Atlético Tucumán, con las manos (casi) vacías

Atlético Tucumán, con las manos (casi) vacías

El Decano, que había asegurado la permanencia hacía ocho fechas, perdió 3-1 con Defensa y se quedó sin copa Sudamericana.

CIERRE DE 2022. Arriba, un disconforme Pusineri. Abajo, Mateo Coronel remata fuerte y al medio, para soñar con la heroica que no fue. fotos de matías napoli escalero (especial para la gaceta) CIERRE DE 2022. Arriba, un disconforme Pusineri. Abajo, Mateo Coronel remata fuerte y al medio, para soñar con la heroica que no fue. fotos de matías napoli escalero (especial para la gaceta)

Fue lindo mientras duró. Atlético fue uno de los grandes animadores de la Liga Profesional 2022. Pero en el cierre, en estas últimas fechas, no estuvo a la altura de su tremenda campaña: la derrota 3-1 encajada ante Defensa y Justicia en la víspera respondió a la lógica de un equipo golpeado, sin reservas de ningún tipo, que pareció deseoso de irse pronto de vacaciones.

Al final, el “Decano” se quedó sin el pan y sin la torta. Porque la caída en Florencio Varela, sumada a la goleada 3-0 de San Lorenzo sobre Aldosivi lo dejaron fuera de la Copa Sudamericana 2023, un objetivo no alcanzado que duele (y dolerá): significa la posibilidad perdida de volver a la escena internacional y de cobrar regalías en dólares por parte de la Conmebol.

Está claro que la clasificación fallida tiene más que ver con lo que se hizo en la Copa de la Liga, que en este torneo, pero las chances estuvieron y el “Decano” se encargó de desaprovecharlas a todas, sumando apenas dos puntos de los últimos 12 en juego.

No hay dudas que la derrota en el “Cilindro” de Avellaneda ante Racing hace menos de dos semanas, y sobre todo las dos igualdades como anfitrión de Rosario Central y Unión de Santa Fe hicieron mella en el funcionamiento y bloquearon mentalmente al plantel.

Se entiende: no llegar con chances de ganar el título en la última fecha, tras ser animador principal durante gran parte del recorrido, pareció ser demasiado para un equipo al que el torneo le terminó quedando demasiado largo.

En el sur del Gran Buenos Aires, el equipo de Lucas Pusineri fue un “alma en pena”, no encontró respuestas. Aun así, en el primer tiempo tuvo dos chances muy claras, las dos se fueron “anchas” (una de Eugenio Isnaldo, la otra de Renzo Tesuri, esta última increíble, dificilísima de errar).

El golazo tremendo de Nicolás “Uvita” Fernández fue la estocada (casi) final. En el complemento, perdió a Manuel Capasso por una doble amonestación impropia para el torneo que redondeó el defensor. La roja fue un golpe casi demoledor. Y Pusineri volvió a esperar a que pasara la hora de juego para mover el banco.

Los ingresos de Ramiro Ruiz Rodríguez y de Ignacio Maestro Puch fueron auspiciosos. Pese al hombre menos, el equipo fue más ofensivo y encontró, por momentos, espacios. Poco después, el VAR hizo justicia, le dio una mano al “Decano”. Nazareno Arasa fue a ver y comprobó que la escapada de Mateo Coronel había terminado en un (leve) penal de otro Nazareno, Colombo.

A Coronel le sobra personalidad: se quedó en el suelo hasta que llamaron al árbitro desde Ezeiza, agarró enseguida la pelota y no la soltó hasta romperle el arco a Ezequiel Unsain. Pateó como se debía, fuerte, alto, al medio. Como a los hinchas le hubiera gustado que pateara Ramiro Carrera (no jugó por un estado gripal) cuando estuvo frente a frente con Gaspar Servio, hace un par de días.

Faltaban 20 y pico de minutos, se percibía que la cosa no iba a terminar así. Porque el partido estaba partido, no había medio y Atlético, con Guillermo Acosta como improvisado central, estaba regalado atrás. Y además, tenía que ganar sí o sí si pretendía la Sudamericana.

La alegría del “Decano” duró poco. El golpe de gracia se lo dio otra vez Fernández. Y entonces, a Atlético se le nubló definitivamente la cabeza. El Norberto “Tito” Tomaghello estalló una vez más, con el tanto del uruguayo Fabricio Domínguez.

Al final, en el brindis de fin de año, los hinchas del “Decano” tendrán un solo motivo de celebración, que no es ni por asomo poco importante: no fue campeón ni pudo meterse en la Sudamericana. Pero se mantuvo la categoría con suficiencia y se sentaron las bases para futuras buenas campañas. Ojalá se aproveche.

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