“Declaracionismo” del Norte Grande

“Declaracionismo” del Norte Grande

06 Junio 2022

Benito Carlos Galdós

Constitucionalista

La semana que pasó fue de intensas reuniones de gobernadores y representantes de las 10 provincias del Norte Argentino reunidas en Tucumán para efectuar justos reclamos al Gobierno central porque consideran que la Región sufre discriminación en torno a combustible. Podría denominarse “la crisis del gasoil” y las autoridades nacionales respondieron negando todo tipo de discriminación y tratándose, además, de otros temas relacionados con las desventajas comparativas del Norte Argentino respecto del área central de la República (ver LA GACETA del viernes 28 y del sábado 29 de mayo).

La décima Asamblea del Consejo Regional del Norte Grande, celebrada en nuestra provincia, es un hecho positivo en tanto se reúnen los gobernantes en reclamos comunes como el abastecimiento de gasoil y la provisión de gas para la industria, además de tratar las asimetrías de las compensaciones tarifarias con relación al AMBA y otros temas que afligen a las provincias de la Región.

Este hecho del reclamo conjunto es el signo de un nuevo camino para restablecer, aunque sea en parte, las grandes diferencias económico-sociales del Norte y otras regiones con relación al centro hegemónico del área central del país, situación de inferioridad desde la misma vida constitucional de la República, que llevo no a la crisis sino a la inexistencia del Federalismo proclamado en el art. 1 de la Constitución Nacional. El armado del actual Norte Grande consiste en un programa de 25 puntos estratégicos y necesarios para la defensa de la economía regional y su importancia para la vida de los norteños con un sistema de rotación en cada una de las provincias y reuniones donde se tratan los problemas y se buscan soluciones en conjunto.

Pero en el andamiaje del sistema, por ejemplo la “comunicación bioceánica “ o sea el trazado de rutas Este–Oeste desde el acceso a los puertos chilenos del Pacífico hasta los accesos a la cuenca del río Paraguay, Paraná y la conexión con los puertos del sur brasileño en el Atlántico. Puede actualmente el Consejo Regional del Norte Grande tener la influencia decisiva para esta obra que significaría romper el embudo que llevó todo el tránsito al centralismo, deformación del propio sistema federal del país.

Digamos en conclusión que el actual sistema del Norte Grande, fuera de las luchas individuales, no posee la fuerza política suficiente para las grandes transformaciones que se necesitan; no obstante es un encuentro de las provincias más allá de su signo político pues actualmente conviven en el Consejo Regional gobernadores de distinto signo político, lo cual demuestra un avance de la conciencia regional, sustancial para poder afrontar nuevos desafíos .

Andamiaje constitucional de la región

En la reforma Constitucional de 1994 se echaron las bases para lo que denominamos Federalismo Regional, un conjunto normativo que sintetizaremos: 1 La norma que permite a las provincias la “creación de regiones para el desarrollo económico y social, y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines…” (Art.124 C.N.). Y la efectividad de la norma se encuentra estrechamente ligada a que conformaba el régimen de Coparticipación de Impuestos. A nuestro entender el fracaso más grave de la clase política argentina es de que hasta el presente no pudo sancionar un régimen de reparto impositivo, sin el cual resulta imposible la creación de regiones. Al respecto, el Art. 75, 4° párrafo, estatuye que la Coparticipación “dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional”. Si bien es cierto que la misma norma posee una cláusula contradictoria que la coparticipación se efectuará en relación directa con las competencias, servicios y funciones de cada una de ellas, la solución proviene del mismo Art. 75 inciso 19, que estatuye que el Congreso puede “promover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones”.

La clase política argentina jamás -¡En 28 años!- pudo dictar una Ley de Coparticipación “equitativa y solidaria”, como manda el texto constitucional. Uno de los tantos proyectos fue redactado por el economista tucumano Manuel Figueroa y quien esto escribe, que, esencialmente, preveía separar de toda la masa impositiva un 10% para apoyar a las regiones que se vayan creando y administradas por la autoridad regional. Esencialmente la Región debía integrarse con una Junta de Gobernadores, un Parlamento Regional y una Corte de Casación Regional, proyecto que nunca pudo concretarse.

Cuando a instancias de un grupo de entusiastas se creó la Región NOA, suscripta por seis provincias y jurada en la Casa Histórica de esta provincia, el gobernador de Tucumán, Ramón Ortega, se ausentó a Miami y se concluyó la experiencia regional.

El actual Consejo Regional del Norte Grande es un avance, como se ha dicho, de la conciencia regional, pero sin contar con fondos genuinos y obligatorios de un nuevo sistema de reparto tributario, no podrá más que unificar reclamos al poder central. Y mientras la mayoría de estos gobernadores del Norte Grande se reúnan y soliciten la ampliación del número de jueces de la Corte Suprema, cuestión absolutamente ajena al desarrollo regional, no existen mayores esperanzas, sino que se persista en la triste realidad de postergación regional y el mero declaracionismo.

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