El sonido de la eternidad: un concierto de Krishna Das en Auroville

El sonido de la eternidad: un concierto de Krishna Das en Auroville

Por Fernando Sánchez Sorondo - Para LA GACETA - AUROVILLE (India)

El sonido de la eternidad: un concierto de Krishna Das en Auroville
19 Marzo 2023

Proyectando un nuevo viaje a la India tuvimos la suerte de ser invitados a un programa fascinante: un concierto de Krishna Das, el Mick Jagger de los cantos devocionales hindúes. ¿De quién estamos hablando? En los setenta -cuando todavía su nombre era Jeffrey Kagel- este buscador norteamericano viajó al país místico, como lo hacían muchos por aquella época. Y tomó contacto con el maestro espiritual Neem Karoli Baba (también gurú de su contemporáneo y amigo Ram Dass). Su vida cambió para siempre. Se convirtió en su devoto e inició un camino no exento de sombras hasta encontrar su vocación en la música sagrada. Particularmente en los llamados “kirtans” (en sánscrito “narrar, recitar, contar, describir” una idea o historia inscripta en las religiones indias).

Llegamos ese mismo día como tantos otros afortunados. La cita era en Auroville, “la ciudad utópica”, en el anfiteatro erigido alrededor de la vasija que contiene la tierra de los más de cien países que desde 1968 buscan una vida ideal (inspirada en la cosmovisión de la francesa Mirra Alfasa, “La Madre”, compañera espiritual de Aurobindo, el gran filósofo y poeta bengalí).

Frente al cósmico Matrimandir -una esfera dorada gigante concebida para meditar- y bajo las estrellas más cercanas y confidentes, Krishna Das nos transportó a esa otra dimensión que algunos llaman Cielo o Nirvana o el Ser o la plena Conciencia. El armonio, la tabla y una voz femenina acompañaban sus cantos excelsos que nosotros repetíamos como un coro. Y una alegría reinante casi tangible confirmaba el trasfondo espiritual de la experiencia.

Esa noche, conmovidos, por un momento llegamos a honrar de todo corazón la unidad en la diversidad que proclaman los grandes maestros de la filosofía Advaita Vedanta.

Se hacía realidad ante nosotros la posibilidad de un mundo en verdad mejor. Alejado de las pesadillas desafinadas y hostiles de las malas noticias siempre urgentes, las guerras y el dolor de tantos refugiados a la intemperie.

“Om Namah Shivaaya /Shivaaya Namah Om”.

Los kirtans resonaban como el eco de un mesías capaz de redimir la afligida condición humana.

© LA GACETA

Fernando Sánchez Sorondo - Escritor

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