Atlético es un "pulpo" que elimina rivales

Atlético es un "pulpo" que elimina rivales

Los “tentáculos” esta vez fueron implacables para deshacerse de Independiente, mantener el invicto (es el único del torneo) y ser líder en soledad.

FOTO DE MATÍAS ESCALERO NÁPOLI / ESPECIAL PARA LA GACETA FOTO DE MATÍAS ESCALERO NÁPOLI / ESPECIAL PARA LA GACETA

¡Atlético solo!… gritan los nenes de la popular. Se podría parafrasear el tango “Leguisamo solo” sobre el mítico jockey uruguayo apodado el “Pulpo”, inmortalizado por Carlos Gardel, para describir el presente de un equipo que amenaza con escribir historia.

Los hinchas del “Decano” dejaron de mirar angustiados la tabla de los promedios y tímidamente ya posan sus ojos sobre las “otras”, de los que compiten, de mínima, por clasificar a alguna copa y, de máxima, por gritar campeón.

En la neblinosa y muy húmeda mañana de Vicente López, al conjunto de Lucas Pusineri no se le mojaron los papeles.

Al contrario, Atlético se aprovechó de un Independiente traumatizado, para embolsar un 1-0 que lo deposita como líder en soledad de la Liga, al menos hasta que Argentinos visite hoy a Banfield. Ah, ¡y es el único invicto del torneo!

Esta ubicación de privilegio no es cosa de todos los días. El “Deca” ya sabe lo que es ser puntero en solitario en Primera, pero lo había sido a nivel zonal, en el viejo Torneo Nacional o en la novedosa Copa de la Liga. A nivel de campeonato de la liga, el liderazgo en exclusiva es una rareza inédita.

“Hoy estamos ahí, sabiendo que tenemos que tener los pies sobre la tierra y seguir por esta senda de tranquilidad sin mirar más allá de que ya dejamos atrás el primer tercio del torneo y de que los objetivos que tenemos son claros desde el comienzo”. La declaración pertenece a Pusineri, renuente a que el vértigo de la cumbre maree a un equipo que hace poco se encontraba al borde del precipicio.

GRAN MOMENTO. Joaquín Pereyra, el conductor de Atlético, trata de controlar la pelota ante la marca de Gabriel Hachen. GRAN MOMENTO. Joaquín Pereyra, el conductor de Atlético, trata de controlar la pelota ante la marca de Gabriel Hachen. FOTO DE MATÍAS NAPOLI ESCALERO / ESPECIAL PARA LA GACETA

Atlético madrugó a un rival deprimido, al que le cuesta levantarse de la cama. El equipo tucumano empezó el domingo bien despierto, ni hablar de Augusto Lotti quien, como sucedió ante Gimnasia, volvió a festejar antes del minuto de juego. Para el “Rojo” fue demasiado: exiliado de su estadio y de su gente tras los violentos incidentes del viernes, en el marco de una crisis institucional sin precedentes, el equipo del interino Claudio Graff fue un alma en pena deambulando por la cancha de Platense.

En contraposición, Atlético pudo desplegar el juego que mejor juega y que más le gusta. Juntó líneas en su campo y se aprestó a salir de contra. En el complemento tuvo cuatro chances netas para sentenciar. Con solidez colectiva y numerosas individualidades destacadas, el único pecado de la visita fue dejar a Independiente con un hálito de vida en el resultado, algo que sobre el final le pudo resultar caro.

Como Leguisamo, Atlético es un “pulpo”, sabe utilizar sus tentáculos para eliminar adversarios de todo tipo y condición.

Son cinco victorias consecutivas, y contando.

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