Por Magena Valentié
09 Abril 2021
“DEBEMOS SER PROACTIVOS”. Diego Aguilar dirige la fundación León que cumplió 18 años en Tucumán. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI
“La pobreza ha crecido exponencialmente durante la pandemia. El año pasado mientras las clases fueron virtuales los alumnos de los barrios más vulnerables no pudieron acceder a la educación por falta de conectividad. Este año no volvieron a las escuelas. Muchos tuvieron que salir a trabajar para conseguir lo que es la otra problemática de la pandemia, la falta de alimentos”, asegura Diego Aguilar, director ejecutivo de la fundación León.
La institución, creada hace 18 años para combatir la pobreza a través de la educación, está presente en 11 barrios de Tucumán. Cuenta con distintos programas socioeducativos y de acción comunitaria. Fundó el Observatorio de la Pobreza y el martes presentó su cuarto informe ante representantes de los gobiernos locales, universidades y la sociedad civil. El estudio que se puede encontrar en su pagina web - fundacionleon.org.ar - se logró con financiación de Innovación para el Cambio y la Red Argentina de Cooperación Internacional a través del proyecto Acceso a la Información sobre Pobreza en Tiempos de Covid.
- ¿Es posible acceder a datos oficiales sobre pobreza?
- No hay mucho acceso a la información sobre pobreza. Sería importe que hubiera para que haya más transparencia y la sociedad pudiera evaluar mejor lo que está pasando. Trabajamos mucho en eso. Hacemos informes bimestrales sobre la situación de la pobreza y a nivel provincial, para que la gente pueda leerlo y descargar los documentos desde nuestra página de manera fácil y rápida.
- ¿Las escuelas cerradas han afectado la pobreza?
- Muchísimo, porque la educación es la principal herramienta para combatir la pobreza. Sabemos que los chicos en situación de pobreza o pobreza extrema que no pudieron asistir a las escuelas el año pasado, es muy probable que ya no vuelvan. No es que van a ir el año que viene, esos chicos no vuelven. En muchos lugares ha pasado así, en todo el mundo. Según estudios internacionales esta problemática es muy fuerte.
- ¿En Tucumán, concretamente, la ha visto?
- La estamos viendo en estos primeros meses de clases y tenemos que evaluar durante el primer trimestre. Chicos que viven en zonas rurales, en situación de pobreza, no tienen acceso a la educación, y han decidido abandonar la escuela. Esto es un problema grave. Fundación León trabaja en 11 comunidades del Gran San Miguel de Tucumán y lo que vemos es un abandono escolar importante. Por suerte muchos alumnos que han sido incorporados a nuestros programas de becas y ayuda escolar no han abandonado. Pero es un tema bastante complicado. Como fundación civil tratamos de paliar la situación.
- ¿Por qué no vuelven a la escuela? ¿Qué casos conoce?
- Los chicos no vuelven porque no tienen las herramientas necesarias para hacerlo. Porque durante la pandemia empezaron a trabajar. El trabajo infantil es un tema en Tucumán. Otra problemática son las uniones forzosas y el matrimonio infantil. A veces nos parece algo lejano, pero existe en nuestra provincia. Chicas muy jovencitas obligadas a convivir con personas mayores. Eso las lleva a dejar la escuela. La falta del acceso a la información y el abandono escolar están muy presentes en las niñas.
Otra cuestión común que lleva a las niñas a dejar la escuela es el tener que asumir roles de cuidado de la familia, de los hermanitos o de una persona mayor o enferma de la casa. Las chicas se quedan a cuidarlos y a hacer las tareas domésticas por eso no van a la escuela. A veces deben cuidar hermanitos bebés o niños en edad preescolar.
- ¿A qué llama uniones forzosas?
- A las uniones que tienen que ver con una falta de consentimiento y que se dan antes de los 18 años. Tienen que ver con la pobreza y la falta de educación en un círculo que se retroalimentan. También con la falta de un proyecto de vida, y sobre eso trabajamos en la comunidad. Intentamos ayudar a que los chicos puedan tomar sus decisiones, por sí mismos, a que sean protagonistas de su propia vida, de su propia historia.
- ¿Qué hacemos con la falta de transparencia?
- Necesitamos trabajar más en la transparencia, como sociedad, sobre todo en regiones del interior del país donde no siempre tenemos acceso a los datos generales. La transparencia nos permite evaluar las políticas públicas, conocer la realidad con certeza y saber lo que está pasando para pedir rendimiento de cuentas a los gobernantes. Pero no hay que esperar que nos la den, debemos ser proactivos, y desde la sociedad civil, organizada, diseñar proyectos para transformar la realidad.
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