Cuidar el alto de los árboles en las ciudades

Cuidar el alto de los árboles en las ciudades

02 Mayo 2022

La emergencia ocurrida a fines del año pasado con la caída de un árbol sobre cinco niños en el parque Avellaneda ha generado inquietud en la comunidad, que se ha expresado en la exposición del intendente capitalino en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante, en cuanto al relevamiento del estado de los ejemplares arbóreos en la ciudad y al reemplazo de los que estaban en riesgo, que se ha ido realizando en estos meses. “Tucumán no puede darse el lujo de tener árboles muy altos en sus calles”, dijo hace pocos días el propietario de una empresa dedicada a la extracción de árboles.

En este sentido, el principal desafío que afrontan los gobiernos municipales es que se requieren grúas con una extensión importante, así como personal y equipos. El ingeniero agrónomo Alfredo Grau, uno de los editores de la Guía de Arbolado de Tucumán, dijo que es razonable que ante el peligro potencial, las administraciones decidan extraer algunos ejemplares, aunque advirtió que eso no significa “salir a tirar todos los árboles indiscriminadamente”. “Esto exige un análisis técnico que no cualquiera puede realizar. Afortunadamente, en los últimos años las distintas municipalidades del Gran Tucumán han desarrollado buenas capacidades”, valoró.

Explicó que en las calles no se deben instalar árboles demasiado altos y que hay una herencia de eucaliptos, plantados en la primera mitad del siglo XX, que son un riesgo enorme. “Se trata de árboles forestales. Eventualmente, podrían tener un lugar en los parques, pero aún allí pueden ser peligrosos. El costo de manejar o podar los eucaliptos de gran tamaño es grande”, explicó. Añadió que es necesario elegir los árboles más adecuados para cada sitio y que la política sobre el arbolado tiene un costo: invertir en establecer los árboles; después, mantenerlos y extraerlos si fuese necesario. Otro ingeniero, Francisco Toro -profesor de la cátedra de Silvicultura de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la UNT- planteó que el mantenimiento de los árboles debería tener igual tenor y seriedad que a cualquier obra de infraestructura, como reparación de desagües pluviales, puentes o caminos. “Un plan de reforestación para las principales ciudades del Gran Tucumán es una necesidad inmediata. Los eucaliptos no pueden convivir con una población. Habría que sacarlos a todos, incluso de las plazas. Nunca deberían estar en las ciudades”, dijo. A fines de 2016, la municipalidad de Yerba Buena había implementado una campaña de poda de esas variedades, luego de que un niño de cinco años muriera cuando el transporte escolar en el que viajaba a su jardín de infantes fue aplastado. El director de Medio Ambiente de Yerba Buena, Pablo Quiroga, remarcó que la mayoría de las localidades del Norte ha heredado árboles plantados 70 años atrás. “El contexto urbano era distinto al actual. Hoy nos encontramos con árboles totalmente inadecuados, ya sea por sus características biológicas, por su desarrollo o porque interfieren permanentemente con los otros servicios que se han ido incorporando”, evaluó.

El último censo del arbolado urbano yerbabuenense se hizo en 2013. Por aquel entonces, únicamente en el área con mayor consolidación del tejido urbano se habían contabilizado 17.024 árboles. Aunque no ha habido otro censo formal (justamente actualmente se está realizando una actualización del mismo, contó), se sabe que aproximadamente un 20 % debería ser reemplazado. En la capital hay más de 400.000, según señaló en diciembre el intendente Germán Alfaro, y se está realizando un registro arbóreo, así como una extracción de ejemplares de riesgo. Sería importante que estas acciones se incrementen durante esta época de otoño e invierno, en la que se realizan las podas. Ahora debería ser parte de una fuerte política forestal, tanto de plantación como de mantenimiento y extracción.

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