Caso Espinoza: cinco puntos que cuestionan las defensas

Comenzaron a alegar los abogados de los imputados. La mayoría de los que expusieron ayer pidieron la absolución o bien que se condene solo por encubrimiento.

DÍA DE ALEGATOS. La sala del Tribunal Oral Federal. El juicio, que comenzó en octubre y tuvo un parate por la feria, ingresó en su etapa final. La Gaceta / foto de Antonio Ferroni DÍA DE ALEGATOS. La sala del Tribunal Oral Federal. El juicio, que comenzó en octubre y tuvo un parate por la feria, ingresó en su etapa final. La Gaceta / foto de Antonio Ferroni

“Este fue un hecho lamentable, que no fue querido por ninguno de los imputados. Mucho menos planificado ni con una división de tareas”, sostuvo Ernesto Baaclini, abogado de uno de los acusados, en la audiencia de ayer. Como era de suponerse, las defensas tuvieron puntos de encuentro en varios tramos de sus argumentos. Ayer comenzaron a alegar los defensores de los policías y los civiles acusados por el crimen de Luis Espinoza y por el encubrimiento del caso.

El crimen ocurrió el 15 de mayo de 2020 durante un procedimiento policial que contó con varias irregularidades. Espinoza fue asesinado por un disparo por la espalda cuando la Policía pretendía ahuyentar a personas que se habían congregado en el paraje El Melcho durante la pandemia. Los efectivos, que luego llevaron el cuerpo a Catamarca y lo tiraron a un precipicio, están acusados además por haber detenido ilegalmente al hermano de Luis, Juan Espinoza.

Puntos en común

Si bien no todos coincidieron en estos puntos, estas son cinco premisas que por lo menos dos (y a veces hasta tres) defensas plantearon:

1- Criticaron que la querella haya hecho comparaciones entre este hecho y los casos de lesa humanidad, como así también que se haya asemejado a los imputados con la Policía de los 70 (época de dictadura).

2- Remarcaron que hasta el final la Fiscalía quiso probar una desaparición forzada cuando -según la defensa- la autopsia realizada en 2020 ya evidenciaba que la víctima había muerto en el acto y, como tal, descartaba ese delito.

3- Dijeron que no existió una privación ilegítima de libertad, argumentando que la Policía tiene la capacidad de aprehender y que había motivos para perseguir a los sospechosos. Además señalaron que Juan Espinoza estuvo demorado en un lugar abierto y hasta -en un momento- acompañado por su hija.

4- Indicaron que está acreditado que ese día se corrieron carreras cuadreras en El Melcho, razón por la que los efectivos tenían órdenes de disuadir a quienes se reunieron e infringieron las restricciones sanitarias. Cuestionaron la honestidad de los testigos para reconocer esto y para admitir que algunos jinetes habrían estado armados.

5- Tres defensores plantearon que solo el acusado José Alberto Morales (autor del disparo mortal) podía causar o evitar lo que ocurrió. “Los demás no tuvieron intervención directa en el crimen”, sostuvieron.

“No hubo dolo”

“La realidad es que ese día los jinetes recibieron a los tiros a los efectivos, y no porque les iban a quitar la diversión, sino porque iban a perder el negocio clandestino de las apuestas de caballos”, argumentó Baaclini, defensor de Morales, que reiteró que su representado nunca quiso ocasionar una muerte. “En un contexto así, y en medio de una polvareda, él realizó un disparo al aire que causó una tragedia. Aquí mismo ha contado el dolor que le causa saber lo que ocasionó. Nunca actuó con dolo”, agregó.

El defensor admitió que lo que hicieron luego los acusados con el cuerpo de la víctima si era muy reprochable. En cuanto al homicidio, pidió que se condene a Morales por exceso en la defensa, o bien, a la pena mínima por homicidio culposo por imprudencia.

La defensa de los primos

Álvaro Gonzalo González (estudiante) explicó aquí que sólo llevó en su camioneta a su primo, (el policía) Gerardo González Rojas. Lo vio bajar con una bolsa y se fue”, señaló Sergio Faiad, quien junto a Julio Herrera defienden a los dos mencionados. La Fiscalía pidió el viernes la absolución para Álvaro González, y la defensa adhirió a ese pedido. Herrera agregó que era lamentable que hayan mantenido la acusación en contra del civil.

En cuanto a González Rojas, para quien la Fiscalía pidió perpetua, pidieron que sólo se lo condene por encubrimiento a una pena menor. “Él no estuvo ni cerca de Luis, en ese momento estaba reduciendo al hermano de la víctima. A pesar de eso, luego, y bajo amenazas, encubrió”, dijo Faiad.

“Colaboró con la Justicia”

José Luis Robles, defensor de Claudio Zelaya, dijo que el policía nunca podría haber evitado el disparo de Morales. “Tras el hecho, Zelaya y otros querían llevar a un hospital a Luis, pero el comisario Rubén Hector Montenegro se impuso con amenazas y decidió desaparecer el cuerpo”, señaló, y agregó: “mi defendido habló apenas pudo e informó precisamente donde hallar el cuerpo”. Pidió absolver, y que caso contrario la condena sea de 4 años solo por encubrimiento.

Perspectiva de género

Mario Mirra, defensor de Mirian Rosalba González, pidió que el tribunal tenga perspectiva de género. Indicó que su defendida, por su condición de mujer, era la más vulnerable del grupo y que sólo siguió órdenes del comisario. “Ella fue a hacer un procedimiento, que no era ilegal. No participó en el crimen. Luego Montenegro le apuntó con un arma y le exigió que no documentara lo ocurrido en el libro de actas”, fundamentó. Por todo eso, pidió la absolución.

“Paz no estuvo en el lugar”

El defensor oficial Mariano Galleta, remarcó que su defendido José María Paz no estuvo en el lugar del crimen ni de la detención. “Paz y otro efectivo se quedan en la entrada del predio, entre una escuela y una despensa. Eso lo acreditan los testigos. Difícilmente vieron lo que ocurrió a 271 metros. Si él hubiera sabido donde llevaron el cuerpo lo habría dicho, no tenía motivos para encubrir, menos aún tras ser detenido”, dijo.

Por último, Hernán Suárez recordó que su defendido Héctor Fabio Villavicencio es un civil (vigía comunal) y que no tuvo responsabilidad en la detención de Juan Espinoza. Además, planteó: “él nunca ve el cuerpo, no tuvo conocimiento de lo que pasó. Cuando volvieron a al comisaría los policías le dijeron que podía irse. Villavicencio nunca supo lo que pasó, y en el peor de los casos, no se probó que haya encubierto”, planteó.

Mañana continuarán alegando los defensores de los imputados restantes.

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