Por Federico Türpe
28 Diciembre 2020
Todo indica que China será uno de los países que más crecerá durante 2021. ¿Y la economía argentina? Siempre es una caja de Pandora.
“¡El futuro ya llegó! Llegó como vos no lo esperabas…”, profetizaban Los Redonditos de Ricota en 1988.
El 2020 fue un cisne negro que absolutamente nadie pudo anticipar.
Las predicciones de 2019 presagiaban que al año siguiente habría algún recrudecimiento del cambio climático, que tuvo su máximo impacto en los incendios por todo el mundo; que aumentaría la pobreza en los países laterales y la brecha entre ricos y pobres; que continuaría la expansión económica china; y que se produciría una muy probable despedida de Donald Trump de la Casa Blanca.
Ni siquiera Nostradamus podría haber profetizado esta pandemia, pese a que ya era epidemia en China en diciembre del año pasado. Incluso, los infectólogos más prestigiosos desestimaron que el primer brote en el dragón asiático pudiera llegar a escala global.
Ahora bien, ¿qué ocurrirá en 2021? ¿La raza humana podrá recuperar la normalidad? ¿Qué pasará con la economía? ¿Continuarán las olas de contagios? ¿Seguiremos aislados, sin viajes, sin clases?
Son algunas de las preguntas que retumban en nuestras mentes aturdidas, vacías de certezas, repletas de incertidumbres.
Lo primero que debemos saber es que el 1 de enero no cambiará nada, salvo el almanaque, que no es más que un organizador simbólico.
La pandemia. Los gráficos de contagios indican que las llamadas “nuevas olas” seguirán en alza, sobre todo en el Hemisferio Norte, donde recién comienza el invierno. Hasta el 25 de diciembre, el número de fallecidos por covid en el mundo ascendía a 1,7 millón.
Nada indica que esta tendencia vaya a modificarse en al menos los próximos seis meses, excepto que las vacunaciones a gran escala comiencen a surtir efecto, algo improbable ya que es imposible vacunar a 7.000 millones de personas en un semestre.
El bolsillo. El Banco Mundial informó que 2021 concluye con una contracción de la actividad económica del 7%. En algunos países este desplome fue aún mayor, como en Argentina, que llegó al 12%.
El Fondo Monetario Internacional pronostica una leve recuperación para 2021, del orden del 2%, con naciones con mejores panoramas, como China, que se estima crecerá un 4%. Esto significa que durante este año que empieza el mundo seguirá siendo más pobre que en 2019.
La educación. El regreso a clases presenciales en todos los niveles es una decisión que en este país no se tomará antes de marzo. La pandemia demostró que Argentina padece un gran atraso tanto en conectividad como en acceso a la tecnología, con un gran porcentaje de docentes y alumnos que no cuentan con los medios digitales necesarios o no están capacitados para utilizarlos. Se produjeron grandes avances en este sentido en 2020, principalmente en el sector privado, y todo indica que en 2021 se continuará en esta dirección, aunque seguirá siendo harto insuficiente para reemplazar a las aulas. Este atraso tecnológico no sólo perjudicó y seguirá perjudicando a la educación, sino también a la ciencia y a la investigación.
El trabajo. Bill Gates pronosticó que en 2021 más del 50% de los viajes de negocios desaparecerán, al igual que más del 30% de los días en la oficina. Al comienzo el teletrabajo fue medio torpe, pero la fuerte demanda hizo que se genere un gran desarrollo de herramientas y de procesos. Las empresas informáticas y de internet estiman que 2021 será un año revolucionario en materia educación y de trabajo a distancia.
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