Atlético: un fútbol muy diferente

Atlético: un fútbol muy diferente

El “Decano” y el “Rojo” agotaron las 22.000 localidades que se pusieron a la venta

REPLETO. Una gran cantidad de hinchas “decanos” dijeron presente en el estadio “23 de Agosto” para ver a su equipo. REPLETO. Una gran cantidad de hinchas “decanos” dijeron presente en el estadio “23 de Agosto” para ver a su equipo. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA

Siete años pasaron para que Atlético vuelva a jugar en San Salvador de Jujuy. Lejos en el tiempo quedaron aquellos partidos contra Gimnasia de Jujuy, Talleres de Perico y Altos Hornos Zapla. Con el “Lobo” jugó generalmente en Primera Nacional, con los otros en el olvidable Argentino A, cuando el fútbol era diferente. Distinto por la categoría y también por cómo se lo vivía. Por empezar, salvo contadas excepciones, no había transmisiones televisivas, las redes sociales casi no existían y mucho menos transmisiones por streaming.

Motivo por el que, para seguir a los tuyos, debías recargar las pilas de la radio o armar el bolsito y viajar. O bien, como última opción, esperar por las imágenes de los goles en los noticieros al otro día. Por eso era común que cinco, ocho, diez mil personas se trasladen a diferentes ciudades, por un par de días, persiguiendo una pasión.

La mejora deportiva de Atlético acompañó el proceso de desarrollo tecnológico y de la involución social en cuanto a comportamiento y ahí, agazapados, los empresarios vieron la oportunidad y la aprovecharon. En el fútbol argentino, desde el segundo semestre del 2013 se juega sin público visitante. Apenas, si a veces, hinchas de River y Boca se disfrazan de “neutrales” para presenciar encuentros fuera de La Bombonera” o el Monumental. El resto de los equipos, se tiene que conformar con repetir el hermoso ritual de ir a la cancha solamente dos veces por mes, cuando su club juega de local. Para todo lo demás existe el gran negocio de la televisión.

En las contrariedades que el fútbol argentino nos entrega a diario, la Copa Argentina se juega en cancha neutral y con ambas hinchadas. Para el fanático es un gol de mitad de cancha porque, al menos cada tanto, tiene la posibilidad de armar el bolso y encarar la ruta, mate en mano, música, asados, historia y anécdotas de por medio.

Ayer, Atlético e Independiente, demostraron una vez más que ese fútbol colorido que todos recordamos es posible. Sólo falta que las autoridades se comprometan a organizar eventos como el de anoche que activan, por supuesto, la actividad turística que sigue golpeada mientras salimos de la pandemia.

Jujuy recibió a miles de simpatizantes que llegaron en mayor medida desde Tucumán, Salta y Santiago del Estero. La excusa fue un partido de 16vos. de final de copa, pero en el fondo, todos sabemos que la masividad de viajeros se debe a las miles de piedras que ponen en el camino aquellos que ven el fútbol como un negocio y que es explotado sólo para intereses particulares.

Anoche ganó Jujuy. Por eso el Gobierno local postuló al “23 de Agosto” como sede, entre otras cosas para mostrar el coqueto parque lineal Xibi Xibi (con una ingeniería premiada a nivel mundial), a la vera del río Chico, una modesta pero cuidada plaza Belgrano y una limpieza absoluta dentro de la ciudad, que sorprendió a más de uno.

Ojalá partidos como los de anoche no sean una excepción a la regla y pronto podamos disfrutar de eventos que, con una buena organización, se pueden realizar. Está probado.

No se detiene

Luego del partido, Atlético regresó al hotel para cenar y emprender el viaje que los traerá nuevamente en nuestra provincia. Hoy por la tarde el plantel volverá a las prácticas, pensando en el partido del lunes con Godoy Cruz.

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