Paro de colectivos: desde hoy, las 14 líneas de la Capital pasan a “concesión precaria”

El intendente Alfaro resolvió sancionar a las empresas transportistas “por dejar a la población sin servicio” y por “sitiar” la capital.

REFORZADO. Más transportistas se sumaron ayer al servicio de combis y minibuses organizado por la Municipalidad para paliar la huelga de choferes.millo REFORZADO. Más transportistas se sumaron ayer al servicio de combis y minibuses organizado por la Municipalidad para paliar la huelga de choferes.millo LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

La segunda jornada del servicio de combis y minibuses organizado por la Municipalidad de San Miguel de Tucumán para paliar el paro de los choferes de colectivos encontró al esquema de transporte de emergencia más fortalecido. Según fuentes de la intendencia de la capital, las presuntas amenazas del miércoles de que las unidades iban a ser blanco de ataques, no se cumplieron. La custodia policial para los transportes terminó de convencer a muchos propietarios de vehículos similares a sumarse al dispositivo por el cual parten de cuatro puntos fijos de la capital y cobran $ 50 a cada pasajero, con un recorrido preestablecido.

La jornada también encontró al intendente Germán Alfaro decidido a redoblar la apuesta. El jefe municipal informó anoche a LA GACETA que decidió aplicar las “sanciones previstas en la normativa regulatoria del servicio público de transporte urbano colectivo de pasajeros” a las firmas que hoy tienen concesionada la explotación de las líneas urbanas.

“Previo cumplimiento de los recaudos procesales pertinentes, hemos resuelto aplicar la sanción de caducidad de la concesión del servicio público de pasajeros, por la actitud de los concesionarios de dejar a la población sin servicio; y de sitiar y bloquear los accesos a la ciudad, obstruyendo el derecho constitucional a la libre circulación y tomando de rehenes a los ciudadanos”, sentenció.

“Tomamos esta desición en función de que el transpote de pasajeros es un servicio público esencial”, ratificó.

Alfaro hizo hincapié en que la Municipalidad “asegurará la continuidad del servicio, ya sea por las mismas empresas en forma provisoria, o por medio de servicios alternativos”. Hasta ayer, de las 14 líneas urbanas concesionadas por la intendencia, en seis casos las empresas se encontraban con permisos provisorios de explotación y las ocho restantes se hallaban con la concesión regularizada. A partir de ahora todas revisten condición de concesión precaria.

“Las áreas técnicas de la Municipalidad se encuentran estudiando la reconversión del sistema de transporte urbano colectivo de pasajeros para adecuarlo a la realidad que nos toca vivir”, puntualizó Alfaro.

Precisamente, el intendente instruyó a última hora de ayer a su gabinete para que se cree una comisión con funcionarios que él designará y con referentes de las empresas, de los sindicatos y de los usuarios para avanzar, precisamente, en la transformación del sistema del transporte público en la capital.

Como se recordará, en la edición de ayer, el intendente ya había brindado su diagnóstico acerca de la necesidad de “reconvertir” el sistema del transporte urbano de pasajeros. En su análisis de la situación, como se indicó, se entreveía que a su criterio la crisis del sector había llegado ya a una situación sin salida.

Cuatro fueron los ejes sobre los que articuló Alfaro su evaluación sobre la situación del transporte urbano de pasajeros, y que pueden considerarse los puntales a partir de los que se estructurará el trabajo de la comisión multisectorial que creará.

La primera de las cuestiones expresadas por él a este diario consiste en que el esquema de subsidios está agotado. Por un lado, cuestionó la desigualdad de la distribución de los recursos federales: más del 80% se destinan al Área Metropolitana de Buenos Aires. A la vez, advirtió que ni la Nación ni la Provincia pueden seguir sosteniendo esos subsidios; ni mucho menos incrementarlos.

En segundo término, el intendente renegó de que los empresarios no brinden ninguna alternativa de solución a la crisis actual, en la que mensualmente hay paros de los choferes porque no cobran sus sueldos en término, frente a lo cual el sector privado se limita a pedir más aportes de dineros públicos o a reclamar más aumentos en las tarifas, que el jefe municipal considera que ya no guardan hoy relación con las prestaciones que se brindan.

En tercera instancia, criticó que gremios como la Unión Tranviario Automotores sólo hayan encarecido el costo laboral sin atender la crisis detonada por la pandemia.

Finalmente, advirtió que ya no puede admitirse un sistema de transporte que emplea grandes vehículos en una ciudad pequeña y de calles angostas que, además, se encuentra en pleno proceso de expansión de las semipeatonales.

“La decisión está tomada”, concluyó anoche Alfaro.

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