05 Enero 2023 Seguir en 
LA GACETA, pág.2 de fecha 02/01/23, tituló: “Los intendentes oficialistas apuran sus sucesiones”. ¿Los tucumanos vivimos en democracia ejerciendo una doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el Gobierno, o al estilo de la Edad Media hemos constituido feudos en los pueblos del interior de la provincia? La lectura de la noticia -que ocupa media página- es que 15 intendentes que no podrán postularse para otra reelección están bendiciendo a un sucesor adelantando que sus reemplazos son su esposa/o, hermano, hijo, padre, al mejor estilo feudal. Para ellos es “un asunto de la familia” porque hoy ocupan esas funciones políticas “merced de ser parientes de sus antecesores”. En el país, y haciendo referencia a mi querida provincia de Tucumán, “nadie quiere largar la teta”; siempre están ahí, anotados y listos los mismos personajes para largar en la primera fila en todas las elecciones. Me refiero a que ocupan los primeros lugares los que desde hace muchos años saltan de una banca a un alto cargo de Gobierno o viceversa; son los mismos nombres y apellidos, y desplazan a “los codazos” a cualquier otro que haya ha tenido la suerte o la bendición de conseguir un “sponsor” para los gastos de campaña. Siempre el pueblo votante se pregunta ¿quién y para qué invierten cientos de miles de pesos en la campaña política? La respuesta inmediata y maliciosa es, entre nos, los dueños de la provincia y de los municipios ya tienen sus feudatarios que se beneficiarán.
Ángel Ricardo Salguero
salgueroricardoangel@gmail.com
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