Un día de furia en el entorno de Jaldo

El vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo reclamó resultados inmediatos por la fuga de Rejas.

EN CASA DE GOBIERNO. Jaldo había encabezado la semana pasada una reunión junto a Maley y al resto del área de Seguridad. Foto Comunicación Pública (Archivo) EN CASA DE GOBIERNO. Jaldo había encabezado la semana pasada una reunión junto a Maley y al resto del área de Seguridad. Foto Comunicación Pública (Archivo)

El vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo no tuvo una buena mañana. Osvaldo Jaldo montó en cólera y pidió explicaciones de lo que sucedió con la fuga del guardicárcel Roberto Carlos Rejas del cuartel de Bomberos. Los destinatarios de la queja fueron el ministro de Seguridad, Claudio Maley, el secretario del área Luis Ibáñez, y el jefe de Policía, Manuel Bernachi. La charla no fue en buenos términos. Jaldo les dijo que tomen todas las decisiones necesarias para encontrar al prófugo. "No voy a proteger a nadie", lanzó el presidente de la Legislatura como para ponerle las cosas más en claro.

Jaldo entiende que la Justicia es la que ordenó el lugar de detención, pero no admite que -dentro de su órbita- a la fuerza provincial se le haya escapado un condenado a prisión perpetua, por el homicidio de Milagros Avellaneda y Benicio, que cumplía prisión preventiva en el cuartel de Bomberos. 

"Fijen una recompensa; pongan todo su esfuerzo en ser muy sigilosos en los allanamientos dispuestos por la Justicia y cuiden a la familia (de las víctimas)", remarcó.

Entre los colaboradores del mandatario interino hubo una sensación de que la situación en el área de Seguridad ha llegado a un límite, pero que el vicegobernador no adoptará decisión alguna sin consultarle antes al gobernador en uso de licencia y jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur.

La renuncia no es una alternativa que tenga a disposición, mucho menos pedírsela al conductor de esa cartera. No obstante, indican a LAGACETA.COM que el único resultado admisible en esta situación es que encuentren al prófugo, frente a la demanda de respuestas inmediatas que la opinión pública le hace al Gobierno sin importarle si Manzur o si Jaldo se encuentran al frente de la conducción institucional de la Provincia.

La falta de espacios en las cárceles fue una derivación más de esta fuga. Jaldo le pidió a dos de sus colaboradores, Regino Amado y Marcelo Caponio, que recaben toda la información necesaria para gestionar el financiamiento de las obras para la ampliación de las instalaciones carcelarias. Esto implica no sólo los arreglos que se requieren en las unidades penitenciarias de Villa Urquiza y de Concepción, sino también en acelerar el alojamiento de los condenados que hoy están en las comisarías para que cumplan sus penas en los establecimientos que les correspondan. Paralelamente, en el Poder Ejecutivo analizan también la liberación de los terrenos que se necesitan en la localidad de Benjamín Paz para la construcción de otra unidad carcelaria.

Hay otra cuestión que sobrevoló esta mañana en la Casa de Gobierno: la convocatoria de una comisión interpoderes que analice la responsabilidad que le cabe a cada una de las áreas en esta situación planteada y tratar de coordinar acciones que eviten otros sofocones políticos e institucionales. Jaldo ha pedido resultados en el menor tiempo posible. El escenario es complicado para una área, cuyo manejo sigue en el ojo de la tormenta.

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