Europa, obligada al diálogo con el Talibán

Europa, obligada al diálogo con el Talibán

La crisis afgana no ha terminado y hace falta presencia diplomática en Kabul para influir en los acontecimientos, evalúa el Parlamento de la UE.

EL CANCILLER. Borrell explicó la situación de Afganistán ante el pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo. EL CANCILLER. Borrell explicó la situación de Afganistán ante el pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo.
15 Septiembre 2021

BRUSELAS, Bélgica.- La Unión Europea (UE) no tiene otra opción que hablar con los nuevos gobernantes talibanes de Afganistán, y Bruselas intentará coordinarse con los Estados miembros del bloque para organizar una presencia diplomática en Kabul, dijo el máximo diplomático de la UE.

“La crisis afgana no ha terminado”, dijo el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo. “Para tener alguna posibilidad de influir en los acontecimientos, no tenemos otra opción que llegar a acuerdos con los talibanes”.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE han puesto condiciones para restablecer la ayuda humanitaria y los lazos diplomáticos con los talibanes, que tomaron el control de Afganistán el 15 de agosto, entre ellas el respeto de los derechos humanos, en particular los de las mujeres.

“Quizá sea un oxímoron hablar de derechos humanos, pero es lo que tenemos que pedirles”, dijo Borrell. Explicó a los europarlamentarios que el bloque debe estar preparado para recibir a los afganos que intentan llegar a Europa si los talibanes permiten la salida de personas, aunque no se espera que los flujos migratorios sean tan altos como los de 2015, causados por la guerra civil en Siria.

La Comisión Europea tiene previsto conseguir financiación de los Estados miembros de la UE y del presupuesto común por valor de 300 millones de euros (355 millones de dólares) este año y el próximo, para allanar el camino al reasentamiento de unos 30.000 afganos.

La cuestión de cómo se vincularán los países con el ahora llamado Emirato Islámico de Afganistán, gobernado por el grupo fundamentalista, es un tema de debate en los gobiernos y las organizaciones humanitarias. El lunes, Naciones Unidas convocó a una conferencia de donantes para Afganistán, en un momento en que los nuevos gobernantes del país buscan desesperadamente el reconocimiento internacional de su régimen islamista.

La reunión, que se celebró en Ginebra, recaudó más de 1.000 millones de dólares (cerca de 800 millones de euros) para mantener a flote los programas de ayuda en Afganistán.

El país, devastado por guerras que duran décadas, ya se había enfrentado a una crisis humanitaria mucho antes de que los talibanes retomaran el control del país, el 15 de agosto. Pero la toma islamista del Estado ha empeorado la situación, y la comunidad internacional no está segura de cuál es la mejor forma de ayudar a los afganos sin legitimar al grupo militante.

Muchos países que estaban dispuestos a brindar ayuda expresan cada vez más dudas, preocupados por cómo se emplearán los fondos, con los talibanes en el poder.

El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, que participó en la conferencia internacional de donantes, dijo que la comunidad internacional debía asumir responsabilidad por la población de Afganistán, pero que las organizaciones humanitarias necesitaban un acceso adecuado, y sus trabajadores debían poder llevar a cabo su tarea sin temor a la intimidación, la tiranía, o a las restricciones.

El nuevo gobierno de Afganistán intenta estabilizarse, mientras reprime las protestas de mujeres que reclaman que se respeten sus derechos, y combate en Panjshir al último reducto de resistencia al régimen.

Dólares y oro

Los talibanes anunciaron el hallazgo de 6,5 millones de dólares y lingotes de oro en la casa del ex vicepresidente, Amrullah Saleh, en la provincia de norteña de Panjshir, desde donde lideraba la resistencia de esta región, capturada por los islamistas hace casi una semana.

Mashal Afghan, miembro de la Comisión de Cultura de los talibanes, dijo que el dinero y el oro fueron entregados al comandante talibán Mansour Agha, quien dirige las fuerzas talibanes en esa zona de Panjshir, donde Saleh tiene su casa.

En un breve video difundido por los talibanes se puede ver a los combatientes contando varias maletas repletas de billetes y piezas de oro en una habitación, donde luego anuncian que entregarán ese dinero a los superiores para no traicionar a los “mártires”.

Saleh se desempeñó como vicepresidente primero de Ghani en el último año y medio, y antes de esto dirigió la principal agencia de inteligencia afgana, la Dirección Nacional de Seguridad.

El hallazgo ocurrió en el medio de la investigación que realizan los talibanes sobre las cuentas bancarias de ex altos funcionarios del Gobierno afgano derrocado en busca de eventuales ganancias ilícitas, señalaron dos directivos del sector.

Esta investigación podría llevar a congelar los activos y cuentas de ex funcionarios, ministros y cargos electos, indicó un directivo del Da Afghanistan Bank, banco central del país, que no quiso identificarse. (Reuters-Especial)

Línea dura: Estados Unidos pide que Pakistán tome distancia

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, pidió a Pakistán que no reconozca al nuevo régimen afgano hasta que los talibanes cumplan las exigencias de la comunidad internacional. “Tenemos que insistir en que todos los países cumplan, si (el gobierno talibán) quiere recibir legitimidad o apoyo”, declaró Blinken ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes. Añadió que las prioridades son: que dejen salir del país a las personas que quieran hacerlo, que respeten los derechos de las mujeres, las niñas y las minorías y que se comprometan a que el país no se convierta de nuevo en “un refugio para el terror dirigido hacia el exterior”. (Reuters)

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