El feminismo contra la guerra es una fuerza política en Rusia

Las activistas conformaron una resistencia que ayuda a salir del país a los hombres que buscan evitar el reclutamiento. Compran pasajes, contratan colectivos y organizan hospedajes

CONTRA LA GUERRA. Se realizan manifestaciones en Rusia, y cada vez más se detienen a mujeres. CONTRA LA GUERRA. Se realizan manifestaciones en Rusia, y cada vez más se detienen a mujeres. REUTERS
20 Octubre 2022

Las mujeres en Rusia constituyen una proporción creciente de las personas detenidas en las protestas contra la movilización del presidente Vladimir Putin por la guerra en Ucrania, ya que muchos varones rusos temen ser enviados al frente si se manifiestan. Además, son activistas feministas las que encabezan la resistencia a la guerra, y las que se han organizado para ayudar a los hombres que no quieren ser reclutados a escapar del país.

Desde la movilización parcial en Rusia, ordenada por Putin hace un mes, las integrantes de Resistencia Feminista contra la Guerra (FAS) se han convertido en una fuerza política en Rusia.

Más de 222.000 personas fueron convocadas para formar parte de la “movilización parcial”. Según el sitio web Novaya Gazeta Europe, más de 260.000 hombres abandonaron el país desde el anuncio de la movilización para evitar ser reclutados.

En una entrevista con la cadena alemana Deutsche Welle, la activista Liliya Veschevatova, coordinadora de FAS, contó que se fue de Rusia en marzo, días después de que comenzó la invasión rusa a Ucrania. Desde Ereván, la capital de Armenia, empezó a ayudar a amigos y conocidos a salir del país.

Las feministas como Veschevatova han estado ayudando a hombres para abandonar el país: “Dimos consejos, compramos boletos, organizamos autobuses y hospedamos a personas”.

Ella está convencida de que las mujeres son la base de la sociedad civil rusa actual, porque se unen rápidamente y ayudan de manera eficaz. Cientos de activistas de FAS en Rusia y en el extranjero están involucradas en la tarea. Ella misma ayudó a 60 hombres a salir de Rusia, relató.

Lelja Nordik, otra activista de FAS, le contó a DW que ayudó a decenas de personas que querían evitar ser reclutadas o que querían ayudar a sus familiares: “Les informé sobre los derechos humanos y los puse en contacto con activistas que podrían organizar su salida”.

Los primeros que recibieron ayuda para salir del país fueron personas trans o quienes habían sido arrestadas durante las protestas, porque eran las más amenazadas por el régimen, dice Veschevatova. Natalia Kovylyaeva, politóloga de la Universidad de Tartu en Estonia, dice que FAS es la organización más importante que generó el movimiento feminista en Rusia. A principios de 2022 había unos 57 grupos feministas en Rusia en unas 30 regiones del país. Muchos de ellos se unieron a las FAS el 25 de febrero, un día después de que comenzara la invasión rusa de Ucrania. Hoy, según Kovylyaeva, el movimiento está activo en 100 ciudades en Rusia y en el extranjero.

FAS tiene más de 40.000 seguidores en la red social Telegram. Sus miembros organizan protestas contra la guerra y se visibilizan con ropa negra en las calles, difunden memes contra la guerra en las redes sociales, escriben “No a la guerra” en billetes de rublos y publican el periódico Shenskaya Pravda (La verdad de las mujeres).

“Las feministas brindan a refugiados asistencia legal, psicológica y material, los ayudan a moverse y cuidan de las que están agotadas”, dice Kovylyaeva.

Todo esto sucede en un país que ha tenido tradicionalmente una actitud muy negativa hacia las feministas. “Es difícil decir hasta qué punto ha cambiado la actitud, pero las feministas han encontrado puntos en común con grandes sectores de la población”, cree Kovylyaeva. (Especial)

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