Tras dos años de pandemia: ¿Cuánto falta para que la covid-19 sea como una gripe??

Tras dos años de pandemia: ¿Cuánto falta para que la covid-19 sea como una gripe??

Entre julio y agosto podría producirse un repunte. "El sistema inmunológico de la población, en general, irá adaptándose", dice el infectólogo Mario Raya.

RECOMENDACIONES. El Siprosa insta completar las vacunas para enfrentar mejor una cuarta ola. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL RECOMENDACIONES. El Siprosa insta completar las vacunas para enfrentar mejor una cuarta ola. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Las previsiones sobre el fin de la crisis sanitaria causada por el coronavirus se han estrellado, varias veces, contra la realidad. Primero, creímos en la inmunidad de rebaño hasta que al cabo fue descartada como una meta única o infalible. Después, se pensó que la vacunación universal iba a ser la solución. Pero el objetivo ha ido perdiendo impulso porque las campañas no avanzan de manera pareja en todos los países. Así las cosas, lo único que todavía nos queda como esperanza es la tan mentada transición de una pandemia a una endemia. Pero, ¿cuánto falta para ello? Llevamos dos años escuchando que el Covid-19 será una suerte de gripe estacional. Quizás, ¿eso está sucediendo?

"Cuando se habla de pandemia se tienen que verificar dos condiciones: que la enfermedad afecte a más de un continente y que haya transmisión comunitaria; es decir, que no se trate de casos importados", define el infectólogo Mario Raya, subdirector del Centro de Salud. Una endemia, en cambio, hace referencia a una enfermedad que se mantiene constante en una población o región y con una propagación relativamente controlable, prosigue. Efectuadas estas definiciones, el médico expresa que todavía nos encontramos en pandemia. "Y hasta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no avise lo contrario, seguiremos bajo esta calificación", añade.

Afortunadamente y pese a las oleadas en distintas partes del planeta, los casos no son ni tantos ni tan graves como antes. Pero aún resta para que el coronavirus cambie de etapa, especifica. "Mientras sigan apareciendo variantes del virus original, seguiremos siendo susceptibles a los contagios. De ahí la importancia de la vacunación", enseña.

- ¿Qué significa que el coronavirus pasará a ser una enfermedad endémica?

- Que tendremos un mayor control de quienes se infecten y se enfermen. Cuando esto surgió, todos éramos vulnerables. Se trataba de un virus nuevo para el sistema inmune humano. Y no teníamos ni medicamentos ni vacunas. Hoy, con los cuidados y con la vacunación el escenario está cambiando.

El trayecto para salir de la pandemia podría suceder de distintas maneras. Por un lado, podría tomar el camino de la gripe, que infecta a muchísimas personas sin matarlas. Por otro, podría seguir la ruta del dengue, que enferma y mata en los casos graves. "La gripe constituye una enfermedad infecto contagiosa que prevalece los 12 meses del año, aunque con mayor efecto durante el invierno. Suponemos que el coronavirus se comportará de manera similar: el sistema inmunológico de la población, en general, irá adaptándose y tendremos anticuerpos para las distintas variantes. Pero seguirá siendo una patología respiratoria que obligará a los médicos a extremar los controles, especialmente ante los pacientes con inmunocompromiso", razona.

Y mientras algunos países pasan página (como España, que le ha dicho adiós a los test y a los aislamientos), otros decretan férreos confinamientos (como China, que ha sometido a Shanghai a medidas tan extremas como las de aquel apocalíptico 2020, o Nueva York, que ha decretado el nivel alto de alerta). Sucede que, en estos momentos, la realidad respecto a la pandemia es confusa y contradictoria. Argentina no escapa a esa incertidumbre. Los casos han vuelto a repuntar. El lunes último, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, declaró que el país acababa de entrar a la cuarta ola.

Según las cifras de la cartera de Sanidad nacional, los contagios se han duplicado. En los últimos siete días hubo casi 34.000 contagios en comparación con los 17.000 reportados la semana anterior. "Se observa un aumento de las infecciones. No obstante, esto era esperable. Se venía anunciando para esta fecha debido a las bajas temperaturas", declara el ministro de Salud de Tucumán, Luis Medina Ruiz, durante una charla con este diario. También él refuerza que la pandemia no ha quedado atrás, aunque reconoce que nos encontramos en otra instancia. "Si seguimos vacunándonos, no deberíamos tener una ola como las anteriores. Por lo menos, no debería haber pacientes graves", contesta.

Ómicron tiene dos variantes: BA.1, la forma inicial, y BA.2, la que predomina actualmente en el mundo. Además, se cree que es inminente la llegada de XE, una nueva variante híbrida del coronavirus. Esta mezcla elementos genéticos de ambas y la información al respecto aún es reciente. Fue detectada en el Reino Unido el 19 enero pasado. Desde la mirada de Raya, resulta previsible que entre junio y agosto debamos afrontar esta nueva oleada. "La cuarta ola llegará. No será catastrófica, pero llegará. No vamos a poder frenarla. Por eso es importante que tengamos los refuerzos", asegura el infectólogo.

Y aunque él mismo y sus colegas lo hayan dicho hasta el hartazgo, reitera otra enseñanza de esta pandemia: puede que las vacunas no nos libren de un contagio, pero sí nos dan una protección significativa contra la internación, la enfermedad grave y la muerte.

Así las cosas y en la antesala de un probable repunte, el doctor Gustavo Costilla Campero, jefe del Servicio de Infectología del Hospital Padilla, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y docente de Salud Pública de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) remarca que todas las vacunas sirven. "Si la cuarta ola es generada por variantes que han circulado anteriormente, las vacunas seguirán siendo efectivas. Mantienen sus propiedades de neutralización en presencia de las cepas que conocemos", afirma, en tono catedrático. La mala noticia es que si llegara a surgir una mutación novedosa, cabría la posibilidad de que el virus se escape. Pero hasta ahora, eso no ha sucedido, aclara enseguida.

Finalmente, el infectólogo Gonzalo Tomás agrega otro punto a favor de la vacunación, pues plantea que incluso puede ayudar a evitar el long covid. "Hemos leído que no hay una respuesta definitiva, pero cada vez más estudios indican que tal vez sí. Si bien la evidencia todavía es discordante, se está inclinando la balanza hacia una reducción en la incidencia de covid persistente. Algunos expertos señalan que puede ser de hasta un 50 %", precisa.

En definitiva, una endemia no quiere decir que la enfermedad haya acabado. Significa vivir con una enfermedad que no ha sido o no ha podido ser erradicada y hay que aprender a manejarla, cierra Raya.



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