Caso Rejas: “No es un improvisado; sabe muy bien lo que está haciendo”, dijo uno de los investigadores

El condenado por el femicidio de Milagros Avellaneda y el de su hijo Benicio se habría escapado del cuartel de bomberos por una ventana del baño. Los detalles.

ROBERTO REJAS ROBERTO REJAS

“No es un improvisado; sabe muy bien lo que está haciendo”, explicó uno de los investigadores que está detrás de los pasos de Roberto Rejas, el condenado por el femicidio de Milagros Avellaneda y el de su hijo Benicio, que se fugó anoche de la Dirección General de Bomberos.

El ex guardiacárcel es un hombre que tiene un perfil muy particular. Durante las audiencias que se desarrollaron y en la que recibió la condena de perpetua, quedó al descubierto que se trata de una persona meticulosa, especuladora y muy preparada. Por esa razón nunca se pudo encontrar los cuerpos de ambas víctimas.

A lo largo del proceso, el ahora condenado siempre tenía algo que decir para cubrir sus pasos. Para tapar que había estado en el sur de la ciudad el día de la desaparición de Milagros, dijo que se había ido a Monteros a visitar a una “amigovia”, pero esa joven negó a conocerlo. Luego informó que había lavado su auto porque un amigo se lo había ensuciado. También plantó otras excusas para descartar cada uno de los indicios que había en su contra,

Por esas mismas razones los investigadores sostienen que el condenado vio la oportunidad para fugarse y lo hizo. Pero ese plan no lo había elaborado solo, sino que podría haber recibido colaboración. El domingo, según fuentes judiciales y policiales, Rejas recibió la visita de tres amigos que estacionaron un Corsa Classic por calle España, entre Muñecas y 25 de Mayo.

Diez policías presos en Bomberos

Los pocos días que estuvo encerrado Rejas en ese lugar le sirvieron para conocer sus movimientos. Se dio cuenta que se trata de “centro de detención” de régimen abierto, es decir, que no existe calabozos, sino que los alojados se mueven libremente por el lugar bajo la mirada de los bomberos. En el cuartel, actualmente hay 10 personas privadas de su libertad, todos policías con causas pendientes.

Rejas pidió ir a bañarse cerca de las 21.30 en el momento en el que cuartel había tres personas. Dos guardias y un radioperador. Al demorarse, uno de los efectivos decidió ir a ver qué le pasaba. Allí se dio cuenta que se había escapado.

Según las primeras averiguaciones, Rejas salió del cuartel de bomberos por una ventana del baño. De allí salto de una altura de dos metros para llegar a la escuela que está a la par y de ahí tomó la calle. Todo parece indicar que se subió a una moto o a un auto para escaparse con rumbo desconocido.

La Policía montó un operativo y emitió un alerta para que se intensificaran los controles en los puestos limítrofes. Pero todo el esfuerzo, por ahora, fue en vano. Los pesquisas ahora están investigando a los familiares y allegados del acusado. Silvia Furque, representante legal de la familia de Milagros, solicitó lisa y llanamente la detención de las hermanas y del padre del acusado.

Rejas siempre estuvo muy contactado con las fuerzas de seguridad, ya que su familia pertenece a la policía provincial y federal. En el juicio, quedó al descubierto esta situación, ya que se conoció todas las maniobras que realizó para tratar que el crimen quedara impune.

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