El debate Chahla-Jaldo: políticamente correctos; casi complementarios

El debate Chahla-Jaldo: políticamente correctos; casi complementarios

El debate Chahla-Jaldo: políticamente correctos; casi complementarios

Si el debate de anoche fuera una película, podría decirse que los protagonistas del film se aferraron al guión. No fue un drama; tampoco una obra del terror. No hubo adrenalina, como en los largometrajes de acción; ni violencia verbal, como en las de guerra. El debate de anoche de las cabezas de  las dos listas de precandidatos a diputados por el Frente de Todos, que competirán en las PASO del 12 de septiembre, fue Apto para todo público: la familia peronista no mostró las diferencias que habitualmente se observan en la novela diaria.

Osvaldo Jaldo (Todos por Tucumán) ha marcado sus diferencias con el gobernador Juan Manzur. Y en eso ha concentrado cada una de sus exposiciones. No confrontó con la ministra de Salud Pública, Rossana Chahla (Lealtad Peronista); más bien, hubo un complemento de ideas. Sólo se diferenciaron cuando el vicegobernador dijo que no estaba de acuerdo con la legalización de las drogas, a la vez que le recordó la mora que tiene el Poder Ejecutivo en la reglamentación de una norma nacional sobre el uso de aceite de canabis. “Yo le pido a Rossana que le diga al Ejecutivo que la reglamenten, porque la Legislatura ya se adhirió a esa ley nacional, pero falta la reglamentación”, expuso el titular de la Cámara.

La reforma constitucional con reelección no ha sido motivo de debate, pero sí de revelaciones. Chahla arrancó diciendo que la enmienda no está en la agenda política del gobernador. Jaldo, a su vez, no sólo enfatizó que resistirá cualquier intento de cambiar la Carta Magna Provincial, sino que además agregó que, en tiempos de luna de miel política con su compañero de fórmula, este le pidió que se declare la necesidad de la reforma. E incluso acotó que el planteo fue formulado en el antedespacho del primer piso de la Casa de Gobierno.

Hubo dos momentos de incomodidad para la ministra de Salud. El primero cuando el vicegobernador calificó de pésima la gestión del ministro de Seguridad, Claudio Maley: Jaldo pidió públicamente la renuncia del funcionario porque, a su criterio, no está a la altura de las circunstancias. Chahla admitió que la inseguridad está al tope de los problemas que la sociedad se queja cuando es encuestada, pero allí nomás aclaró que se trata de un problema multicausal, cuyas soluciones o medidas deben ser coordinadas por todos los poderes del Estado. La otra situación difícil se originó cuando se habló acerca de la educación. En este aspecto, Jaldo remarcó que el ministro del área, Juan Pablo Lichtmajer, es “arbitrario” en algunas decisiones que adopta y que, según el titular de la Cámara, puede acarrearle consecuencias, aunque no definió cuáles. Chahla, no obstante, respondió que hay programas que se promovieron para que los chicos, pese a la pandemia, volvieran  a las escuelas. En el tramo final, la ministra agradeció precisamente el trabajo de todos los agentes del sistema sanitario provincial en los 20 meses de pandemia. En ese aspecto, Jaldo le reconoció la tarea encarada (estuvo a la altura de las circunstancias, indicó). En definitiva, la destinataria de todas las críticas del presidente de la Legislatura fue la gestión de Manzur, que ayer no acompañó a sus precandidatos. Algunos allegados comentaron que no estaba en la provincia.

El debate transcurrió con un sumo respeto entre los postulantes. Hoy será otro día. Tal vez las críticas vuelvan a las tribunas. El abrazo final de Jaldo con Chahla fue una muestra de que la pelea del vice no es con todos, sino con uno en especial: Manzur.

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