Imputan al falso médico que trabajó en un sanatorio del sur

Imputan al falso médico que trabajó en un sanatorio del sur

El terapista Martínez, denunciante del “médico trucho” Bustamante, fue separado del rol de querellante, situación que calificó de inconcebible

El falso médico Enrique Bustamante fue imputado ayer por el Ministerio Público Fiscal de los delitos de usurpación de títulos y honores y ejercicio ilegal de la medicina. Entre las medidas preventivas que se le impuso aparecen la prohibición de salir del país, la obligación de fijar un domicilio y de concurrir a tribunales cada vez que sea citado.

El denunciante del caso, el terapista Sergio Guillermo Martínez, fue separado de su rol de querellante, pese a que en un principio había sido aceptado como tal. La Justicia entiende que fueron la Salud Pública y la Administración Pública las damnificadas por el procedimiento del impostor. El falso galeno utilizó la identidad y el título de Martínez para desempeñarse durante varios años en el Sanatorio Jesús María.

Los cargos contra Bustamante se formularon durante una audiencia pública que se realizó en el Centro Judicial de Concepción y que fue encabezada por el juez Raúl Fermoselle. Fue la auxiliar de fiscal, María Emilia López Delgado, de la Unidad Fiscal de Decisión Temprana, quien expuso los pormenores del proceder del imputado de 39 años, acusado de haber trabajado en el Jesús María prestando servicio como médico en la Unidad de Terapia Intensiva. En el mismo centro asistencial disponía de un consultorio en el que prescribió tratamientos y recetas médicas, suministró medicamentos y firmó historias clínicas de pacientes bajo la identidad, nombre y matrícula del terapista Martínez.

López Delgado precisó que Bustamante reconoció que ejerció la medicina en el Jesús María sin título habilitante ni autorización, utilizando una identidad distinta a la suya, comprometiendo con su conducta la salud pública y la administración pública. Entre las evidencias con las que cuenta la fiscalía, a cargo de Miguel Varela, la auxiliar López Delgado detalló las declaraciones testimoniales de familiares de pacientes atendidos en el sanatorio, declaraciones de empleados del centro asistencial, informes de inspección y de la Facultad de Medicina. A través de esta última se acreditó que el acusado es estudiante regular de la carrera. La inició en el 2002, la abandonó años después y se reinscribió este año. Después de dos meses de haberse iniciado la investigación, el viernes pasado Varela ordenó un allanamiento en la casa de Bustamante, en la capital, donde procedió al secuestro de su teléfono celular.

De Fermoselle

El juez Fermoselle dijo que las medidas adoptadas son las primeras en un proceso de investigación en la que la fiscalía tendrá que determinar si hay otras responsabilidades por lo ocurrido con el “falso médico”. “Por ahora se consideró que Bustamante ha incurrido en una conducta que generó perjuicio a la Salud y a la Administración Pública. Más adelante el Ministerio Público verá si aparecen elementos que hayan provocado perjuicio a Martinez”, expuso el magistrado.

A partir de la decisión de Varela de separarlo como querellante de la causa y frente a otras presuntas irregularidades, el terapista Martínez adelantó que va a pedir el juicio político contra el representante del Ministerio Público. “El que descubrió el caso y lo denunció fui yo por pura casualidad. Y lo hice no sólo por el perjuicio que me ocasionaba ejerciendo la medicina con mi nombre y título, sino también por la gente que confiaba su vida en un impostor”, apuntó.

“Es inconcebible que se me haya separado como querellante y que por ahora los directivos del sanatorio, ni nadie responsable de la fiscalización sanitaria en la provincia, hayan siquiera comenzado a ser investigados. La causa está destinada a victimizarlos. Es insólito”, apuntó el terapista.

Carlos González, hijo de una paciente fallecida en la terapia del Jesús María cuando Bustamante estaba a su cargo, dijo que junto con una veintena de personas que perdieron a sus seres queridos cuando estaban en manos de Bustamante, se aprestan a formular una denuncia judicial contra los directivos del sanatorio y otros responsables. Hablan de una omisión o negligencia que comprometió la vida de muchas personas.

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