Torneo Clausura Las Cañas: el arco es su segunda casa

Torneo Clausura Las Cañas: el arco es su segunda casa

Sofía Salomón, arquera de Las Águilas campeonas de Oro B, lleva el puesto en la sangre.

HERENCIA. Sofía junto a su padre, Ricardo Salomón, quien brilló durante años como custodio del arco de Atlético. Durante la final, le dio varios consejos a su hija. HERENCIA. Sofía junto a su padre, Ricardo Salomón, quien brilló durante años como custodio del arco de Atlético. Durante la final, le dio varios consejos a su hija.

¿Existe la predestinación? ¿Somos dueños de nuestras decisiones o somos simples intérpretes de un libreto escrito de antemano? Se trata de un eterno debate sin respuesta, aunque en el caso de Sofía Salomón no hay mucha vuelta que darle: todos los caminos la llevaban a calzarse los guantes más temprano que tarde. Siendo hija de Ricardo Salomón, hermana de Juan Pablo Salomón y cuñada de Lucas Ischuk (tres ex arqueros de Atlético), hubiera sido un milagro que Sofía escapara a la tradición de custodiar los tres palos si algún día se le ocurría jugar al fútbol.

“Hubo un tiempo en que jugué de 5, pero con la historia familiar que tengo me terminaron mandando al arco, qué se le va a hacer”, cuenta Sofía, sarcásticamente resignada, porque ya le ha tomado el gusto al puesto de arquera de Las Águilas. Y cómo no hacerlo, si mientras juega va aprendiendo con las instrucciones que Ricardo le da desde atrás del arco. Así ocurrió también en la final contra En la Lona FC, en la que Sofía se mostró muy segura cada vez que le tocó intervenir, y en la que terminó siendo pieza clave al contener uno de los penales.

“Fue un poco de suerte y también la ayuda de mi papá, que me estuvo guiando durante todo el partido desde atrás del arco. Cuando agarré esa pelota (la del penal), sentí que lo ganábamos. Hace varios años que vengo jugando en Las Cañas, pero esta era mi primera final y la gané. No puedo explicar todo lo que sentí en ese momento, fue un combo de mil cosas”, describió Sofía, todavía eufórica tras el partido.

Ricardo confiesa que se pone más nervioso ahora, desde atrás del arco, que cuando le tocaba atajar a él. “No te explico lo que sufrí en esta final. No sé, cuando yo jugaba, al entrar a la cancha se me pasaban los nervios. En cambio acá, estoy nervioso todo el partido. Y no me dejaban ponerme atrás del arco, a cada rato me venían a sacar, pero bueno, estoy muy feliz por ella. El mérito es suyo”, destaca Ricardo.

De todos modos, aclara que él sigue jugando. De hecho, integra un equipo en Las Cañas, llamado “Nuestros Padres”. ¿Por qué? “Porque cuando los otros dicen contra quién tienen que jugar, dicen ‘contra Nuestros Padres’. Es como que son todos hijos nuestros ja ja ja”, explica la picardía Ricardo, que tiene como compañeros a otros ex “decanos”, como Sebastián Longo, Raúl Saavedra y Edgardo “Mudo” Galíndez. “Ya estoy grandecito, por no decir viejo, pero no pierdo las mañas. Con el equipo fuimos campeones el anteaño pasado, pero esta vez quedamos afuera en octavos de final. De todas maneras, si bien el torneo es muy competitivo, jugamos también para divertirnos, porque es un equipo de amigos. Después de jugar, viene lo mejor, que es el tercer tiempo”, asegura.

Y hasta en eso se parece a él Sofía. “El tercer tiempo es lo que más me gusta de Las Cañas. Podemos ganar o perder, pero el tercer tiempo con las chicas nunca falta. Esto es fútbol, es competencia, pero hay que divertirse”, coincide la joven arquera de Las Águilas.

En su primer año con este equipo, Sofía se dio el gusto de conseguir el ascenso a la categoría A, en la que jugarán a partir del año que viene. “Hay muchísima expectativa por eso. Si bien yo soy nueva en el equipo, ellas hace mucho que vienen buscando esto”, resalta.

Por otro lado, subraya el crecimiento que ha experimentado el fútbol femenino en la provincia. “Hay chicas que juegan muy muy bien, incluso para ser fútbol amateur y...”, intenta explicar Sofía, pero nunca llegará a completar su respuesta porque el resto del equipo ya no quiere seguir festejando sin ella.

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