Al Mundial, con voz de mando argentina

Al Mundial, con voz de mando argentina

Además de Scaloni con la Selección, en Qatar habrá otros dos técnicos nacionales en acción. Martino (con México) y Alfaro (con Ecuador) se suman a una tendencia que se acentuó desde Sudáfrica 2010.

Gustavo Alfaro logró conducir a Ecuador a su cuarta cita mundialista. Gustavo Alfaro logró conducir a Ecuador a su cuarta cita mundialista.

Hay muchas verdades sobre el fútbol argentino. Una es que, además de ser un semillero de jugadores, también lo es de técnicos. Al menos desde 2010, en situación de selecciones y cuando un Mundial se acerca, el tema cobra fuerza, con nacidos en nuestro país integrando planteles que procuran ir por la gloria.

Echamos un vistazo a los registros de los últimos tres Mundiales:

En Sudáfrica 2010, a la presencia de Diego Armando Maradona como conductor de Argentina, se sumó la de Gerardo Martino en Paraguay y la de Marcelo Bielsa en Chile.

Brasil 2014 tuvo, además de a Alejandro Sabella sentado en el banco argentino, a Jorge Sampaoli en el de Chile, y a José Pekerman en el de Colombia.

EN LA “TRICOLOR”. Gerardo Martino, pese a la duras críticas, llevó a México a su 17° Mundial. EN LA “TRICOLOR”. Gerardo Martino, pese a la duras críticas, llevó a México a su 17° Mundial.

Rusia 2018 contó con Sampaoli dirigiendo a la Selección. Y también a Pekerman con Colombia, a Ricardo Gareca con Perú, a Héctor Cúper con Egipto y Juan Antonio Pizzi con Arabia Saudita.

En Qatar 2022 volverán a ser tres los técnicos argentinos dirigiendo en un Mundial: Lionel Scaloni al frente de la llamada “Scaloneta”; Gustavo Alfaro con Ecuador y Martino con México. Pudieron volver a ser cinco (como en Rusia), pero Rodolfo Arruabarrena (con Emiratos Árabes) y Gareca (con Perú) se quedaron a las puertas al caer con sus equipos en series Repechaje. Ambos con un mismo verdugo: Australia.

Sacando a Scaloni, los otros dos entrenadores mundialistas argentinos llegan precedidos de historias con distintos aristas.

Lo de Alfaro llevando a Ecuador a su cuarto Mundial fue un pequeño gran milagro. Iniciado en Atlético de Rafaela en 1992, su carrera como entrenador reconoce pasos por 14 clubes (entre ellos San Lorenzo y Boca). Es que cuando se hizo cargo del “Tri”, eran muy pocos los que creían que podría enderezar el rumbo de un equipo con jugadores que carecían del punch necesario para momentos extremos. Pero lo terminó clasificando a Qatar a una fecha del final. Por eso, cuando las Eliminatorias terminaron, 60.000 personas lo ovacionaron en el Monumental de Guayaquil. Él tomó el micrófono y dijo. “Ecuador hoy está de pie y dice presente al mundo. Es el inicio de algo muy importante”.

“ALBICELESTE” GANADOR. Lionel Scaloni alcanzó una impresionante serie invicta al frente de la Selección. Lleva 33 partidos sin derrotas, a cuatro del récord histórico de Italia. “ALBICELESTE” GANADOR. Lionel Scaloni alcanzó una impresionante serie invicta al frente de la Selección. Lleva 33 partidos sin derrotas, a cuatro del récord histórico de Italia.

Martino, antes de recalar como seleccionador mexicano (en un puesto que pese a clasificar al equipo al Mundial no lo eximió de recibir salvajes críticas), hizo una carrera de alto impacto en clubes y equipos nacionales. Con Libertad y Cerro Porteño ganó varios títulos en Paraguay. Con Newell´s también fue campeón. Entre 2007 y 2011, fue técnico de la selección de Paraguay, y la clasificó a Sudáfrica 2010. Entre 2014 y 2016 fue entrenador de Argentina y llegó a disputar dos finales de Copa América (2015 y 2016). En su foja de servicios figura también haber sido DT de Barcelona. El “Tata”, aunque bastante cuestionado por parte de los fanáticos y de la prensa (sobre todo por la falta de gol del equipo), cuenta con el apoyo de sus jugadores. En las Eliminatorias de la Concacaf le ganó a El Salvador en el último partido y logró una plaza mundialista siendo 2° en la tabla, detrás de Canadá.

Ni suerte ni soluciones mágicas. Se sabe, en el fútbol generalmente mandan los resultados. Y para llegar a ellos, hace falta trabajo y conocimiento. Eso es algo que los entrenadores argentinos tienen. Y el mundo lo sabe.

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