Hace unos días en un organismo público, un excelente grupo de mediadores pares han recibido su constancia de "mediador par". Esto significa que están habilitados para realizar mediaciones entre pares en el estricto ámbito de competencia del organismo y colaborar desde allí por la paz.
En la colación se ha representado un corto de una clase del Prof. Jirafales que reflejaba un conflicto entre Quico y el Chavo del 8 y en donde aparecía el Chapulin Colorado (en la obra Chapulin Mediador) a colaborar con el diálogo entre ellos.
Ha sido una alegría para nosotros representar esta obra de y en honor a Roberto Gómez Bolaños que con su humor y creatividad ha regalado tanta alegría a Latinoamérica y al mundo. Chespirito era mediador. A él un gran hasta siempre.
Muchos recordarán la singular presentación del Chapulin Colorado: "Más ágil que una tortuga, más fuerte que un ratón, más noble que una lechuga, su escudo es un corazón"
Era un héroe débil y justamente allí radicaba su fortaleza. Quien asiste como tercero neutral a un diálogo asistido también se presenta con toda su debilidad para colaborar con los otros brindando tiempo, escucha, paciencia y cuerpo para que los otros sean protagonistas, reflexionen, evalúen y decidan.
El mediador, como el Chapulin, sólo tiene de escudo a su corazón y su único poder radica en la entrega.
Utiliza su chipote chillón, que es flexible pero no blando, sólo cuando es necesario para conducir el proceso, lograr el diálogo, el respeto y evitar interrupciones.
Recurre a su chicharra paralizadora para detenerse a analizar situaciones, para invitar al discernimiento e incluso para decirles a las partes que vuelvan la semana que viene....
Con sus pastillas de chiquitolina puede reducirse de tamaño y así explora los intereses de las partes, sus necesidades, e ingresa a lugares insospechados y desconocidos incluso por los propios mediados. Con su pequeñez parece desaparecer para que el intercambio y el protagonismo sea de los contendientes. Pero también es consciente de que el efecto sólo dura unos cuantos minutos.
El chapulin mediador cuenta además con sus antenitas de vinil que le sirven para detectar pensamientos y emociones propias y ajenas; que lo hacen escuchar activamente, vibrar junto con las partes y detectar los llamados de auxilio.
¡Que héroe tan misterioso! ¡Tan débil! ¡Tan ridículo!
Hay un secreto guardado en la debilidad. Hay un misterio que sólo se revela y se muestra cuando nos reconocemos débiles. Cuanto más frágiles, más pequeños y más vulnerables nos hacemos más fuertes somos.
El mediador, como el Chapulin es el anti-héroe que, imperfecto, sin opinión, sin consejo ni poder, busca una sola perfección: La entrega sin reservas a los demás de todas sus flaquezas para al final de una audiencia poder decir con alegría:
¡No contaban con mi astucia!
A los nuevos chapulines instrumentos de paz mí mejor saludo y deseo de éxitos en sus mesas . Gracias por tanta paciencia y comprensión.
¡Hasta la próxima!
