“Vemos un Presidente obsesionado con cumplir los designios de su Vice en materia de Justicia”

“Vemos un Presidente obsesionado con cumplir los designios de su Vice en materia de Justicia”

Jimena de la Torre, la opositora que ganó la elección de representantes de los abogados en el Consejo de la Magistratura de la Nación, sostiene que la participación de los ciudadanos es esencial para consagrar una Justicia eficiente y transparente

El kirchnerismo castiga a la Corte Suprema de Justicia de la Nación porque no le gustan sus fallos. Y mientras porfía por controlar al superior tribunal, la Justicia Federal, en las provincias, cuenta con una estructura limitada que le impide dar respuestas a la población con eficiencia. Sólo la demanda de la ciudanía podrá revertir esta situación y forjar una Justicia más cercana y más transparente. Estos son algunos de los principios y valores que reivindica Jimena de la Torre, la candidata de Juntos por el Cambio que en abril pasado ganó con el 60% de los votos la elección para representar a los abogados en el Consejo de la Magistratura nacional.

La consejera (fue funcionaria de la AFIP durante la presidencia de Mauricio Macri) estuvo el miércoles en La Rioja y desde allí, por auto, viajó a Catamarca, donde participó de las XXX Jornadas Nacionales del Foro Federal de Consejos de la Magistratura y Jurados de Enjuiciamiento de la República Argentina (Fofecma). Fue su última escala antes de arribar a Tucumán.

“Estas visitas tienen que ver con un compromiso que asumí: acercarme a la matrícula, a los abogados, estar cerca, escucharlos, para llevar sus pedidos y sus reclamos al Consejo de la Magistratura de la Nación”, manifiesta, en la entrevista con LA GACETA.

- ¿Qué demandas viene recogiendo en el camino?

- Ahora estuve hablando con el juez federal de La Rioja (Daniel Rubén Herrera Piedrabuena) y me interiozaba de situaciones que necesitan ser atendidas. A la Justicia Federal, huelga decirlo, no sólo llegan cuestiones de corrupción. Los jubilados litigan en la Justicia Federal y a veces pasan años hasta que logran una sentencia. Los amparos de salud y las cuestiones que tienen que ver con las obras sociales y las prepagas, en su gran mayoría, también van al fuero federal. En contraste, un grupo abogados de La Rioja me planteaba que en esa provincia hay un solo Juzgado Federal, que es multifuero. Van todas estas causas, más las tributarias y las penales. Y cuando hay que apelar, tienen que hacerlo ante la Cámara Federal de Córdoba: los jubilados deben hacer 500 kilómetros y contratar abogados cordobeses para que los defiendan en sus reclamos. Entonces, una Justicia Federal que funcione de manera eficiente y eficaz, con celeridad y cercanía a la gente, es fundamental para los argentinos. En esa tarea estamos.

- Usted está recorriendo el NOA de manera concomitante con la reciente y sorpresiva visita del presidente de la Nación, Alberto Fernández, a Milagro Sala en Jujuy. Él aprovechó la oportunidad para fustigar, nuevamente, a la Corte Suprea de Justicia de la Nación. Esta conducta discursiva, ¿es una tendencia del oficialismo o está recrudiendo ahora?

- Yo integro una agrupación que se llama Abogados en Acción. Nos constituimos para defender la república, y especialmente la independencia del Poder Judicial, frente a un avance que es muy claro. Un avance que intenta permanentemente cooptar la Justicia, colonizarla, para romper con el equilibrio de los tres poderes del Estado que hacen al sistema republicano. Y a partir de ahí no solamente lograr impunidad, sino también perpetuarse en el poder. Cuando decidimos ir al Consejo de la Magistratura, ese fue el objetivo que nos propusimos: contribuir desde adentro a defender la independencia del Poder Judicial. Porque lo que vemos es un Presidente de la Nación obsesionado con cumplir con los designios de su Vicepresidenta en materia de Justicia. En los tres discursos de apertura de sesiones ordinarias del Congreso, (el mandatario) mencionó la “necesidad” de una reforma de la Justicia. Y cada vez que tiene oportunidad insiste con eso. Ahora proponen una Corte Suprema nacional con 25 miembros. Y en la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires quieren ir con una corte de 15. Vemos entonces que permanentemente intentan manipular la Justicia. Enfrente, la realidad de la Justicia es muy compleja, como lo atestigua el caso de La Rioja, para mencionar sólo un ejemplo. Ese tipo de Justicia no es Justicia, porque llega muy tarde. Ahí es donde debemos estar.

