Misterioso asesinato: nuevas pistas en el crimen de Chacabuco 59

Misterioso asesinato: nuevas pistas en el crimen de Chacabuco 59

La lista de sospechosos se sigue ampliando, a los nombres de los inquilinos y del ex marido se suma una misteriosa pareja.

EN PLENO CENTRO. Una mujer fue encontrada muerta en una cisterna. EN PLENO CENTRO. Una mujer fue encontrada muerta en una cisterna. La Gaceta / Foto de José Nuno

Con el correr de las horas, los investigadores siguen sumando información para abrir nuevas líneas y teorías sobre el misterioso crimen de Chacabuco 59. Las últimas informaciones dan cuenta de que la lista de sospechosos se va ampliando. A los nombres de los inquilinos y del ex marido, se agrega ahora una misteriosa pareja.

El cuerpo de una persona fue encontrado el viernes 12 en una cisterna sin agua de esa propiedad. Después de varios días, se confirmó que el cadáver era de una mujer y que había sido asesinada de un fuerte golpe en la cabeza.

Si bien es cierto que todavía no fue identificado oficialmente, todas las sospechas indican que la persona fallecida sería Laura Gabriela Picciuto (48 años), propietaria de la casa.

Lo que había ocurrido en ese domicilio ubicado en pleno centro era todo un misterio. Sin embargo, en las últimas horas el fiscal Carlos Sale, que está a cargo del expediente, junto con el personal de Homicidios, que actúan bajo las órdenes de Adrián Moreno, Diego Bernachi y Jorge Dib, sumaron nuevos indicios sobre lo que podría haber ocurrido.

La de Chacabuco 59 no era una casa más. Tenía estructuras diferentes. En la planta baja había dos locales comerciales (una casa de venta de ropa y una peluquería) y una especie de departamento en el que vivía Picciuto con F. un joven que de ser inquilino pasó a ser, supuestamente su pareja.

En la planta superior había tres piezas, de las cuales dos estaban ocupadas. Una por un muralista A. y la otra, por una empleada de la administración pública conocida como D., que era novia del artista. La detenida Sofía Alejandra Di Gianni no residía allí, sino que habría mantenido una relación con el pintor y asistía a esa casa para visitarlo y, aparentemente, consumir drogas.

Los problemas

La relativa paz que se vivía en esa casa, terminó rompiéndose en marzo. La peluquera identificada como L. sufrió un robo y acusó a sus vecinos de haberlo cometido. La estilista le recriminó a Picciuto esa situación. Hubo un incidente y hasta intervino la Policía.

Los investigadores confirmaron esa versión y descubrieron que la víctima había realizado la denuncia en la seccional 1ª.

A los pocos días, la propietaria desapareció. F., que tenía relación con los otros inquilinos, les explicó que ella había decidido internarse en una clínica del interior de la provincia y que no volvería por varios meses, puesto que quería recuperarse del problema de adicciones que sufría.

A. y D. no dijeron nada y siguieron viviendo como si nada malo hubiera pasado. Sí les resultaba extraño dos cosas: que la dueña no se haya comunicado con ellos y que haya dejado abandonado su caniche toy, mascota de la que no se separaba. “Creemos que ellos, que prácticamente no tenían recursos, vieron la oportunidad de quedarse ahí sin pagar un peso”, razonó un investigador.

Datos al fiscal

Fuentes judiciales confirmaron ayer que una persona llevó datos al fiscal que podrían servir para aclarar el caso.

Este testigo relató otro incidente: alguien llamó al servicio 911 para denunciar que un hombre y una mujer, con un manojo de llaves en su poder, intentaban ingresar al domicilio. Antes de que llegaran los efectivos, se presentaron como personas allegadas al ex marido de Picciuto que pretendían alquilar el local para instalar una oficina. También le llevaron tranquilidad diciendo que “Gaby”, como era conocida en la zona, había viajado a Jujuy y que ellos podrían quedarse viviendo allí hasta que ella retornara.

La primera semana de mayo, la ex pareja de Picciuto volvió a presentarse en la vivienda con la misma pareja. Esta vez para avisarle a los inquilinos que debían retirarse inmediatamente del lugar porque estaban por ocupar la propiedad.

En el interín, Di Gianni, una joven trabajadora sexual con problemas de adicción, habría retirado pertenencias de “Gaby” autorizada por la mujer misteriosa que concurrió al lugar.

Vale la pena recordar que la detenida quedó tras las rejas porque en su casa encontraron el DNI y la tarjeta de débito que estaba a nombre de la propietaria. Dos días después un camión de mudanza terminó llevándose todos los muebles que había en el local.

El final de la historia ya es conocido. W., el supuesto nuevo propietario de la casa de Chacabuco 59, comenzó con la tarea de remodelación. Uno de los albañiles, antes de iniciar con el trabajo, sintió un olor nauseabundo y terminó encontrando el cuerpo.

Interrogantes

Con este nuevo escenario, los pesquisas se encontraron con una serie de puntos para analizar:

- La versión aportada por este testigo es real o meramente forma parte de una estrategia defensiva.

- Porqué F. y el ex marido dijeron que “Gaby” se ausentaría de la provincia por un tiempo.

- Cómo es posible que el ex marido haya, según la teoría del caso, intentado comercializar una propiedad que, en principio, estaba a nombre de su ex pareja.

- Porqué Di Gianni no contó que a ella le pidieron que retirara algunas pertenencias de “Gaby”.

- Existió realmente un comprador.

- Cómo es posible que los inquilinos no hayan sentido el olor nauseabundo que percibió el albañil y que derivó en el hallazgo del cuerpo.

Todos esos puntos deberán ser analizados para tratar de esclarecer un caso que sigue cargado de misterios y de interrogantes que no tienen respuestas.

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