La capacidad para combatir patologías depende de los ciclos circadianos diarios

La capacidad para combatir patologías depende de los ciclos circadianos diarios

Las disfunciones se asocian cada vez más con la diabetes, el cáncer, el alzheimer y otros males.

CAMBIO. El ritmo circadiano nos mantiene en armonía con el ciclo día/noche. CAMBIO. El ritmo circadiano nos mantiene en armonía con el ciclo día/noche.
22 Enero 2021

Un análisis exhaustivo sobre células esenciales para el sistema inmunológico de los mamíferos muestra que nuestra capacidad para combatir enfermedades puede depender más de los ciclos circadianos diarios de lo que se suponía anteriormente.

Las disfunciones en los ritmos circadianos, el proceso que mantiene nuestro cuerpo en sintonía con los ciclos día/noche, se asocian cada vez más con la diabetes, el cáncer, el Alzheimer y muchas otras enfermedades.

La nueva investigación muestra que la actividad de los macrófagos, células que buscan y destruyen “intrusos” como las bacterias, puede programar cambios diarios en sus respuestas a los patógenos y el estrés a través del control circadiano del metabolismo.

“Hemos demostrado que hay una cantidad increíble de sincronización circadiana del comportamiento de los macrófagos, pero el reloj está cronometrando los macrófagos de formas inesperadas”, explica Jennifer Hurley, autora principal del estudio.

El sistema circadiano está compuesto por un conjunto de proteínas del reloj central que anticipan el ciclo día / noche al provocar oscilaciones diarias en los niveles de enzimas y hormonas y, en última instancia, afectar parámetros fisiológicos, tales como la temperatura corporal y la respuesta inmunitaria. Esta sincronización circadiana del sistema inmunológico tiene implicaciones para la salud humana, el tratamiento de enfermedades y la eficacia de las vacunas.

Este reloj molecular marca el tiempo a través de un ciclo autorregulador de producción y descomposición de proteínas.

Desajustes

El análisis reveló que había un desajuste sustancial entre las proteínas y los ARNm que están controlados por el reloj circadiano.

El equipo de Hurley, en colaboración con el laboratorio de Annie Curtis, de Irlanda, pudo predecir y luego demostrar que el reloj regulaba el metabolismo para cronometrar funciones inmunes clave en los macrófagos.

Para ello, los investigadores rastrearon las mitocondrias generadoras de energía de los macrófagos, mostrando el ritmo con el que los orgánulos se separan para generar energía y volver a unirse en una etapa de reposo.

De esta manera se pudo demostrar que la sincronización de los procesos inmunitarios clave estaba controlada por los cambios en la producción de energía que resultaban de la división y fusión de las mitocondrias.

“Nuestros datos apuntan a la necesidad de seguir los ritmos en un nivel completamente nuevo -resalta Curtis-. También significa que nuestros cuerpos están cronometrados por nuestros relojes circadianos más de lo que pensamos".

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