Tarifas energéticas: ¿Cómo impactará la segmentación?

Tarifas energéticas: ¿Cómo impactará la segmentación?

El esquema de quita de subsidios sigue en una nebulosa. Es probable que se postergue la tercera revisión frente a la suba de la demanda por la temperatura del verano en esta parte del país. Los gobernadores insistirán con la idea de que el límite de consumo suba a 600 kWh.

Subsidio de luz y gas Subsidio de luz y gas Ámbito

En la segmentación de tarifas energéticas, la luz todavía no se todavía no se hizo hizo. El sistema de actualización de valores acordes al consumo de electricidad y tomando en cuenta la capacidad de ingresos de los usuarios transita todavía en una nebulosa, mientras las autoridades nacionales intentan dar más claridad al régimen bajo dos consignas: que la quita gradual de subsidios se efectúe bajo el criterio de no superar el índice de coeficiente salarial de los usuarios y, a la vez, que no sea tan traumática como la actualización tarifaria que se produjo durante la gestión anterior.

La Secretaría de Energía de la Nación ha definido que a partir de fines de mes comience a aplicarse la segmentación en los usuarios residenciales bajo tres grupos:

• Hogares con ingresos altos, que dejarán de percibir subvenciones a fines de año, con un esquema gradual de quita del 20% del subsidio a partir del mes que viene; otro 40% en noviembre/diciembre y el restante 40% en enero del año próximo.

• El segundo grupo corresponde a hogares de bajos ingresos que seguirán pagando la tarifa social sin modificaciones.

• Un tercer sector, de ingresos medios, tendrá un tope mensual de consumo subsidiado de 400 kWh para el caso de la electricidad. El consumo mensual excedente se pagará a precio pleno, se comunicó oficialmente.

De acuerdo con el Registro de Acceso a los Subsidios de Energía (RASE), cerca de 400.000 usuarios corresponden a los ingresos altos; otros 3,5 millones son de ingresos medios y casi 5 millones de ingresos bajos. No se presentaron unos 4 millones de clientes. En el caso de Tucumán, 16.300 usuarios tienen alto poder adquisitivo; otros 97.700 son de ingresos medios y unos 236.000 usuarios residenciales registran bajo consumo o gozan de la tarifa social.

“Estamos trabajando en un sistema de tarifas más justo. En este esquema de redistribución de subsidios buscamos que el Estado acompañe a los sectores de menores ingresos y que quienes puedan afrontar el costo de la energía lo hagan efectivamente”, señaló la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón. “A los ingresos medios, en energía eléctrica se les mantiene el subsidio hasta un tope de 400 kWh por mes. Estamos hablando de un tope de consumo más que razonable, ya que el 80% de la población consume menos que ese valor. Una casa tipo está en el orden de los 200 kWh. Lo que pase ese tope paga el diferencial. Con esta medida buscamos concientizar acerca del uso racional del recurso”, remarcó la funcionaria.

Más allá de estas definiciones, hay algunas cuestiones que restan definir, como así también reglamentaciones y resoluciones que aclaren varias cuestiones vinculadas con la aplicación de la quita de subsidios, que se aplican sobre la generación de energía y no sobre los cargos fijos que, en principio, no registrarán variaciones. Aquí algunas cuestiones que restan definir:

• El universo de usuarios residenciales alcanzados por la quita. Si bien se estableció un tope de consumo, esto no quiere decir que aquellos que no lo superen mantengan los subsidios. Fuentes vinculadas con la actividad energética explicaron a LA GACETA que, por ejemplo, un usuario residencial puede declarar un consumo mensual promedio de 350 kWh que paga una factura de $ 4.000 al mes y, por lo tanto, no se ubicaría entre los afectados por la quita. Sin embargo, si sus ingresos superan el equivalente a 3,5 canastas básicas (unos $ 350.000), automáticamente perderá el beneficio nacional. De igual manera, puede suceder que en el segmento de usuarios de mayor consumo se encuentren familias de escasos recursos que, al no tener acceso a una casa, vivan en condiciones de hacinamiento. Esa franja conservará el subsidio.

• Una de las probabilidades para solucionar el problema de las familias hacinadas es alentar un programa de educación para la eficiencia energética. Según trascendió, la idea es que -para no perder el subsidio- a esos clientes residenciales se les explique cuáles son los sobrecostos de tener heladeras deterioradas o usar calefones eléctricos. El proceso requerirá de tiempo y de una ardua tarea social para visitar a esa franja de la población. En los próximos días, Energía de la Nación designará a una encargada de Planeamiento que tendrá la misión de definir, entre otras acciones, está cuestión.

• El diferencial por el costo de la energía del sistema. Los operadores del mercado energético señalan que el valor del megavatio (MW) es cercano a los $ 13.000, ya que en el invierno incidieron en ese valor, entre otras cuestiones, la importación de gasoil. Pero al llegar la primavera, el MW baja a $ 9.000 y, así, la ecuación de primavera-verano se modifica. Esta es una de las razones por las cuales las empresas de distribución eléctrica no pueden realizar aún simulaciones sobre cómo será el impacto total de la segmentación tarifaria.

