11 Septiembre 2021
“Entre los aspectos que se destacaron en la campaña, respecto de la sanidad de la fruta, podemos mencionar la baja incidencia de la Mancha Negra, la alta prevalencia de síntomas dudosos de mancha negra, y la baja incidencia y severidad de melanosis”, indicó Gabriela Fogliata, coordinadora de la sección Fitopatología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc). Pronunció estas palabras durante su intervención en la jornada de actualización de manejo de las enfermedades cuarentenarias, que realizó la entidad agrocientífica tucumana. Durante la exposición respondió la pregunta que se hacen los productores, acerca de cuál es la dosis adecuada de cobre para el manejo de cancrosis.
Uno de los problemas sanitarios más importantes que puede presentarse en plantas jóvenes es la cancrosis, debido a que la tasa de brotación y el ataque del minador de los cítricos generan condiciones muy favorables para la infección y para la dispersión de la bacteria. Debido a ello, es importante determinar la dosis de cobre adecuada para lograr reducir la enfermedad.
En este sentido, Fogliata mostró los resultados de un ensayo de control de cancrosis con la aplicación de óxido cuproso a diferentes dosis, iniciado en 2016 -con plantas jóvenes, de cinco años de edad, muy afectadas por cancrosis-, que se continuó hasta la presente campaña. “Se concluyó que una dosis de cobre metálico de 5 kilogramos por hectárea (kg/ha) resultó la más eficaz para controlar la enfermedad a partir de una edad de planta de siete años. Esta dosis superó el control de la dosis estándar de cobre (3,75 kg/ha), que se utiliza normalmente para el control de otras enfermedades, en general las fúngicas, como ser mancha negra, melanosis, etcétera”, señaló. Pero precisó que altas dosis de cobre pueden ocasionar un manchado de la fruta cuando hay presencia de melanosis, por lo que su uso no puede generalizarse a toda la provincia.
Además de la dosis, mencionó que debe tenerse en cuenta que la infección de la bacteria continúa hasta marzo e, incluso, abril, según las condiciones agrometeorológicas de la campaña. Debido a ello, las aplicaciones de cobre, que se inician generalmente en setiembre u octubre, deben continuar hasta cubrir todo el período de infección.
“En estos ensayos se midieron los residuos de cobre que quedan en la superficie de la fruta para diferentes dosis de óxido cuproso, para conocer la deposición inicial y estimar la retención de cobre para las aplicaciones correspondientes al período más lluvioso -febrero y marzo-. Este análisis permitió determinar que la retención de cobre en la fruta fue del 60% a los 15 días posteriores a la aplicación y del 52% a los 30 días”, indicó.
Uso del zinc
Actualmente el control químico de la cancrosis se realiza con productos cúpricos, no existiendo otras alternativas reportadas que alcancen la misma eficacia de control en campo. Al aumentar las dosis de cobre, puede lograrse un aumento de la eficacia de control; sin embargo, dosis altas pueden causar fitotoxicidad. “En este sentido, se busca mejorar la performance de los cúpricos, siendo una herramienta la combinación con otros productos. En Sudáfrica, el uso de una formulación de óxido cuproso en mezcla con óxido de zinc está mostrando resultados potenciales para el control de mancha negra. Debido a ello este producto se incorporó a los ensayos de control de enfermedades que lleva a cabo la Eeaoc”, contó Fogliata.
Añadió que en forma preliminar se observó que aplicando una dosis baja de cobre con la formulación que contiene la mezcla de óxido cuproso más óxido de Zinc se alcanzó un nivel de control similar al cúprico solo a la dosis estándar.
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