- Le toca llegar al Consejo de la Magistratura en momentos en que el kirchnerismo intentaba de manera fallida una tercera reforma de ese órgano constitucional. La conformación original fue de 20 miembros, pero se lo redujo a 13 en 2006, se intentó ampliarlo a 19 en 2013 y este año se buscó ampliarlo a 17. El elemento común en los tres casos consistió en que la Corte no podía ocupar la presidencia de esa institución. ¿A qué responde ese patrón?

- Recordemos que fue Cristina Fernández de Kirchner, cuando era senadora nacional, la que impulsó la reducción de la Corte Suprema de Justicia a cinco miembros (N. de la R.: el menemismo la había ampliado a nueve integrantes), volviendo al esquema del superior tribunal que se mantuvo estable prácticamente durante 100 años. En aquel momento fundamentó esa reducción con argumentos institucionales sólidos. ¿Ahora resulta que tenemos que tener 25 miembros? No entendemos muy bien qué cambió. O, en todo caso, lo distinto ahora es que la Corte no está dictando las sentencias que el oficialismo quiere. Entonces, como no les gusta el contenido de esos fallos, deciden que tienen que castigarla. ¿Cómo la castigan? Sacándola del Consejo de la Magistratura. Otro dato al respecto: en 2006, cuando Cristina reduce el Consejo de la Magistratura a 13 miembros, a los abogados, dado que sus representantes se habían resistido abiertamente a esa reforma, se los dejó afuera de la Comisión de Selección de Jueces. Los abogados de la Argentina se quedaron sin voz ni voto allí. Es algo muy común en ellos: “no me gusta lo que decís, entonces te castigo, te excluyo, te dejo afuera”. Ahora (se volvió a la integración primigenia de 20 miembros) recuperamos esos espacios para trabajar y auditar los proyectos de selección de los magistrados.

- Usted ha hecho hincapié, reiteradamente, en que el Consejo de la Magistratura de la Nación debe estar abierto a la ciudadanía. ¿Esa es una mejora que se adeuda el Consejo?

- Viniendo de una agrupación ciudadana como es Abogados en Acción, creo que la participación de la ciudadania en los procesos de selección de los jueces es fundamental. Esos procesos deberían tener diferentes etapas que pudieran ser auditadas por la sociedad. El Consejo de la Magistratura tiene audiencias públicas y también son públicas las entrevistas a los candidatos. Pero tenemos también exámenes escritos que son secretos y, en principio, anónimos. Pero también sabemos que ese anonimato no es tal porque, finalmente, siempre encuentran la manera en que se conozca la identidad del postulante al que el poder quiere beneficiar. Me pregunto, frente a esto que sigue sucediendo, si no serían mejores los exámenes orales y que seamos los ciudadanos los que estemos mirando esos exámenes. O, como alternativa, que los exámenes escritos queden publicados en el Consejo de la Magistratura, para que la gente pueda ver cómo fueron corregidos. Tal vez eso sea más sano que la búsqueda de un anonimato que termina generando un efecto inverso al buscado.

- En el caso tucumano, hay hermetismos que están instaurados en poderes, como el Legislativo, a la hora de prestar acuerdo a un postulante a juez, acto que cierra el proceso de selección. Por Reglamento, al momento de tratar el pliego del candidato remitido por el Poder Ejecutivo, el asunto no se abre a debate y los legisladores no pueden justificar su voto a favor o en contra: sólo deben pronunciarse afirmativamente o negativamente, sin emitir ninguna razón. Ello a pesar de que el sistema repúblicano demanda que cada decisión sobre la cosa pública sea debidamente fundada.

- Hay inclusive sistemas provinciales, como el de Santa Cruz, donde directamente el Consejo de la Magistratura local debe tener, por ley, sesiones secretas. A los consejeros se los amenaza con sanciones si comentan el contenido de esos encuentros. La verdad es que nos queda mucho recorrido en todo el país, a nivel de la Justicia, en materia de transparencia y participación ciudadana. Esto de no poder emitir opinión en un parlamento respecto de determinados asuntos afecta, inclusive, la libertad de expresión.

- ¿Cuál es su balance general, en su recorrido por distintas provincias, sobre la calidad institucional en materia Poder Judicial y de Consejos de Magistratura?

- Creo que los ciudadanos tenemos que involucrarnos. Tenemos un camino por recorrer todavía. Y debemos impulsar esos cambios desde abajo hacia arriba. Debemoms exigir un mejor servicio de Justicia. Para ello tenemos que elegir a los mejores jueces. Y para eso necesitamos los mejores procesos. Si esos procesos funcionan en el marco de Consejos de la Magistratura, esas instituciones deben funcionar de manera eficiente y transparente. Los ciudadanos somos quienes debemos exigirlo.

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