La oposición y un vaso de agua en el desierto

La oposición y un vaso de agua en el desierto

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En Tucumán, los opositores encontraron un vaso de agua en el desierto. En un ámbito de discusión en el que los consensos escasean, los radicales, los alfaristas, los bussistas, los macristas y demás dirigentes que rivalizan con el PJ coinciden en que la fractura entre Juan Manzur y Osvaldo Jaldo dio lugar a una oportunidad sin precedentes para desbancar al peronismo del sillón de Lucas Córdoba. Y si bien la meta está en 2023, la carrera electoral de este año les permitirá a los referentes de la oposición posicionarse de una vez por todas para competir con expectativas reales de llegar al gobierno. El interrogante es si lo harán unidos o por separado.

El hecho político reciente de mayor relevancia para los contrincantes del justicialismo fue la reunión de representantes partidarios de Juntos por el Cambio (JxC)-Tucumán, que tuvo lugar en la sede de la Unión Cívica Radical (UCR).

Finalmente, el alfarista Rodolfo Ocaranza (PJS) participó del encuentro, e incluso le puso su firma al documento emitido junto a los radicales, al PRO, a la Coalición Cívica (CC) y a la Democracia Cristiana (DC).

La expectativa central está puesta en si Fuerza Republicana (FR), que lidera el legislador Ricardo Bussi, formará parte de la alianza opositora.

En definitiva, esa es una de las dos cuestiones que divide las aguas en Juntos por el Cambio. La otra es la distribución de espacios en las listas de candidatos a senador y a diputado de este año.

Bussi, sí; Bussi, no

No se trata sólo de una cuestión ideológica. El expreso rechazo a Fuerza Republicana por parte de un importante sector de Juntos por el Cambio –entre ellos, José Cano y Germán Alfaro- pasa por una profunda rivalidad con Bussi.

Sin embargo, en la alianza opositora también hay referentes –como el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero- que consideran un error despreciar los 130.000 votos obtenidos por FR en las provinciales de 2019. ¿Cuál de estas posturas prevalecerá?

En principio, el documento firmado por la mesa de representantes partidarios no menciona el apellido del legislador republicano. De todos modos, en la reunión se escuchó decir a Ocaranza que el PJS mantiene su posición en contra de la inclusión de Bussi al armado electoral de JxC. No es un secreto. De hecho, el funcionario alfarista Enrique Romero se encargó a lo largo de la última semana de cruzar severas acusaciones mediáticas con el jefe del bloque republicano y sus legisladores. A su vez, el bussismo se ocupó de responder cada palabra del subdirector de Tránsito. Hubo comunicados de prensa, pedidos de informes y declaraciones altisonantes. Todo esto podría llevar a pensar que un acercamiento entre Alfaro y Bussi es imposible. Pero dirigentes de ambos espacios advierten por lo bajo que, más allá de las marcadas diferencias, no se debe descartar todavía que los líderes del PJS y de FR acaben como aliados dentro Juntos por el Cambio, siempre y cuando el resto de los partidos de la oposición acepte la conformación de un frente amplio. Eso sí: por ahora no hubo gestos que hagan pensar en un armisticio entre alfaristas y bussistas.

¿Y los candidatos?

La oposición no cuenta con un liderazgo definido, sino con referentes de múltiples partidos que están en plena disputa por ocupar la casilla del medio.

Por supuesto, antes de definir las nóminas de postulantes deberán resolver si avanzan con un acuerdo electoral amplio. Será entonces el momento de pensar en los nombres. De todas maneras, esta es una cuestión naturalmente relevante, al punto de que se le dedicó un apartado específico en el documento emitido por JxC Tucumán.

"Defendemos la democracia y respetamos la ley siempre. Nuestros candidatos serán elegidos mediante los mecanismos hoy vigentes", expresa el apartado N°4 del texto firmado por la UCR, el PJS, el PRO, la CC y la DC.

¿Por qué no se optó por un término concreto –como PASO o internas- en lugar de un eufemismo? En principio, porque la reunión de la semana pasada, coordinada por el interventor de la UCR José Argañaraz, sólo fue un puntapié para acercar posiciones entre los diferentes espacios de la oposición. La idea es que las decisiones de fondo sean tomadas por una mesa a la que serán convocados los referentes con cargos electivos; entre ellos, la senadora Silvia Elías, los diputados Cano, Domingo Amaya y Beatriz Ávila, y los intendentes Alfaro, Campero, Roberto Sánchez (Concepción) y Sebastián Salazar (Bella Vista).

Este encuentro no tiene una fecha definida, sobre todo porque todavía se espera por el alta médica del jefe municipal de “La Perla del Sur”, quien se encuentra cursando la segunda semana de su contagio de coronavirus. Pero en tanto y en cuanto los opositores se reúnan y adopten posturas en conjunto, se irá reduciendo el margen de maniobra para las especulaciones.

Hasta el jueves pasado, el escenario en Juntos por el Cambio parecía destinado a la fragmentación tripartita, un escenario ideal para el oficialismo con miras a las generales de octubre. Pero la mesa de diálogo de los representantes partidarios abrió un nuevo panorama para los rivales del PJ. ¿Podrán definir las candidaturas bajo un único sello, ya sea a través del consenso o mediante internas? Todavía tienen muchos escollos por sortear, si es que el objetivo es competir a través de una alianza. Por estas horas, hay quienes aseguran que hace tiempo no hay diálogo directo entre Alfaro y Cano. Otros cuestionan que Campero y Sánchez hayan acordado con Bussi antes que con sus “correligionarios”. Y no faltan quienes dudan de que el líder de FR tenga el espíritu de formar parte de una coalición. Por lo pronto, así como hay versiones que siembran discordia, hay dirigentes que buscan tender puentes entre los referentes partidarios para tratar de alcanzar un acuerdo inédito. En especial, ahora que enfrentarán a un PJ formalmente fragmentado, una situación tan atípica como encontrar un vaso de agua en el desierto.

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