Pericia de ADN confirma que los restos hallados son de Rocío

Pericia de ADN confirma que los restos hallados son de Rocío

Se complicó la situación procesal de los tres imputados por el crimen de la niña. Funcionarios de la Dinayf quedaron en la mira.

EL ESFUERZO DIO SUS FRUTOS. Los restos encontrados en minuciosos rastrillajes permitió complicar procesalmente a los tres imputados del caso.  EL ESFUERZO DIO SUS FRUTOS. Los restos encontrados en minuciosos rastrillajes permitió complicar procesalmente a los tres imputados del caso.

La investigación del crimen de la niña Rocío Rojas (4 años) tuvo un avance clave: los restos encontrados en diferentes lugares pertenecen a la niña, según confirmaron fuentes judiciales. Los resultados de las pericias genéticas que ordenó realizar el fiscal Ignacio López Bustos terminaron confirmando en gran parte la teoría que elaboró sobre el caso que generó conmoción a nivel nacional.

El jueves 1 de julio, a las 16.30, Amalia Carolina Graneros se presentó en la comisaría de Lules para informar que la niña que estaba a su cargo había desaparecido. Señaló que a las 11 de ese día la habían visto por última vez. Se montó todo un operativo de búsqueda que culminó cuando llegó la noche por la declaración espontánea de Flores Nieva, una de las hijas de Graneros.

La joven dijo que el 1 de julio a la madrugada su madre la llamó para que la ayudara porque Rocío se había broncoaspirado en su casa de Lules. Después contó que ella se presentó en la habitación que compartía su madre con Hernán Caro, donde intentó reanimarla sin éxito. Por último, señaló que Caro y su madre salieron en la moto con la pequeña a un lugar desconocido, pero nunca aclaró que se hayan dirigido al centro asistencial más cercano para que la asistieran.

Mauro Véliz, el yerno de Graneros, en otra declaración espontánea, dio algunos indicios de las maniobras que habrían realizado para ocultar el crimen. A partir de allí, el López Bustos comenzó a rearmar un rompecabezas que sigue. Según la teoría de la fiscalía, Caro y Graneros llevaron el cuerpo de la pequeña a una letrina de una finca cercana al asentamiento. Allí le habrían prendido fuego. Habrían regresado a su precaria vivienda cuando los rayos del sol comenzaron a aparecer en el horizonte. Por la siesta, a bordo de una moto de baja cilindrada, la madrina de la niña y Véliz se habrían dirigido hacia ese lugar, cargado los restos de la pequeña en una bolsa arpillera y se habrían dirigido hacia el río Colorado, donde habrían tratado otra vez de desintegrar los restos con otra fogata. Como no pudieron hacerlo, habrían diseminado los restos en diferentes partes.

El fiscal convocó a una reunión a la madre de la víctima. En esa reunión le comunicó que los informes preliminares habían determinado que los restos encontrados eran de la pequeña. La mujer, cuyo nombre se mantiene en reserva por cuestiones legales, le solicitó a López Bustos si era factible que le entreguen los restos para poder sepultarlos. Le respondieron que lo harían una vez que culminen con todas las pericias que restan por hacer.

Fuentes judiciales informaron además que la mamá de Rocío le pidió a López Bustos que investigue si hubo otras personas involucradas en el crimen. En ese planteo le respondieron que la investigación continúa, por más que los principales sospechosos se encuentren tras las rejas.

Las dudas

El fiscal López Bustos, a la hora de formular los cargos en contra de Graneros, Caro y Véliz, dijo que presumiblemente lo hicieron para ocultar el maltrato infantil del que habría sufrido y los supuestos abusos sexuales de los que podría haber sido víctima la niña. Los hombres fueron acusados de homicidio agravado por ensañamiento, premeditado, con la participación de dos o más personas y por femicidio. En tanto que a la mujer solo le quitó el cuarto agravante. Si llegaran a ser encontrados culpables, recibirán prisión perpetua.

López Bustos consiguió que varias personas le contaran que Rocío era castigada físicamente por los acusados. Señalaron que no estaba bien alimentada y que en los días más fríos del año, la bañaban con agua helada y la dejaban desnuda al aire libre. También explicaron que era común que la tuvieran arrodillada durante horas en la intemperie cuando se orinaba.

Sin embargo, no pudo, ni podrá conocer las causas de su muerte, ya que no hubo un cuerpo para realizar la autopsia. Por el momento no se pudo confirmar cuál fue el rol de cada uno de los imputados en el crimen. Sin embargo, todo parecería indicar que Caro podría haber cometido el crimen con una supuesta colaboración con Graneros. En tanto que Véliz, sólo habría actuado en el ocultamiento del cuerpo. Pero esos detalles se irán develando con el correr de los días.

Otro avance

Los resultados de las pericias no fueron la única novedad que se produce en la causa. El fiscal López Bustos sigue sumando indicios para considerar que los profesionales de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf) no habrían atendido como corresponde el caso. En primer lugar, Graneros tenía a su cargo de manera ilegal a Rocío. Supuestamente, se le había realizado un control del estado en el que se encontraba la niña y su hermanito que, estaba viviendo en otro hogar. El informe había favorable, pero semanas después, la pequeña fue asesinada por sus cuidadores.

Ante este panorama, el fiscal tendría sospechas de que podría haber un caso de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Ante esta situación, en las próximas horas giraría el expediente a la Unidad Fiscal de Delitos Complejos para que intervenga, ya que él sólo puede investigar el homicidio.

Dinayf: finalmente hubo cambio de autoridades

A través de un decreto que lleva la rúbrica del gobernador Juan Manzur, Mariana Cirelli presentó su renuncia como directora de Niñez, Adolescencia y Familia, cargo que ya es ocupada por Myriam Beatriz Martini. También dejó su cargo como subdirectora de Promoción y Protección Integral de la Familia María del Carmen Esteban. Ese cargo también será ocupado por Luciana Belén Gramaglio.

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