Por Gabriela Baigorrí
14 Febrero 2022
DAÑO RECURRENTE. Reparar los listones de madera de los nuevos bancos de la plaza Independencia tiene un valor de hasta $10.000, según explicó la Municipalidad. LA GACETA / FOTO DE ANALIA JARAMILLO
La renovación total de la Plaza Independencia es la obra pública que más controversia política generó en los últimos tiempos. Como suele suceder con los sitios emblemáticos, el resultado de los trabajos generó tantas adhesiones como rechazos. La dirigencia afín al Municipio ponderó la nueva imagen y la importancia del emprendimiento mientras que la opositora cuestionó la oportunidad de la remodelación y también la relación entre los montos empleados y las mejoras concretadas.
En la administración del intendente Germán Alfaro sostienen que será uno de los trabajos más importantes de la etapa de gobierno y que será el corazón de un circuito en el casco histórico, que se completará con las semipeatonales y la Iglesia San Francisco, entre otros. Consideran que las obras son el “caballito de batalla” y la identidad de la gestión. En los sectores disidentes, sobre todo los cercanos al Gobierno provincial, consideran que se planifican remodelaciones costosas sin planificación para obtener un rédito electoral.
Lo cierto es que la Independencia fue protagonista de disputas e internas. Durante la interna del justicialismo local, Juan Manzur tuvo un acercamiento institucional con el intendente Alfaro y gestionó ante la Nación la llegada de los fondos que faltaban para terminarla. Las relaciones habían mejorado. La proximidad de la campaña con la mirada en las parlamentarias, sin embargo, volvió a tensar el vínculo. El 9 de Julio estaba previsto que el presidente, Alberto Fernández, junto con Manzur y Alfaro recorrieran las flamantes del paseo. A último momento, desairaron al jefe municipal de Juntos por el Cambio y sacaron de la agenda oficial el recorrido. El intendente fue invitado al acto en la Casa Histórica como compensación. El mensaje, de todas maneras, fue entendido claramente en 9 de Julio y Lavalle.
La inauguración oficial fue una fiesta, sin el oficialismo provincial, días después.
Daños al paseo
A siete meses de la apertura, la plaza sigue estando en el foco de atención. Si bien es por otros motivos que antes, siempre se cuela la política. En las redes sociales se leen algunas quejas por el estado en el que se encuentra el paseo público. En las fotos que acompañan las publicaciones de vecinos y de dirigentes pueden verse pérdidas de agua en la fuente; roturas en los bancos o pasturas crecidas.
Imágenes similares son las que emplea la Municipalidad para explicar qué es lo que sucede: por descuido o con intención, muchos ciudadanos dañan el paseo público. El secretario de Obras Públicas municipal, Alfredo Toscano, detalló que tienen que hacer reparaciones a diario. El sitio dependerá de su área hasta tanto se termine el ensanchamiento de las veredas de alrededor, que están demoradas por algunos inconvenientes técnicos del terreno en la calle 9 de Julio.
El funcionario estimó que por mes se gastan entre $200.000 y $300.000 para arreglar los distintos daños. “Lo que se repone dura a veces un día”, renegó. Las protecciones de hierro fundido que tienen las tasas de los árboles tienen un valor de $60.000 cada una y suelen desaparecer dos o tres por mes. Otros de los elementos que más se roban o rompen son los listones de madera de los bancos. Afirmó que volver a ponerlos cuesta entre $7.000 y $10.000.
“Nada se salva”
Toscano subrayó que el mantenimiento es constante, pero que es clave el acompañamiento de los vecinos. “Nada se salva del vandalismo”, dijo. Repasó un informe de los técnicos de la Secretaría que detalla que las toberas de la fuente (boquillas de los chorros de agua) son arrancadas, torcidas o taponadas con materiales insólitos. En la oficina estiman que son vendidos como chatarra, porque no tienen otra funcionalidad. El secretario también dijo que vándalos atacaron el monolito de Marco Avellaneda y destrozaron una placa de vidrio.
El sistema de alumbrado es otro objetivo frecuente: se llevan o desarman las tapas de las columnas de alumbrado y las piezas de los tableros para eventos. El equipo que se encarga de la plaza apenas da abasto para encargar elementos sustitutos y no siempre se pueden arreglar de inmediato porque los proveedores tienen inconvenientes para conseguirlos. En cuanto a los árboles nuevos y las flores, sostiene que fueron reemplazados hasta el hartazgo. “La sensibilización y la educación son fundamentales”, consideró Toscano.
Problemática recurrente
Ataques y robos de todo tipo en la ciudad
La Municipalidad advirtió que las acciones destructivas contra la propiedad pública son tantas que “escapan a los ojos”. El robo de medidores y cables del alumbrado público, el vandalismo en contenedores de basura y paradas de colectivos, la destrucción de esculturas en parques y plazas, sumado a los grafitis en los bancos, son elementos que forman parte del escenario diario de Tucumán.
Vandalizaron 55 columnas de iluminación
La Dirección de Alumbrado Público municipal informó recientemente que robaron cables y vandalizaron postes del alumbrado público en la zona norte de la Capital, en la avenida Juan B. Justo, entre Sarmiento y Bolivia. Sustrajeron los cables del interior de 55 columnas. Se estima que los daños generaron perjuicios por unos $ 600.000.
Cómo se pueden denunciar estos actos
Los vecinos que pueden denunciar hechos de vandalismo del sistema lumínico de calles, avenidas y espacios públicos llamando a la Dirección de Alumbrado Público municipal, teléfono 420-4020.
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