29 Mayo 2021
imagen ilustrativa. Archivo La Gaceta
Durante el primer año de la pandemia por coronavirus los crímenes por violencia machista no cesaron, llegándose a registrar 251 víctimas directas de femicidios en el 2020, según el reciente informe de la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia.
La tasa cada 100.000 mujeres fue 1,09. Sin embargo, hay provincias que superan ampliamente esa media nacional, lo que genera mayor preocupación: Tucumán se encuentra entre esas jurisdicciones con una tasa de femicidios del 2,10.
En primer lugar se ubica Jujuy (2,82), luego le sigue la nuestra provincia y después Chaco con una tasa del 1,97. Siguen Salta (1,53); Misiones (1,43); Santa Fe (1,38); y Corrientes (1,23). Aunque en algunas de ellas sucedieron pocos casos, el número es alto porque en la población de esos distritos hay menos mujeres.
Del total de víctimas, el 84% tenía un vínculo previo con su asesino, 80 % de los casos ocurrieron en un contexto de violencia doméstica y seis fueron considerados travesticidio/transfemicidio.
Además el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina estableció que el año pasado se registró uno cada 35 horas.
Si se tienen en cuenta solo las cantidades en números absolutos, el año pasado el 37% de los femicidios directos de Argentina ocurrieron en la provincia de Buenos Aires, seguido por el 10% de los casos en Santa Fe, ambas con una amplia población femenina.
Con relación a los hechos previos de violencia de género, al menos 41 víctimas directas habían efectuado denuncias formales contra los violentos, esto es, al menos en el 15 % del total de vínculos.
De acuerdo a las estadísticas oficiales, la cantidad final de casos prácticamente no difirió entre 2019 y 2020, sino que lo que varió fue su distribución a lo largo del año.
Durante la cuarentena estricta
Una vez que se implementó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) del 20 de marzo hasta el 7 de junio de 2020 a nivel nacional, se incrementaron los casos en 37,5 % respecto de igual período de 2019, aunque se aclaró que esa coincidencia no implicó necesariamente causalidad.
Cuando se dividió el territorio nacional en zonas de ASPO y de Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO) a partir del 8 de junio hasta el 31 de diciembre (con algunas modificaciones), se produjo una caída del 8% respecto del año anterior, por lo que finalmente se observó la misma cantidad de hechos entre 2019 y 2020.
Por otra parte, el promedio de edad de las víctimas directas de femicidio fue de 37,9 años. Del total de casos, 24 eran niñas y adolescentes (de 0 a 17 años) y, en el otro extremo, 11 % tenía 60 años o más al momento del hecho.
Las víctimas directas de femicidio fueron asesinadas principalmente mediante la fuerza física (32%), el uso de armas blancas (26) y el uso de armas de fuego (18%).
Luego de cometer el hecho, 38 asesinos (14%) se suicidaron inmediatamente y tres más lo hicieron de manera posterior (15% del total).
Además, de acuerdo al informe de la Corte, al menos siete violentos pertenecían a las fuerzas armadas y/o de seguridad: 5 a la Policía provincial, 1 al Ejército, y 1 sin datos sobre la fuerza a la que pertenecía.
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