Banco de Alimentos: dos décadas de solidaridad

Banco de Alimentos: dos décadas de solidaridad

La Argentina viene atravesando una grave situación económica y social. Esta situación viene desde hace un tiempo; con una inflación sostenida, con un alza de costos de los alimentos y de casi todos los insumos utilizados para la producción de cualquier bien. Todo esto empuja aun más hacia arriba los índices de pobreza, lo que significa que muchas personas no pueden satisfacer sus necesidades básicas, como la alimentación.

Esta situación que viene sucediendo en nuestro país motivó que surgieran de manera solidaria diferentes organizaciones que ayudan al pobre en sus necesidades básicas insatisfechas.

Hace ya 20 años que nació el Banco de Alimentos de Tucumán. Se trata de una organización sin fines de lucro que contribuye a reducir el hambre, a mejorar la nutrición y a evitar el desperdicio de alimentos.

Busca ser un puente entre los que sufren de hambre y aquellos que deseen colaborar por medio de un canal transparente y eficiente, que les garantice que su donación llegará a miles de personas que no tienen asegurada su alimentación.

Muchas veces, por diversas situaciones, se desperdician alimentos a pesar de que se encuentran aptos para que sean consumidos. De acuerdo a datos difundidos por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), se calcula que este desperdicio puede llegar a alcanzar un 20%.

Este porcentaje implica aproximadamente 931 millones de toneladas. El intento por recuperar parte de ese volumen es una acción, de mínima, valorable. Y eso es lo que hace el Banco de Alimentos de Tucumán, desde hace ya dos décadas.

Una nota publicada en LA GACETA el miércoles, sobre el Banco de alimentos, contaba que esta organización ya entregó más de 20 millones de platos de comida a las personas más necesitadas.

Resulta interesante ver que actualmente el Banco de Alimentos de Tucumán alimenta a unas 50.000 personas por día, en 120 lugares, entre comedores, cocinas comunitarias, merenderos, hogares y escuelas rurales de todo Tucumán.

Desde 2002, esta entidad rescata alimentos que reciben en donación por parte de industrias alimenticias, de supermercados y de distribuidores. Se trata de alimentos que salieron del circuito comercial, pero que están perfectamente aptos para ser consumidos. El Banco de Alimentos de Tucumán le da valor social a los alimentos que perdieron valor comercial: productos con fecha de vencimiento cercano, excedentes de producción, error de envasado, entre otros.

Muchas veces, estas donaciones que reciben no llegan a cubrir la necesidad nutricional y alimentaria en cuando a cantidad y a calidad de los beneficiarios. Debido a ello, desarrollaron campañas de recaudación de fondos para adquirir los alimentos que no logran conseguir mediante las donaciones.

Dentro de estas campañas de recaudación de fondos, y como pilar fundamental, se encuentra la Campaña del Agro, en la cual los principales donantes provienen del sector agropecuario de la provincia. Estos realizan donaciones de soja o de maíz por medio de las acopiadoras asociadas al programa (AGD, Bunge y Cooperativa Unión y Progreso). Estas donaciones se comercializan y, con los recursos que ingresan merced de esa venta se adquieren alimentos indispensables para cubrir la canasta básica alimentaria de los 50.000 beneficiarios.

Generalmente las donaciones provienen del sector agrícola ganadero de Tucumán y de la región, y de cadenas de supermercados de la zona que, con su aporte, permiten que los alimentos donados lleguen a las personas que más los necesitan.

Esta fundación actúa como un canal transparente y sustentable para que las empresas de la industria agroalimentaria, productores agropecuarios y la industria supermercadista puedan hacer las donaciones de alimentos aptos para el consumo.

La entidad rescata los alimentos que reciben en donación de estos sectores; en general, alimentos que salieron del circuito comercial, pero que están perfectamente aptos para ser consumidos.

Solidaridad conocida

La crisis como todos saben, sigue golpeando a todos. Pero a pesar de esto, los productores agrícolas ganaderos de la provincia y de la región, que sufren las inclemencias climáticas, sociales, económicas y las políticas agropecuarias fuera de lugar que se dan en el país, continúan demostrando que la solidaridad sigue siendo parte de su esencia. Seguramente este año la colaboración volverá a repetirse, por medio de esa destacada acción, que es donar alimentos para aquellas personas que más lo necesitan.

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