Un giro estético y estilístico en el flamenco

Un giro estético y estilístico en el flamenco

Carlos Rivero estrena “Hispania”, su nuevo espectáculo tras tres años sin novedades. Coreógrafos invitados de primer nivel.

PRESENCIA EN EL TABLAO. Carlos Rivero creó, dirige y participa en “Hispania”, su nueva puesta en escena. PRESENCIA EN EL TABLAO. Carlos Rivero creó, dirige y participa en “Hispania”, su nueva puesta en escena.

El flamenco se aventura en nuevas aguas, pero sin perder su esencia. Eso es lo que anuncia Carlos Rivero que estrena su espectáculo “Hispania” esta noche, a las 20 en el teatro municipal Rosita Ávila (Las Piedras 1.550).

“Hablo de un nuevo giro estético y estilístico con esta puesta, y lo que me refiero con esa idea es a mostrar la danza española y flamenca con un poco de lo tradicional y también con rupturas inclinadas en la vanguardia, a lo contemporáneo y a las nuevas tendencias. Mantengo la música tradicional, pero además incluyo la fusionada con jazz, soul y blues pensada por mi amigo y compañero, el compositor Héctor Romero, que ha creado una música muy rítmica, llena de sensibilidad y poderío”, le explica el director de la puesta a LA GACETA.

El cuerpo de baile lo integran Jéssica Barrionuevo, Samantha Alderetes, Belén García, Catalina Lizárraga y Natalia Dávalos, con Alejandra Chamorro como primera bailarina y Ludmila Abregú como solista. La música será interpretada por el ensamble que Romero integra con Claudia Montoya, Máximiliano Serral y Óscar Russo, y en el cante estarán Cecilia Rivero y Carlos Sanzo. Habrá clásicos de la zarzuela, de la copla y del pasodoble, como “Pena penita”, “La bien pagá”, “Te lo juro yo” y “Violetas imperiales”.

- ¿El flamenco está cambiando?

- El flamenco es y será uno solo, hay cosas que cambian con el paso del tiempo, pero las bases siguen. Se mantienen los vestuarios típicos con volantes y flecos, pero también aparecen en esta obra vestuarios de noche, de gala diseñados por Cecilia Gonzalez Mestre, con bata de cola en el hombre, abanicos, mantones y dándole un gran protagonismo a la castañuela. Llevar adelante una compañía en estos momentos es una tarea muy difícil con todos los gastos de producción, vestuario, música original, coreógrafos y demás, pero lo hacemos.

- Anunciás la participación de coreógrafos invitados.

- Con ese término hago referencia a colegas y a grandes bailarines a quienes admiro profundamente, a los que les he cedido un espacio del show para que puedan plasmar su arte y creatividad en tres coreografías. La gran figura de nuestra danza española Argentina, Sibila (mi maestra), ha coreografiado “Zapateao”, una pieza inspirada en el zapateado jerezano español, y en Antonio Ruiz Soler, El Bailarín; el bailaor sevillano Marcos Jiménez hizo una “Soleá por bulería” para tres bailarinas, llena de duende y poderío; y la primera bailarina del Ballet Nacional de España, Inmaculada Salomón, preparó un fragmento de “Aires”, una obra de danza estilizada totalmente innovadora, llena de vida, brillantes movimientos y una magnífica armonía de castañuelas.

- ¿Cómo te trató el año pasado?

- En lo artístico, fue muy bueno. Me he podido capacitar con todos los maestros de España que he querido, los cuales muchas veces no venían a Argentina a impartir cursos. Para mí, la capacitación es mi pilar número uno. Si no me perfecciono y tomo clases con grandes artistas, no soy yo. He generado un vínculo amistoso muy importante con bailarines de la principal compañía de danza española del mundo, el Ballet Nacional de España. De hecho, de allí surge el trabajar con Inmaculada (ver “Maestra”). Y he conectado con mucha prensa y periódicos de España, gracias al estreno de “Pa’ tras ni pa’ tomar impulso”, la película que cuenta la vida de mi madre artística, Carmen Mesa dirigida por Lupe Pérez García. También di mis clases on line y presenciales, incluso con alumnos de otras provincias, estuve de jurado en concursos virtuales y lo fundamental: me sirvió para inspirarme en “Hispania”.

- Pasó mucho tiempo desde tu anterior estreno...

- Pongo en escena a mi compañía luego de tres años porque aparte de avocarme mucho a la docencia, estar de jurado y viajar, quería brindar al público un espectáculo de jerarquía, fuera de lo que se acostumbra a ver. Nada de lo que se me ocurría saciaba mis necesidades. Salvo cuando viene una compañía de Buenos Aires, los “espectáculos” de danza española en Tucumán generalmente son de academias y centros coreográficos que realizan su fin de curso. Yo los hice, haré y seguiré haciendo; los apoyo totalmente y me parecen perfectos... Pero, hay una gran diferencia entre una muestra dancística y un espectáculo.

- ¿Se puede hacer flamenco sin público enfrente?

- El encuentro con el público es lo que más anhelo que llegue. Me invade la ilusión por esta noche, con mi elenco sobre el escenario y ver los frutos de tanta dedicación y esfuerzo. Claro que el flamenco puede verse on line, porque el arte traspasa fronteras, pero nada es como el vivo. Ya he estado realizando tablaos y espectáculos y el público respondió mejor de lo que esperábamos, con salas colmadas; después de tanto tiempo sin habernos subido al escenario, me impactó emocionalmente el doble y hasta el triple y en cada función terminábamos con lágrimas en los ojos por la emoción. Es que es tan bonito el aplauso y respeto del público. ¡Una sensación que no sé explicar!

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