Reporte Rural: el campo muestra una vez más su solidaridad

Reporte Rural: el campo muestra una vez más su solidaridad

El Banco de Alimentos de Tucumán lleva 21 años de acciones destinadas a que miles de familias de Tucumán no sufran hambre y logren una buena alimentación. Para ello impulsa campañas solidarias, mediante las cuales diversos sectores pueden aportar. Una de estas permite que el agro local deje ver su esencia y colabore con la donación de diversos productos. Este año no será una excepción.

Días LA GACETA -y otros medios- publicó una noticia con el título “Pobreza en Argentina: hay 4,2 millones de niños vulnerables y con problemas de alimentación”. El dato fue contundente; y afirma la grave situación que la sociedad toda está viviendo durante los últimos años en nuestro país.

Esta información da cuenta de que, de acuerdo a la última encuesta de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza infantil se ubica en el 61,6%, y alcanza a 8,2 millones de niños.

El informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA puntualiza que hay más de 4,2 millones de chicos con problemas de alimentación en la Argentina. Aun con las medidas tomadas -entre ellas, el aumento de la ayuda del Estado-, la pobreza infantil no desciende; y afecta de manera muy dura a los chicos de entre 0 y 17 años. La inseguridad alimentaria afecta a más de un 30% de los menores de edad. Más 4,2 millones de chicos tienen problemas para comer en la Argentina.

Este informe indica también que en el último año hubo un incremento sustancial de la ayuda social en términos de programas como la Tarjeta Alimentar, la Asignación Universal por Hijo (AUH) o los comedores escolares -de un 48,2% en 2021 a un 49,8% el año pasado-. Sin embargo, con todo eso, la pobreza en los menores no disminuyó sus porcentajes.

Sin duda que nuestro país viene atravesando una grave situación económica y social. Este difícil escenario está presente desde hace un tiempo; con una inflación galopante, con un alza de costos de los alimentos y de casi todos los insumos utilizados para la producción de cualquier bien. Todo esto empuja aun más hacia arriba los índices de pobreza, lo que significa que muchas personas no pueden satisfacer sus necesidades básicas, como la alimentación.

Como lo indica el informe, las ayudas sociales no bastan para paliar esta situación. Y en ese contexto, resulta destacable lo que estas organizaciones realizan por el bien de la comunidad.

En la edición de hoy de LA GACETA Rural se pondera esa labor.

Hace ya 21 años que nació el Banco de Alimentos de Tucumán. Se trata de una organización sin fines de lucro que contribuye a reducir el hambre, a mejorar la nutrición y a evitar el desperdicio de alimentos.

Busca ser un puente entre los que sufren de hambre y aquellos que deseen colaborar por medio de un canal transparente y eficiente, que les garantice que su donación llegará a miles de personas que no tienen asegurada su alimentación.

Muchas veces, por diversas situaciones, se desperdician alimentos, a pesar de que se encuentran aptos para que sean consumidos. De acuerdo a datos difundidos por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), se calcula que este desperdicio puede llegar a alcanzar un 20%.

Este porcentaje implica aproximadamente 931 millones de toneladas. El intento por recuperar parte de ese volumen es una acción, de mínima, valorable. Y eso hace el Banco de Alimentos de Tucumán, desde hace más de dos décadas.

Resulta interesante ver que actualmente el Banco de Alimentos de Tucumán alimenta a más de 42.000 personas por día, con unos 3,3 millones de platos de comida entregados durante la campaña del año pasado, en diversos lugares como comedores, cocinas comunitarias, merenderos, hogares y escuelas rurales de todo Tucumán.

Desde 2002, esta entidad rescata alimentos que reciben en donación de industrias alimenticias, de supermercados y de distribuidores. Se trata de alimentos que salieron del circuito comercial, pero que están perfectamente aptos para que sean consumidos. El Banco de Alimentos de Tucumán le da valor social a alimentos que perdieron valor comercial: productos con fecha de vencimiento cercano, excedentes de producción, error de envasado, entre otros.

Muchas veces, estas donaciones no llegan a cubrir la necesidad nutricional y alimentaria en cuando a cantidad y a calidad de los beneficiarios. Debido a ello, desarrollaron campañas de recaudación de fondos para adquirir los alimentos que no logran conseguir mediante las donaciones.

Como todos sabemos y palpamos la crisis en el país sigue afectando. Y pese a esto, los productores agrícolas ganaderos de la provincia y de la región, que sufren las inclemencias climáticas, sociales y económicas, y las políticas agropecuarias que se dan en el país, continúan demostrando que la solidaridad sigue siendo parte de su esencia. Y lo hacen mediante organizaciones como la Fundación Banco de Alimentos.

Sin dudas este año la colaboración se repetirá, por medio de esa destacada acción, que es donar alimentos para aquellas personas vulnerables de nuestra provincia y región.

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