trabajar con las partes, llevar adelante una mediación y arribar a acuerdos. Y según los seguimientos realizados, éstos se han cumplido. En los casos de violencia no consideradas crónicas el porcentaje ¡superó el ochenta por ciento (80%)!

Una persona atravesada por violencia… ¿Puede transformarse? ¿Puede lograr responsabilizarse de sus actos? ¿Puede revertir sus conductas? ¿Y tomar conciencia de ellas? ¿Puede reestructurar hábitos y pautas relacionales?

Quien ha sido agredido/a… ¿Ha perdido la capacidad de mirar a los ojos a su agresor/a? ¿Ha perdido su capacidad de hablar, de expresarse? ¿Quién lo dice? ¿Cómo lo sabe? Decirle a alguien: “Ud. no está en condiciones de dialogar”…¿no es re-victimizar?

La mediación es un caso a caso. Es indomable, no admite "noes" preestablecidos. Es una solución que busca problemas. Y cuidado con los significados que pueda tener el “mejor no” Me refiero, mediadores, a nuestros miedos, a nuestras comodidades, a desvalorizarnos como personas y como profesionales. Claro que soy conciente de los riesgos que conlleva el “mejor si” en relación a la posible sobreestimación de nosotros y de nuestros servicios. Sin embargo prefiero equivocarme para este lado. Siempre podemos volver cuando lo intentamos o en todo caso la realidad amablemente se encargará de “volvernos”. No creo en los efectos “irreversibles” y mucho menos de los que puedan surgir de un encuentro de miradas asistidas por terceros expertos que lo que hacemos lo hacemos con muchísimo amor.

Si logramos un contexto mágico, simétrico y transformador podemos cambiar el mundo. Los mediadores somos realmente capaces de lograr, con las partes, un flujo de cambio significativo en las relaciones e interacciones que llegan a nuestras mesas. Una mediación puede provocar "cimbronazos" en las relaciones. Los mediadores somos "perturbadores de sistemas" ¡Mediadores a molestar entonces! ¡Claro que podemos “fracasar”! Pero nunca si no lo intentamos.

Me despido con un llamado a la acción para quienes tienen hoy poder de decisión política, legislativa o funcional en relación al tema: ¡Por favor dejen entrar con confianza a las mesas de mediación a las familias atravesadas por situaciones de violencia! La mediación pone su rostro donde algunos de nosotros no queremos poner ni la mano. Confíen en Uds., en las partes, en los mediadores y en la Mediación. Ella, con su buen gusto, sabrá elegir en cuáles casos "sí" y en cuáles "no".

Además...... No creen en los milagros?

¡Hasta la próxima!

           Juan Pablo Albornoz Kokot
       Abogado-Mediador de Conflictos
            www.albornozkokot.com
           Coordinador Académico del
Centro Misionero Maryknoll en América Latina
              www.cmmalbolivia.org 


*La investigación ha sido compartida en : "Mediación en casos de familias atravesadas por situaciones de violencia" Alicia de la Fé, Stella Maris Margetic, Patricia Mazzeo, Nélida Reggiardo, Silvina Russo, María Valeria Quiroga. Revista la Trama número 51.

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