• La cuestión política. Las provincias están pidiendo más precisiones al área de Energía de la Nación. De un lado, las distribuidoras como EDET y Gasnor esperan el esquema tarifario antes de definir cuál puede ser el impacto real del nuevo esquema en la factura del período septiembre/octubre. De la misma manera, en los gobiernos provinciales hay inquietud por el efecto político de una medida considerada impopular, pero necesaria para corregir el rumbo de la macroeconomía nacional. Incluso, este martes en Jujuy, los gobernadores del Norte Grande insistirán para que el umbral de quita de subsidios suba a un tope de 600 kWh para los usuarios residenciales de esta parte del país, ya que en el verano las temperaturas suelen ser más elevadas que en el resto del territorio nacional y, por lo tanto, tiende a duplicarse el consumo eléctrico. Paralelamente, el Gobierno nacional procura que la actualización de las tarifas eléctricas no sean tan traumáticas como lo fueron durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri, cuando las correcciones alcanzaron a todo el universo de usuarios, señalan fuentes oficiales.  En esta oportunidad, la quita de subsidios para aquellos casos de mayores consumos e ingresos medios será en tres cuotas. En este sentido, tomando en cuenta el uso masivo de equipos de aire acondicionado en el verano, hay mandatarios que sugieren la posibilidad de postergar el último tramo de quita hacia marzo o abril del año pasado, de tal manera que la factura de la luz no sufra el impacto pleno del mayor consumo entre diciembre, enero y febrero.

• Los efectos del contexto global. Uno de los mayores déficit de la gestión nacional está relacionado con la conducta que hubo en el país frente al conflicto entre Rusia y Ucrania que modificó los precios externos de la energía. A la Argentina le habría costado unos $ 5.000 millones por la suba de valores internacionales de gas y de insumos energéticos. Mientras otros países adoptaron conductas restrictivas para el consumo, con subas de precios graduales, la Argentina no avanzó ni un sentido ni en el otro, comentan analistas. En un momento se llegó a pensar en restringir las competencias deportivas nocturnas como una manera de ahorra electricidad.

• Impacto fiscal. Según un informe de la consultora Equilibra, la mejora fiscal por la segmentación tarifaria se concentraría principalmente en electricidad, ya que la temporada alta de consumo de gas va quedando atrás junto con las bajas temperaturas de esa estación del año. El ahorro total entre subsidios a la electricidad, gas y agua sumaría 0,21 punto porcentual del Producto Bruto Interno (PBI) respecto del escenario actual. Según el Centro de Análisis Económico, si se simula que la segmentación y el tope de consumo residencial para los casos de la electricidad y del gas se hubiesen aplicado a comienzos de año, el ahorro en subsidios hubiera sido de 1,6 punto del PBI respecto del total estimado para este año, sin ningún tipo de segmentación ni tope.

• Efecto en la inflación. En el Gobierno creen que la segmentación tarifaria no debería tener un alto impacto en el precio final de algunas actividades que, a su entender, ya trasladaron los mayores costos. Equilibra, en tanto, indica que el impacto directo que arranca este mes y termina en marzo de 2023, será casi de 2 puntos porcentuales adicionales sobre la inflación general, de los cuales 1 punto se sumaría al IPC de 2022 y el resto impactará en el primer trimestre del año que viene. “Si sumamos el impacto indirecto -suba de costos de los comercios, por ejemplo- el efecto total sobre la inflación podría rozar 3 puntos”, estima la consultora. En síntesis, este año la suba de tarifas energéticas será elevada y el ahorro fiscal de subsidios será bajo, pero esta relación se invertiría en 2023.

• La única verdad será la realidad. Los usuarios residenciales argentinos y, particularmente los 504.000 clientes tucumanos, tendrán certeza acerca del sendero de quita de subsidios energéticos cuando en septiembre/octubre llegue la boleta del servicio. En ese caso, los operadores del sistema sugieren comparar con la factura del bimestre anterior y también el interanual para establecer si el porcentaje de la suba está acorde a lo que significa la segmentación tarifaria. En el Gobierno sostienen que alrededor de 326.000 usuarios residentes en la provincia no deberían registrar mayores cambios si el consumo de electricidad se sostiene en los parámetros de otros períodos. Los subsidios mensuales van desde los $ 1.290 (usuario C1) hasta los $ 9.700 (categoría más alta). Aquellos que resulten afectados por la quita del beneficio pueden llegar a pagar hasta un 100% más de luz por el mayor costo de generación. Eso también se encuentra en una nebulosa.

Clubes de barrio, consorcios, industria y los topes para el gas por zona

- Los clubes de barrio y comedores inscriptos en sus correspondientes registros oficiales mantendrán los subsidios a los servicios públicos, aclaró la secretaria de Energía, Flavia Royón.

- Al referirse a la situación de los consorcios, la funcionaria dijo que “la luz pesa 4% a 5% en las expensas. El gas no va a sufrir modificaciones”.

- “Entiendo que la suba impactará en 1% a 2% sobre el total de las expensas”, indicó Royón. Los consorcios y clubes de barrio están en la categoría “general”, al igual que bancos, shoppings o comercios.

- Royón recordó que a la industria “ya se le retiraron los subsidios”. En energía eléctrica, al segmento medio, se le va a retirar el 20% del subsidio.

- Respecto del gas, dijo que los detalles de cuáles serán los topes en cada zona a partir de los cuales el segmento medio deberá empezar a pagar el precio pleno, se publicarán en los próximos días.

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