En Tucumán, unas 60.000 casas están ubicadas en calles sin nombre

En Tucumán, unas 60.000 casas están ubicadas en calles sin nombre

Las facturas no llegan, tampoco los taxis, el delivery ni las ambulancias. Se trata de una información fundamental que hace a la identidad de una persona.

- ¿Domicilio?

- “Mirá, vas por el Camino de Sirga en dirección al cerro. Pasás la avenida Solano Vera, seguís un buen tramo y ahí vas a ver una calle a la izquierda, que no tiene nombre. Doblá por ahí unos 150 metros y está mi casa”.

Por más indicaciones que daban los vecinos, los taxis casi nunca llegaban. Tampoco si pedían un delivery de comida o si compraban algo por Mercado Libre. Hartos de vivir sin en una calle sin nombre y sin número, los vecinos decidieron llamarla “Las Garzas”. Lograron poner un cartel y la subieron al Google Maps. La anécdota la cuenta el concejal de Yerba Buena, Lisandro Argiró, que reside en esa zona ubicada entre los límites de la Ciudad Jardín y El Manantial.

En el pasaje donde vive Luciana Schrevens, en Yerba Buena, los vecinos se acostumbraron a caminar hasta la esquina (altura Zavalía al 500) para recibir pedidos de comida o para hacerle seña al taxi que esperan. Ni siquiera enviando una ubicación por WhatsApp la gente puede llegar a su casa. “Hay que dar una tracalada de indicaciones para que nos encuentren. En una época había una camioneta abandonada y eso servía de referencia; pero ya la sacaron”, cuenta Luciana. “Jamás pedimos que nos envíen aquí algo de Mercado Libre, por ejemplo, Otro detalle no menor: la última vez que se hizo el censo (2010) por aquí no pasaron los censistas”, comenta.

Deborah Martín Nilsson también sufre varios contratiempos por vivir en una calle sin nombre en el barrio San Juan Bautista, de Cebil Redondo. Según cuenta, si los vecinos de la zona tienen una emergencia es probable que demore muchísimo en llegar la ambulancia o que ni siquiera aparezca.

“He pedido cosas por correo y nunca me llegan. Lo mismo si alguien quiere venir a casa y no conoce. Por más que le envíe la ubicación, se pierde”, cuenta.

Lorena Cortez, que vive en el barrio capitalino Eucaliptus (cerca del Hipódromo), reniega a diario porque su casa está en un pasaje sin nombre. “Para cualquier trámite que me piden domicilio no tengo qué escribir. Los taxis no llegan nunca; ni hablar si tenés una urgencia o si hacés un pedido de comida”, remarca.

Para quienes están acostumbrados a repetir sus direcciones a diario, puede resultar exagerado. Pero quienes no cuentan con esa suerte, tienen dificultades todo el tiempo. Como le pasó a María Inés Agüero, de Cebil Redondo, cuando en una empresa de servicio de teléfono e internet le dijeron “sin dirección, no existís”.

Cifras sorprendentes

Viven enumerando referencias cercanas a sus casas (plazas, escuelas, canales, clubes) para orientar a quienes van a llevarles algo o los visitan por primera vez. Salir a pedir trabajo, completar la inscripción escolar de los chicos, pedir un servicio, reclamar cada mes por las facturas que nunca llegan. Todo es complicado para quienes habitan en una calle sin nombre.

Hay provincias de la Argentina que tienen entre el 20 % y el 30 % de sus viviendas sobre arterias anónimas, según los datos publicados en el marco del censo 2022. Puntualmente, eso reveló el precenso de Viviendas hecho entre 2019 y 2021 (está disponible on line en precensodeviviendas.indec.gob.ar/mapa).

Según este trabajo, en Tucumán hay 60.000 casas en calles sin nombre. Es el 14 % del total. Están distribuidas de forma muy dispar en todo el territorio. Por ejemplo, en Lules el 48 % de las viviendas se ubican en arterias anónimas y en Tafí del Valle, el 44,7 %. En Yerba Buena también es alto el porcentaje: el 25 %. En otras localidades, como la capital, hay el 4%, y en Chicligasta, el 8%.

El relevamiento de las calles sin nombre no un dato de color. Expertos en urbanismo, como la docente e investigadora Natalia Czytajlo y el arquitecto Luis Lobo Chaklián, coinciden en que se trata de una información fundamental que hace a la identidad de un vecino y a su ciudadanía.

¿Qué significa una casa en una calle sin nombre? Puede implicar que Catastro no la haya podido registrar. En la mayoría de los casos, esto ocurre en zonas que crecieron rápida y desordenadamente, donde no hubo planificación.

Junto con la aparición de nuevos barrios o de asentamientos han ido naciendo muchas arterias que aún no fueron bautizadas. También es algo común de los complejos habitacionales que construye el Instituto Provincial de la Vivienda, donde las casas se ubican con manzanas y lotes; una situación que suele causar inconvenientes a los vecinos, especialmente teniendo en cuenta que los inmuebles son idénticos unos con otros.

Los pasajes

En la capital tucumana hay 7.800 viviendas ubicadas en calles sin nombres. Según informa Mónica Ailán, directora de Planificación Urbanística Ambiental del municipio, sobre un total de 1.088 arterias que hay en San Miguel de Tucumán, 311 no tienen identificación (el 28%). Es un problema que tienen especialmente los pasajes de la ciudad.

De los más de 700 pasajes que posee San Miguel de Tucumán, 302 aún no fueron bautizados. En esa misma situación hay cuatro calles, dos diagonales y una avenida (conocida como Costanera).

¿Es tan difícil ponerle nombre a una calle? Es lo que se preguntan los vecinos que viven en ellas. El proceso no es tan complicado: una autoridad municipal, un concejal o un vecino pueden proponer un nombre y presentar argumentos para sostener el pedido. Luego, el Concejo Deliberante debe aprobarlo en el caso de los municipios. Si es comuna rural, lo debe hacer sudepartamento Ejecutivo.

Para cualquier trámite, la dirección es lo que le sigue al nombre y al apellido. Vivir en una calle anónima y sin número te quita identidad y hasta es estigmatizante, coinciden los entrevistados para esta nota. Cortez cierra: “mi DNI me lo recuerda siempre; es como estar afuera del sistema”.

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