04 Octubre 2021
Claudio Emanuel González (foto) llegó acusado por dos hechos a la audiencia de ayer.
El primero, que incluye dos delitos, ocurrió el 1 de enero, cuando según la fiscalía de Graves Delitos contra la Integridad Física, hirió con un machete a un joven durante una pelea en San Cayetano. Tras ese altercado, familiares de la víctima se acercaron a su domicilio y fueron repelidos a disparos por el joven y por un cómplice, Esteban Javier Lazarte, quien fue detenido con prisión preventiva por sus numerosos antecedentes. José Rodríguez resultó herido en sus piernas por la balacera y, según se vio en la audiencia de ayer, necesita muletas para desplazarse.
González estuvo prófugo hasta mayo, cuando la Policía logró ponerlo a disposición de la Justicia. El segundo delito del que se lo acusó es que en abril, le envió por Facebook un video amenazante a un familiar de las víctimas en el cual exhibía tres armas de fuego, un chaleco y una gran cantidad de balas, según expuso el auxiliar fiscal Gustavo Zavalía durante el requerimiento de prórroga al arresto domiciliario de González. En el video, según detalló el investigador, el acusado tomaba una de las armas y decía frases como: “a esta (pistola) ya la conocés, y tengo tres juguetitos más”; también: “te voy a reventar la gorra cuando te vea”.
Zavalía pedía dos meses más de la prórroga al arresto domiciliario, argumentando que la Unidad Fiscal había cambiado de titular la semana pasada y que consideraban prudente que el flamante fiscal Pedro Gallo tenga tiempo para adentrarse más en todas las instrucciones de las causas. Sin embargo, aclaró, que de todas formas podían comenzar el cierre de investigación mañana (por hoy) y comenzar a notificar a todas las partes y testigos.
El auxiliar también indicó que Lazarte, con dos condenas penales, aspiraba a una pena alta, pero que el plazo podía servir para que González pueda llegar a un acuerdo con sus denunciantes. A su vez, aclaró que era necesario mantener a González mínimamente con arresto domiciliario por el riesgo de que entorpezca el desarrollo del proceso y la llegada a juicio.
El defensor Gustavo Morales fue muy crítico con la labor del Ministerio Público Fiscal. El abogado de González subrayó que por la causa ya habían pasado varios jueces intervinientes y acusó que la Fiscalía se valía de eso “para introducir cuestiones que ya habían sido rechazadas por otros magistrados”.
Morales argumentó que la medida cautelar ya se había extendido en numerosas ocasiones (desde mayo) y que las demoras al cierre de la investigación vulneraban los derechos de su defendido. En ese sentido, el profesional solicitó medidas alternativas, de menor intensidad, hasta que se llegue al juicio. Propuso que su defendido utilice un dispositivo electrónico (GPS), que pase a firmar comparendos dos veces a la semana en la comisaría 4a y que se mantenga la vigente medida de restricción a acercarse.
Finalmente Morales aseveró que la fiscalía le había prometido al juez Federico Moeykens, en la última extensión del plazo de arresto, que tendrían todo listo para elevar la causa el 10 de octubre.
El pedido de las víctimas fue clave para la toma de la decisión judicial. “Le pido doctor (al juez Alejandro Tomas) que no lo liberen, somos trabajadores y queremos dormir tranquilos. Él nos disparó y luego nos amenazó con otras armas”, dijo José Rodríguez, que indicó que hasta el día de hoy no trabaja con normalidad por el uso de muletas.
El juez Tomas, luego de oír a las partes, dio lugar al arresto pero por 15 días para que se cierre la investigación, y dijo que ya no se podrían incorporar más pruebas. Se estima que en ese plazo, la causa sea elevada. Cuando eso ocurra, podría prorrogarse nuevamente la domiciliaria. Morales impugnó el fallo.
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