Por Gustavo Rodríguez
28 Septiembre 2022
PRUEBA CLAVE. Un uniformado sostiene a Nadal con la rodilla en el cuello y con una mano en la espalda lo aprisiona contra el suelo.
El 24 de junio de 2020, Walter Ceferino Nadal murió después de haber sido detenido por la Policía en el centro tucumano. El caso generó una polémica a nivel nacional porque se pensó que se trataba de una nueva víctima de exceso policial. Pero la causa fue archivada luego de que una junta médica determinara que el hombre de 43 años había fallecido por los problemas de salud que padecía. Un año después, por un informe presentado por la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el fiscal regional Mariano Fernández decidió reabrir la investigación.
Nadal hurtó de un negocio de Crisóstomo Álvarez primera cuadra unos elementos; salió corriendo al este por Crisóstomo Álvarez y fue reducido a la mitad de la primera cuadra de Las Heras por policías y por el guardia de seguridad del local donde cometió el delito. El propietario del comercio y el responsable de custodiar el negocio ya declararon en la Justicia y confirmaron esa versión y entregaron una copia de las imágenes de las cámaras de seguridad donde se lo observa sustrayendo un artículo.
La agente Jéssica Gómez pidió refuerzos y corrió tras los pasos del sospechoso. A la persecución se sumaron el oficial Cristian Fernando Gómez y las agentes Diana Suárez y Claudia Vizcarra. Al llegar a Las Heras primera cuadra encontraron a Josué Molina y Melanie Mariel Caliva, que ya tenían reducido al sospechoso. Según los informes oficiales, el acusado fue trasladado a la seccional 1ª, donde imploró que lo llevaran a un centro asistencial porque no se sentía bien. Finalmente lo llevaron al hospital Padilla, donde falleció.
La investigación
La causa fue investigada por la ya jubilada fiscala Adriana Giannoni. Ordenó una autopsia para determinar cuáles habían sido las causas de la muerte de Nadal, ya que había recibido varios testimonios que daban cuenta de que uno de los uniformados había colocado su rodilla en el cuello del sospechoso y que el detenido les pedía a los gritos que lo soltaran porque le faltaba el aire y le dolía el pecho.
El médico forense Adrián Tula Rizo determinó que esa compresión en el cuerpo del hombre podría haber interrumpido el paso del oxígeno y el flujo sanguíneo y que esa situación habría generado la muerte. El profesional había advertido que su teoría se confirmaría con estudios anatomopatológicos.
Esa pericia determinó que “el esfuerzo físico de Nadal (al correr para escapar de los policías) con estado de agitación y excitación previa, su cardiopatía previa y la descarga vasovagal o hipoxia por la compresión de cuello y tórax, constituyeron un terreno apto para la ocurrencia del paro cardíaco, ya sea per se o por arritmia previa”. Giannoni, que también investigó el caso que terminó en la condena de dos policías por el crimen de Facundo Ferreyra, decidió convocar a una junta médica para despejar todas las dudas.
El grupo de especialistas, integrado por Fernando Vázquez Carranza, Sonia Ortiz Mayor, Ruth Peremulter y Raúl Afur, analizó todos los elementos del expediente y llegó a una conclusión: “considerándose como causa probable de la muerte una cardiopatía, la cual no es factible vincular con una etiología certera”. Ante esta situación, Giannoni decidió archivar la causa.
Controversia
La muerte de Nadal generó una enorme controversia. El ex ministro de Seguridad Claudio Maley había señalado que su fallecimiento se había producido por causas naturales y avaló el procedimiento que realizaron los uniformados, al considerar que eran los aprobados por protocolos internacionales.
La pareja de la víctima, Karina Rodríguez, desmintió cada uno de los informes que se dieron a conocer. “Me gustaría que me expliquen cómo hizo para correr 200 metros si en esos momentos apenas si podía caminar por una lesión que tenía en uno de sus pies”, explicó.
