15 Enero 2021
DECEPCIÓN. Boca no estuvo a la altura y sufrió una goleada ante Santos en Brasil. Jorman Campuzano fue uno de los tantos puntos bajos del equipo.
Cuando Boca y River se plantaron en las semifinales, era difícil no imaginar un Superclásico en la final de Copa Libertadores. Estaban a un paso de encontrarse nuevamente en el partido decisivo. Los dos clubes más grandes del país aspiraban encontrarse luego de sus visitas a Brasil. Pero lo que pudo ser una fiesta argentina resultó ser una brasileña.
¿El resultado deportivo? Exactamente el mismo, pero el sabor en la boca tanto de hinchas, como protagonistas es distinto.
River con un resultado que revertir (0-3) estaba obligado a ir por la épica en condición de visitante. “Mi equipo me ha hecho sentir realmente identificado”, fueron las palabras de Marcelo Gallardo y cualquier hincha del “Millonario” luego que ganar en Brasil (2-0). Un enfrentamiento lleno de pausas y polémicas gracias al VAR. Los de la banda roja se fueron de Brasil con la frente en alto y sabiendo que estuvieron a punto de lograr la hazaña.
Lo malo es que aquello pudo haber sido el cierre de un ciclo. Ignacio Fernández, Enzo Pérez, Javier Pinola, Gonzalo Montiel y hasta el mismo director técnico dejan incertidumbre sobre sus futuros en la institución. Una actuación como la del martes quizás ayude a que sigan, si es que piensan en irse.
Por otra parte, Boca estuvo lejos de satisfacer a sus hinchas. Un empate sin goles en la Bombonera pedía de un gol como visitante para complicar a Santos. En lugar de convertir u tanto, Boca recibió tres. Una caída que obliga a preguntarse si los de Miguel Ángel Russo están preparados para competir al máximo nivel internacional o solamente son superiores en el ámbito local.
SEÑALADO. Russo es uno de los principales apuntados tras la dolorsa eliminación de Boca de la Libertadores en Brasil, ante Santos.
La falta de eficacia frente al arco de parte de Franco Soldano, Eduardo Salvio y Sebastián Villa quedó en evidencia. En cuatro de los últimos seis partidos en la copa, Boca no pudo convertir. Otro gran señalado es su entrenador. Estando tres goles por debajo y con un jugador menos, por la expulsión de Frank Fabra, cambió un delantero por un defensor (entró Emmanuel Mas, salió Eduardo Salvio). No puso en cancha ni un minuto a jugadores que conecten la delantera con el resto del equipo. Edwin Cardona y Mauro Zárate vieron pasar otro partido importante desde el banco de suplentes. Mientras tanto Santos, sin perder oportunidades, les hundía el sueño de ganar la séptima Libertadores.
El fútbol argentino, que una semana atrás soñaba con gobernar el continente , hoy, sufre la realidad. Finales de Libertadores y Sudamericana repleta de cuadros argentinos era una utopía que finalmente no se hará realidad.
NO BASTÓ. En uno de los mejores partidos del ciclo de Marcelo Gallardo, River igualmente quedó eliminado de la cancha de Palmeiras.
La final, a partido único y neutral, tendrá como protagonistas a Santos y Palmeiras. En búsqueda de su cuarta y segunda copa respectivamente. El estadio Maracaná (30 de enero) será el escenario en el que uno de los dos equipos paulistas se quedará con la gloria eterna. Y ninguno será argentino.
¿El adiós?
El contrato de Carlos Tevez con Boca finaliza en junio de este año. El “Apache” (36 años) aún no confirmó si extenderá su vinculo o dará un paso al costado. Su partido con Santos puede ser el ultimo en fase final de copa con la camiseta azul y amarilla.
En silencio
El plantel llegó ayer por la madrugada a Ezeiza si hacer declaraciones. Miguel Ángel Russo había asumido todo el peso de la derrota frente a Santos, exculpando a los jugadores del resultado final. “Soy el responsable y me hago cargo de todo”, dijo tras el partido,
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