San Martín: el efectivo plan "B"

San Martín: el efectivo plan "B"

De Muner cambió el esquema y San Martín recobró su hambre voraz. Generó situaciones y, si bien falló en la definición, justificó la victoria sobre Tristán Suárez.

EN EL MOMENTO JUSTO Y EN EL LUGAR INDICADO. Miritello aprovechó la que tuvo y la mandó a guardar. Hizo todo bien en la jugada del 1-0; inició el ataque y se anticipó al arquero de buena manera.  EN EL MOMENTO JUSTO Y EN EL LUGAR INDICADO. Miritello aprovechó la que tuvo y la mandó a guardar. Hizo todo bien en la jugada del 1-0; inició el ataque y se anticipó al arquero de buena manera. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO

La premisa era clara y estaba cantada. San Martín debía volver a ganar luego de dos empates que le habían frenado el envión y porque el triunfo de Belgrano en el amanecer de la fecha lo obligaba a sumar de a tres para no perder más terreno en los primeros puestos. De eso tomó nota Pablo De Muner, movió las fichas y el equipo renovó su hambre voraz, ese que había perdido en las últimas jornadas.

El DT dejó de lado el 4-3-3 que había sido una fija en lo que va del campeonato y apostó por un 4-1-3-2 con el que intentó ser más directo, más punzante en los metros finales y meter más gente en el área enemiga. Y la apuesta le salió redondita.

Como cada equipo que visita La Ciudadela, Tristán Suárez apostó a una estrategia recontra conocida, pero no por eso menos efectiva. Dos líneas de cuatro, muchos futbolistas detrás de la línea del balón y la idea clara de apostar a una equivocación del dueño de casa. Pero lo mejor que hizo San Martín en esta ocasión fue la velocidad para hacer correr la pelota y la buena movilidad de sus jugadores.

Esta vez ese “toqueteo”, una marca registrada de su entrenador, fue eficaz. Moviendo le bola con rapidez y precisión comenzó a encontrar los espacios para lastimar al “Lechero”. Antes del gol de Juan Miritello, el “Santo” ya había hecho figura a Cristian Correa (tuvo dos tapadas claves, una a Federico Jourdan) y el palo le había ahogado el grito de gol a Nicolás Sansotre.

Curiosamente por cómo había sido el trámite del primer tiempo, San Martín destrabó el juego gracias a un contragolpe. Miritello inició el ataque, abrió a la derecha para Diego Sosa y salió despedido hacia el área.

El ex Argentinos lanzó un centro-asistencia y “Miri” hizo la del “9” goleador: atacó el balón en el primer tiempo, se tiró con los dos pies hacia adelante y la mandó adentro. Gol y 1-0.

Con la ventaja en el bolso, el trámite no se modificó en absoluto. Los rivales a San Martín casi nunca le juegan golpe por golpe porque saben que eso significa casi suicidarse.

En las bandas siguió estando el negocio de un dueño de casa hambriento. Miritello y el ingresado Lucas Cano tuvieron el 2-0 y Sansotre le rompió las manos a Correa.

MOVEDIZO. Jourdan generó desequilibrio por las bandas y complicó siempre. la gaceta / fotos de inés quinteros orio MOVEDIZO. Jourdan generó desequilibrio por las bandas y complicó siempre. la gaceta / fotos de inés quinteros orio

Lo malo del “Santo” en esta ocasión estuvo, una vez más en la finalización de las jugadas, un error al que todavía no le encuentra solución.

Erra mucho San Martín. Necesita generar muchas situaciones para convertir un gol, y en una categoría tan cerrada en la que los partidos se definen casi siempre por detalles, es una necesidad ser contundente.

Ese fue el déficit que dejó con vida a un Tristán Suárez que, con nada por perder, recién en los últimos 10 minutos adelantó sus líneas buscando un pelotazo salvador.

Pero el “Santo” se aferró a la ventaja y terminó festejando un triunfo clave. Sigue a cuatro puntos de la cima y ahora tendrá dos semanas para recobrar energías, corregir errores, aceitar el funcionamiento, elegir los refuerzos que puedan darle el salto de calidad y asentarse de cara a un final de torneo en el que deberá explotar sus cualidades.

Sí; San Martín supo cambiar a tiempo y quedó claro que tiene un plan B, para cuando el que más conoce no resulta efectivo.

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