“Hablan de que sufría cardiopatías, pero ni siquiera tenía presión alta”, añadió.
El representante legal de la familia, Benito Allende, cuestionó la investigación del caso desde un primer momento. Denunció, por ejemplo, que Nadal fue ingresado al hospital Padilla como una persona que había sufrido un accidente de tránsito, la misma táctica que utilizaron los uniformados cuando llevaron a Ferreyra para que lo atendieran.
También cuestionó todas las pericias que habían realizado los especialistas del Ministerio Público Fiscal y el trabajo de la junta médica porque no determinó cuáles fueron las verdaderas razones de su muerte. Al confirmar el archivo de la causa, se jugó la última carta: presentó una denuncia en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que siguió muy de cerca el caso desde un primer momento.
El final
El organismo nacional analizó la denuncia y después le pidió al especialista Fernando Mario Ariel Risso que analizara todos los estudios que le habían practicado. Después de meses de análisis, llegó a la siguiente conclusión: “podemos asegurar con certeza y en forma indubitable que Nadal murió como producto de la compresión cervical que sufriera conjuntamente con la compresión toráxica y la posición de sus manos atadas sobre su espalda”.
El fiscal Regional Fernández, que además conduce la fiscalía conclusional de Homicidios, decidió reabrir el expediente. El lunes se reunió con la viuda del fallecido y le transmitió la novedad.
Paralelamente, comenzará a citar a declarar varios testigos. En esa lista aparecen cadetes de la escuela de Policía para que le informen cuál es la instrucción que reciben en este tipo de actuaciones, el especialista de Nación que realizó el informe y las personas que podrían haber presenciado el hecho. También pedirá otra junta médica integrada por especialistas para que den a conocer su opinión.
Una vez que reúna todos los elementos definirá cuáles son los pasos a seguir procesalmente. El primero es determinar si hay elementos para imputar algún delito a los uniformados que participaron del procedimiento.
Luego definirá si corresponde acusar a los autores por homicidio preterintencional u homicidio agravado por su condición de policías.
El caso Floyd: hubo condenas para cuatro policías
El 25 de mayo de 2020, el afroamericano George Floyd es retenido por cuatro policías mientras realizaba unas compras en un local de Minneapolis, Estados Unidos. Uno de ellos le colocó la rodilla en el cuello provocándole la muerte por asfixia. Derek Chauvin, el efectivo que le puso la rodilla en el cuerpo, fue condenado meses atrás a 21 años de prisión. Según el fallo, el veterano policía permaneció arrodillado sobre el cuello de Floyd durante casi 10 minutos, indiferente a las intervenciones de los transeúntes angustiados. La escena, filmada y publicada en Internet, desencadenó enormes protestas contra el racismo y la violencia policial en todo Estados Unidos y en otros países. Por este caso también recibieron penas más leves J. Alexander Kueng, a tres años de prisión, a Tou Thao, a tres años y medio, y Thomas Lane, a dos por violar los derechos civiles de Floyd.
El caso Espinoza: el 18 de octubre comenzará el juicio
Cuarenta días antes del fallecimiento de Walter Ceferino Nadal en plena vía pública, Tucumán era noticia a nivel nacional por la muerte de un trabajador rural. El 15 de mayo Luis Armando Espinoza perdió la vida en medio de un operativo policial que se realizó durante una carrera cuadrera en el este de la provincia. Su cuerpo fue encontrado en Catamarca. La fiscala Mónica García de Targa acusó a nueve policías y a un guardia urbano por el crimen. Cuando el caso estaba por ser llevado a juicio oral en la justicia ordinaria, un fallo estableció que el expediente debería estar en manos de la Justicia Federal, puesto que se trataba de una desaparición forzosa de persona en la que habían intervenido efectivos de una fuerza de seguridad. Estaba previsto que el debate comenzase la próxima semana, pero en los últimos días se confirmó que se iniciará el 18 de octubre en el Tribunal Oral Federal.
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