San Martín: goleador inesperado

San Martín: goleador inesperado

En Córdoba, Imbert marcó su tercer tanto en esta temporada y el cuarto desde que llegó a San Martín; el festejo fue especial porque allí muchos compañeros se enteraron que será papá.

NO DESCANSA. Después de haber anotado el gol “santo” en el triunfo contra Belgrano, Imbert encabezó la vuelta a los entrenamientos del plantel en el club Lince. NO DESCANSA. Después de haber anotado el gol “santo” en el triunfo contra Belgrano, Imbert encabezó la vuelta a los entrenamientos del plantel en el club Lince.

Cuando Juan Imbert atacó el espacio en el fondo “pirata” sorprendió a todos los defensores. Corrió, encaró, esperó y definió con clase para dejar en claro que su sorpresiva racha goleadora está en un punto culmine. Tras el grito desaforado, buscó la pelota se la puso debajo de su camiseta y sorprendió con el festejo a varios de sus compañeros.

“Muchos no lo sabían; los agarre de imprevisto, jaja. Fue un festejo hermoso, estoy muy contento. Por eso también celebramos con todo en el vestuario luego de la victoria”, relata el volante, quien está en la dulce espera junto a su novia, Florencia.

El festejo en el “Gigante de Alberti” fue el tercero de Juan en la actual temporada, y el cuarto desde que llegó a San Martín. Así, el actual goleador “santo” vive uno de sus mejores momentos pisando el área enemiga.

Antes de arribar a La Ciudadela, llevaba sólo siete goles en su carrera como profesional; hoy, en 19 juegos con el “Santo” ya marcó más de la mitad de esos tantos. “Estoy pasando por una rachita muy buena que ayuda en la confianza y da impulso para seguir mejorando. Espero seguir así porque también colabora con el equipo”, dice uno de los puntos más altos del equipo que, en Alberdi, sumó su segunda victoria en el actual campeonato.

Contra Belgrano se vio un Imbert mucho más participativo en el juego. Pidió siempre la pelota y fue uno de los encargados de la generación del circuito ofensivo. “Pablo (De Muner) me pide que esté más en contacto con la pelota; que me asocie con Tino (Costa) y me involucre más en la elaboración de juego”, explica quien antes del primer minuto de juego ya había tenido una linda chance para pegar el primer grito. “Me estoy sintiendo muy cómodo; el equipo también. Ahora debemos tratar de crecer y crecer en cada partido”, agrega.

La música a todo vapor, gritos y muchas sonrisas confeccionaron la imagen de un vestuario visitante que era una fiesta. “Sabíamos que íbamos a enfrentar a uno de los candidatos del torneo, en una cancha muy difícil. Pese a que venía mal, no dejaba de ser un rival complicado. Jugamos un gran partido y conseguimos llevarnos una victoria más que importante”, afirma antes de advertir que nadie debe confundirse.

Imbert sabe que, pese al muy buen nivel exhibido, todavía hay cosas para mejorar. “Creamos muchas situaciones de gol, pero tenemos que ser más precisos a la hora de terminarlas. Esta vez todo salió bien, pero tal vez en otra ocasión, de tanto errar lo terminás lamentando porque el rival te empata el partido en alguna jugada aislada”, asegura pidiendo por una racha que los invite a soñar. “Antes no se nos venían dando los resultados. Esperemos que esta victoria sirva como el puntapié para una levantada definitiva. Igualmente, tenemos que seguir buscando nuestra mejor versión”.

La idea de De Muner se vio clara y justa en la “Docta”. Los jugadores llevaron adelante el plan a la perfección y el volante considera que eso se debió al intenso trabajo de la semana previa. “Habíamos trabajado a fondo sobre su idea y en esta ocasión todo salió como lo habíamos pensado. Ojalá que todo siga igual, que el equipo siga subiendo y que yo pueda mantener mi racha”, concluye el goleador inesperado, ese que hoy tiene muchos motivos para estar más que feliz.

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