23 Enero 2021
Servicio de electricidad. FOTO ILUSTRATIVA.
José Vitar
Ex diputado nacional
En 1991 siendo presidente de la Comisión de Energía de la Legislatura Provincial, me tocó ser protagonista de la transferencia a la provincia del servicio de distribución eléctrica de la desguazada (y luego privatizada) Agua y Energia.
Menem y Cavallo transferían a las provincias la parte deficitaria del negocio eléctrico mientras la Nación retenía para privatizarla ella el segmento rentable: las usinas y el transporte de electricidad. Sin embargo los únicos distritos que tenían un sistema de distribución eléctrica rentable, por las cortas distancias y la alta concentración de usuarios) eran Tucumán y La Plata.
El gobierno provincial, en connivencia con Cavallo y omitiendo mencionar este dato, intentó privatizar el servicio apenas transferido. Tras una dura batalla en la Legislatura, desbaratamos este intento y creamos EDET, Sociedad Anónima del Estado Provincia, que apenas se puso en marcha, le dio a la Provincia, durante 1993/94, importantes ganancias invertidas en salud, educación y políticas sociales, demostrando que una empresa estatal bien gestionada puede ser rentable.
Sin embargo, el dogmatismo privatizador llevó a la dirigencia política de la época a privatizar el paquete accionario de EDET. En un proceso tan rápido como poco transparente, el Estado se desprendió de una empresa rentable, renunciando desde entonces a una efectiva regulación y control de la empresa, mimetizándose con sus intereses.
Últimamente, se ha agravado la falta de límites. A fines de 2019, la decidida actitud del Presidente frenó en Tucumán un aumento tarifario ya autorizado a la empresa. Pese a ello, poco después la empresa encontró un atajo para aplicar fuertes aumentos con la aprobación del ente “regulador”: “recategorizar” usuarios según los kilovatios utilizados.
Desde el gobierno se justificó la picardía con una frase histórica: “lo que hizo EDET es legal pero no legítimo”.
¿Será legítimo comenzar 2021 con el 35% de aumento en una provincia devastada por la crisis social teniendo como único argumento la rentabilidad de la empresa? Sería bueno que los tucumanos nos preocupáramos por saber cules son loas ganancis que esta empresa obtiene y si cumple o no las exigencias de inversión, antes de esquilmar el flaco bolsillo de la gente.
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